Escritor: ECHO Staff
Publicado: 20/5/2022


Introducción

¿Qué es una plaga?

Una plaga agrícola es cualquier organismo o agente infeccioso que provoca estrés o daño a una planta o producto vegetal deseado. Por ejemplo, una maleza es una plaga si compite con un cultivo por los recursos, al provocar al cultivo un estrés que de lo contrario no tendría. Las bacterias infecciosas, los hongos y los virus provocan enfermedades y por lo tanto son plagas. Estas pequeñas plagas son transferidas de una planta a otra a través del agua, a través del aire, por insectos, o por animales más grandes (incluyendo humanos). Las plagas más familiares son los insectos, que varían en tamaño desde la pequeña mosca blanca hasta grandes enjambres de langostas. Las plagas más grandes como pájaros, ratones y conejos también pueden provocar daños en el campo.

Algunas plagas afectan a los productos agrícolas almacenados, como los granos de cereales y las legumbres (Sallam, 1999; Manandhar et al., 2018). Sin embargo, este artículo se centrará en el manejo preventivo de plagas en el campo. En el resto de este artículo, el término ‘plaga’ se referirá solo a las plagas agrícolas que afectan los cultivos en el campo y se enfocará principalmente en las plagas de insectos.

En el mundo se ha nombrado aproximadamente un millón de especies de insectos. Los científicos estiman que existen más de 5.5 millones de especies más, pero aún no se han descubierto (Stork, 2018). La gran mayoría de las especies de insectos son beneficiosas o tienen poco impacto sobre la producción de cultivos o sobre la actividad humana. Sin embargo, una pequeña parte (quizás sólo el 1% de las especies de insectos) se consideran plagas (Omkar, 2018). En la actualidad, las plagas agrícolas más graves son las especies no nativas que se introdujeron y propagaron por una región, por ejemplo, a través de la importación y exportación de productos agrícolas, en/sobre el material vegetativo, en el suelo, o a través de eventos climáticos severos.  Los depredadores naturales que, de otro modo, mantendrían sus poblaciones en equilibrio, pueden no estar presentes fuera de las áreas nativas de los insectos. Algunas veces, los insectos nativos que antes no afectaban a los cultivos de los productores cambian de plantas hospederas a nuevas especies que los agricultores empiezan a sembrar; esto puede hacer que los insectos sean elevados a la categoría de plaga. Sin embargo, por favor entendamos que la mayoría de los insectos no dañan los cultivos. De hecho, muchos son parte importante de un plan de manejo integrado de plagas porque ayudan a controlar los brotes de otras especies de insectos.

Preocupaciones en el manejo de plagas 

Los plaguicidas se han convertido en una parte vital de la producción sostenida de alimentos para llenar las necesidades de una población mundial en crecimiento. Sin embargo, el uso generalizado de plaguicidas plantea preocupaciones para la salud humana, el medioambiente, y la sostenibilidad de largo plazo. Como ejemplo, el proceso de las plagas adquiriendo resistencia a los plaguicidas reduce la efectividad a largo plazo de los mismos.

El cambio climático, la introducción de nuevas plagas, y otros varios factores han aumentado las presiones de las plagas en los trópicos, donde la seguridad alimentaria ya es una preocupación principal. Las plagas contribuyen en gran medida a la pérdida de cultivos, y los agricultores en las regiones con recursos limitados experimentan algunos de los efectos más significativos (Chakraborty y Newton, 2011). Por ejemplo, durante los últimos tres años en África Oriental, la sequía combinada con la infestación del cogollero del maíz (Spodoptera frugiperda) resultó en pérdidas de dicho cultivo de hasta el 100% para algunos agricultores (FAO, 2017; Sisay et al., 2019).

Manejo Integrado de Plagas

La actual situación mundial requiere un enfoque multidimensional para el manejo de plagas. Para ser ampliamente aplicable, este enfoque debe proporcionar a los agricultores opciones para controlar las plagas en varias escalas de producción (desde fincas pequeñas hasta operaciones muy grandes) con una diversidad de recursos. El Manejo Integrado de Plagas (MIP), una estrategia basada en innovaciones de los agricultores, es altamente adaptable a contextos específicos y reduce la dependencia de los plaguicidas al reconocer al mismo tiempo su uso. El MIP ha cobrado impulso desde 1989; en particular, las Escuelas de Campo para Agricultores (ECA) han educado efectivamente a los productores sobre MIP  (Peshin et al., 2009). 

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es un enfoque de manejo que se centra en el sistema más amplio y tiene como objetivo la prevención de plagas a largo plazo utilizando una combinación de estrategias de control preventivo y supresor. El plan MIP de un productor individual debe mejorar constantemente a medida que completa su ciclo, como se muestra en la figura 1. Este artículo abordará cada etapa del ciclo de mejora de su plan MIP, comenzando con el conocimiento.

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Figura 1. Etapas de un ciclo MIP de ejemplo. La planificación puede comenzar en cualquier etapa del ciclo, y el orden de las etapas es flexible. El ícono de la pirámide indica etapas que incluyen estrategias para la prevención o supresión de plagas. Fuente: Adaptado de  farmbiosecurity, Creative Commons Attribution 3.0 license

Conocimiento

Aprender es útil en todo momento en una estrategia MIP de mejora continua, pero puede ser especialmente ventajoso al comenzar un plan MIP. Obtener algo de la información importante quizás requiera colaboración de la comunidad.

Identificar plagas importantes en la región  

La presión estacional de los insectos puede cambiar de año a año, debido a la introducción de plagas nuevas del comercio mundial y/o de la propagación abiótica de plagas y enfermedades. Pero es importante registrar las plagas que los agricultores ven regularmente durante distintas temporadas de siembra; esto le ayudará a entender qué plagas son comunes, y cuándo tienden a llegar en cada temporada. 

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Figura 2. Huevos del gorgojo del caupí (Callosobruchus maculatus) (izquierda) y adultos (derecha). En la semilla del caupí también puede ver un agujero donde salió una de las larvas. Fuente: Tim Motis

Aprender los ciclos de vida de las plagas importantes 

Las duraciones y los ciclos de vida de las plagas varían mucho. Usted debería poder identificar plagas comunes en distintas etapas de la vida, como huevo, larva, ninfa, pupa o adulto (Figura 2). Si usted puede reconocer etapas en los ciclos de vida de las plagas, podrá intervenir mejor porque algunas intervenciones son efectivas sólo en ciertas etapas de la vida. Información con la duración y/o presencia de una etapa alada le permite estimar la tasa potencial de propagación y/o movilidad de la población de la plaga. 

Identificar enemigos naturales de plagas importantes

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Figura 3. La mariquita (Harmonia sp.), depredador de plagas de insectos. La larva a la izquierda de la foto se está alimentando de áfidos. La foto a la derecha muestra a una mariquita adulta. Ambas se encontraron en hojas de sorgo ECHO en Florida. Fuente: Tim Motis

Los enemigos naturales de las plagas quizás viven en el medioambiente y ya ayudan a controlar la población de la plaga en forma natural. Algunos enemigos naturales son bien conocidos (Figura 3), mientras otros pueden determinarse al observar con cuidado interacciones entre plagas y otras especies. Una vez que conoce a los enemigos naturales, puede registrar su abundancia relativa antes y durante la temporada de cultivo.

Determinar factores en el área de cultivo que afectan la presión de la plaga 

Preste atención a los factores en el área de cultivo que afectan la presión de la plaga. Éstos podrían ser ambientales, como las tendencias observadas en el campo durante y después de la temporada de cultivo. También podrían incluir las dinámicas culturales, económicas, políticas y sociales. Aquí hay algunos ejemplos de preguntas sobre las cuales pensar y discutir a nivel de la comunidad:

  • ¿Siembran todos al mismo tiempo? Algunas plagas sólo afectan cultivos durante ventanas específicas del desarrollo de la planta. Si todos los agricultores en una región siembran un cultivo al mismo tiempo, hipotéticamente todos experimentarán una presión de plaga similar. Sin embargo, si el cultivo de un agricultor es posterior al de de todos los demás, ese agricultor podría experimentar una presión de plaga significativamente mayor.
     
  • ¿Es aceptable en términos sociales y culturales aplicar plaguicidas en la región? Si el gobierno restringe el uso de ciertos plaguicidas, los productores deberían seguir reglamentos y directrices establecidos por las autoridades locales. Si ciertas aplicaciones de plaguicidas son de alguna manera inaceptables socialmente, los agricultores deberían asegurarse de que la comunidad esté al tanto de su plan de MIP de modo que la comunidad misma pueda responder en la forma en que se sientan más cómoda. Por ejemplo, si un agricultor está aplicando plaguicidas a los cultivos a la par de una escuela, la comunidad podría expresar que esto debería hacerse durante un tiempo específico cuando los estudiantes no estén en la escuela. La comunidad podría también pedir al agricultor colocar una cerca viva entre su parcela y la escuela. ¿Ha expresado la comunidad objetivos para manejo de plagas?
     
  • ¿Qué opciones de manejo son factibles, dados los recursos disponibles? Liste las técnicas de manejo de plagas que se utilicen en la actualidad y registre su eficacia (reconociendo que esto probablemente será subjetivo). ¿Qué cantidades de tiempo, recursos y esfuerzos se invierten actualmente en manejo de plagas? La falta de recursos podría limitar el número de técnicas de manejo de plagas sostenibles y factibles. 

El conocimiento es una parte importante de una estrategia MIP. Empodera a los agricultores al aumentar la sensibilización sobre las características de la plaga y ayudar a cambiar sus esquemas mentales, de modo que se enfoquen de manera proactiva en la prevención de los problemas de plagas en lugar de esperar en forma reactiva a ver y tratar los problemas que puedan llegar. 

Prevención (Figura 4)

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Figura 4. Categorías de métodos de control (derecha) y ejemplos de estrategias (izquierda) para el control preventivo de plagas. Fuente: Stacy Swartz

Cuando se menciona el tema del manejo de plagas agrícolas, la mayoría de las personas piensan primero en la vigilancia de las plagas o en la intervención para reducirlas: la observación, la identificación de las plagas, y/o la aplicación de plaguicidas son algunas prácticas específicas. Sin embargo, la prevención es a menudo una estrategia clave subestimada que los agricultores pueden utilizar para minimizar la probabilidad de problemas de plagas.

La prevención de plagas (a veces llamada en inglés también pest avoidance en lugar de pest prevention) es la minimización deliberada del potencial de presencia de plagas en el campo y es el fundamento del MIP. Entre todos los métodos de control de plagas (p. ej. biológicos, físicos, culturales y químicos), algunas técnicas son preventivas mientras que otras son supresoras. Las técnicas preventivas crean condiciones desfavorables para las plagas, por ejemplo al limitar el acceso de plagas a agua, fuentes de alimento, o refugio.

Culturales

Seleccione cultivos o variedades que pueden resistir plagas mejor 

Los cultivos difieren en sus defensas naturales contras las plagas, e igual lo hacen las variedades individuales de cultivos. Las plantas se defienden activamente a sí mismas contra las plagas de varias maneras.

Las plantas no preferidas tienen algunos rasgos (p.ej. color, olor, toxicidad, o textura) que las hacen indeseables para las plagas. Por ejemplo, varias especies de frijoles tienen tricomas (pelos de plantas específicas) que atrapan insectos o les impiden que se posen en las hojas o que pongan sus huevos en ellas. Como otro ejemplo, algunas plantas no tienen buen sabor o son tóxicas, lo que impide que las plagas se las coman (al menos la segunda vez).

Las plantas resistentes responden a los daños de plagas en formas que reducen la cantidad de daño que la plaga puede causar. Se han desarrollado muchos cultivares resistentes a través de selección de cultivos. El Instituto Internacional de Investigación del Arroz ha desarrollado con éxito varios cultivares resistentes. Programas de reproducción de sorgo han llevado a la resistencia de la planta hospedadora para el manejo del mosquito del sorgo, el chinche verde, las garrapatas, los áfidos y los barrenadores (Sharma, 1993). El Instituto Internacional de Agricultura Tropical ha desarrollado variedades de yuca que son resistentes a la enfermedad del mosaico de la yuca y a la enfermedad del rayado marrón (Hahn et al., 1980).

Las plantas tolerantes tienen más probabilidad de permanecer relativamente sanas y mantener el rendimiento después que las plagas las dañan. Pueden luchar contra las enfermedades y/o sanar después de que se ha hecho el daño. Los fitomejoradores a menudo seleccionan para el rasgo de tolerancia en los cultivos. Los tomates y el pepino tienen distintos niveles de tolerancia a infecciones virales del virus amarillo del tomate y del virus del mosaico del pepino, respectivamente (Pagán y García-Arenal, 2018).

Mantenga la resistencia de la planta a plagas/enfermedades 

La salud del material de propagación contribuye al establecimiento de un cultivo exitoso. Asegúrese de que la semilla que recolecta y guarda esté plenamente desarrollada y madura. Seleccione semilla/material de sano, que esté libre de enfermedades, sea viable (vivo) y tenga alto vigor (sea fuerte). Algunas enfermedades se propagan a través de material de propagación infectado como los esquejes. A lo largo de la temporada de cultivo, vigile las plantas en cuanto a resistencia o tolerancia, señale las que muestran mayor resistencia, y guarde material de propagación de estas plantas específicas.

Cuando las plantas tienen acceso a los recursos que necesitan, a menudo pueden defenderse de las plagas y enfermedades. Cuando carecen de los recursos necesarios, se debilitan y no pueden recuperarse con tanta rapidez. Para minimizar estos riesgos, siembre a tiempo, al espaciamiento correcto y satisfaga las demandas de agua y nutrientes del cultivo. Esto podría requerir la aplicación dividida de insumos (p. ej. estiércol o compost) unas cuantas veces a lo largo de la época de cultivo, para darle a las plantas suficientes nutrientes en distintas etapas del desarrollo. 

Practique saneamiento en la finca 

Las plagas a veces permanecen y se multiplican en plantas no cultivos como las malezas que crecen entre los cultivos. Uno puede ayudar a controlar las poblaciones de plagas al reducir o perturbar el hábitat de la plaga alrededor del cultivo. Arranque las plantas espontáneas/malezas que crean hábitat para plagas, y las plantas o restos de plantas que estén enfermos. Un buen saneamiento en la finca también incluye limpiar el equipo después de trabajar alrededor de plantas infectadas. Si usa podadoras en cultivos infectados, asegúrese de esterilizar la herramienta (usando calor, alcohol isopropílico o vinagre) antes de utilizarlo en cultivos que no están infectados, para reducir la transferencia de la enfermedad. 

Rote los cultivos (con el tiempo y/o espacialmente)

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Figura 6. Ejemplos rotaciones de cultivos en el tiempo (se ilustran en A cuatro estaciones /años consecutivos) o a través del espacio y el tiempo (B; los colores en B corresponden a los ejemplos de los cultivos en A). Fuente: Stacy Swartz

Los cultivos en la misma familia tienden a ser sensibles a plagas y enfermedades similares. La rotación de cultivos con el tiempo y en el espacio puede romper el ciclo de vida de una plaga al eliminar al cultivo hospedero que la plaga necesita para sobrevivir. Una opción es rotar un campo específico mediante cultivos que son sensibles a distintas plagas, con el tiempo (Figura 5A). Puede incluir cultivos que detienen o matan plagas en los calendarios de rotación de cultivos; por ejemplo, usted puede rotar cultivos susceptibles a nemátodos con algún número de cultivos inhibidores de nemátodos (véase en EDN 75 algunas posibilidades).

En áreas donde se siembra más de un cultivo a la vez, usted puede rotar bloques de cultivos espacialmente en el tiempo (Figura 5B). Cambiar las plantas cultivo hospederas de un lugar a otro ayudará a reducir las poblaciones de plagas en el tiempo.

Quizás desee sembrar los cultivos conociendo cuándo es probable que las poblaciones de plagas de insectos se conviertan en un problema. Si una plaga en particular se vuelve inactiva por un tiempo (debido al clima al frío o seco), y usted siembra antes de que aparezca la plaga, las plantas pueden obtener una ventaja inicial y fortalecerse antes de que las plagas abunden. Sin embargo, observe que si los agricultores en su región siembran en tiempos distintos, los cultivos de algunos de ellos podrían experimentar mayor presión de plaga porque han sembrado sin sincronía. Esté al tanto de cómo se toman decisiones como el momento de siembra en los niveles individual y comunitario. Los ejemplos culturales preventivos específicos se encuentran en la tabla 1.

Tabla 1.  Prácticas, descripción de prácticas y ejemplos concretos de estrategias de prevención cultural.
Estrategia Descripción   Ejemplo
Romper los ciclos de las plagas mediante la rotación de cultivos Interrumpir el ciclo normal de las plagas mediante la rotación de cultivos. Para controlar el gorgojo de la batata (boniato, camote), rote el lugar en su huerto/finca donde la siembra cada año, ya que éste es un insecto que vive en el suelo durante todo su ciclo de vida.
Romper los ciclos de las plagas a través de moratorias Limite la siembra de un cultivo a una determinada época del año. Cada año, cuando el virus del rizado amarillo del tomate (o virus de la cuchara) u otros virus transmisores de la mosca blanca son más frecuentes, no se siembran tomates en la finca (en Florida esto es de junio a septiembre)
Saneamiento de la finca  Eliminar plantas de regeneración natural o “voluntarias” Ya sea para el caso de la batata o el tomate arriba descritos, todas las plantas “voluntarias” que brotan/ crecen donde y cuando no son deseadas deben eliminarse para evitar que las poblaciones de plagas regresen o crezcan.

Mecánicas/físicas 

 Las medidas preventivas mecánicas excluyen físicamente las plagas del cultivo. Éstas incluyen distintos tipos de mantillos/mulch (plástico, papel o plantas vivas), redes y cubiertas de filas (Tabla 2).  Se excavan zanjas [http://edn.link/jypmaf] o se colocan cercas [http://edn.link/tn23] en el perímetro de la zona de siembra para mantener físicamente las plagas fuera de la zona de producción. Las estrategias mecánicas pueden ser eficaces contra una o todas las etapas del ciclo de vida de una plaga. Las zanjas, por ejemplo, son eficaces contra las etapas larvarias del ciclo de vida de una plaga, pero no protegen contra los insectos voladores. Algunos mantillos/mulch pueden ayudar a suprimir malezas, pero pueden atraer o albergar plagas como las babosas. Las estrategias preventivas mecánicas pueden requerir mucha mano de obra y recursos, así que asegúrese de evaluar los beneficios de tales estrategias antes de invertir en ellas.

Tabla 2. Prácticas, descripción de prácticas y ejemplos concretos de estrategias de prevención mecánicas.
Estrategia Descripción Ejemplo
Colocar redes/mosquiteros/cedazos Excluir los insectos del área de cultivo. Los mosquiteros viejos que no fueron empapados en productos químicos pueden repararse y utilizarse para impedir que entren los insectos voladores que son más grandes que los agujeros en la red. Esto es más práctico en parcelas pequeñas, como las de producción de semillas. PRECAUCIÓN: esto también podría impedir que entre el polinizador para su cosecha y por lo tanto podría ser necesario eliminar el mosquitero/red/malla/cedazo cuando el cultivo florezca.
Maceteras/Recipientes    Sembrar plantas solanáceas (que son susceptibles a los nematodos) como tomates o pimientos en macetas con tierra que ha sido solarizada o de un área con alto contenido de materia orgánica puede ayudar a minimizar el impacto de los nemátodos noduladores de la raíz en el sistema radicular y la salud de las plantas. 

Biológicos

Podría afirmarse que las formas más sostenibles de prevenir problemas de plagas al largo plazo se vinculan al manejo del hábitat. Este enfoque incluye el diseño de sistemas en formas que ya sea alejan a las plagas de los cultivos agronómicos o aumentan las condiciones favorables para los enemigos naturales de las plagas. Casi todos los métodos y técnicas sobre manejo del hábitat aumentarán la diversidad vegetal de un sistema. Gurr et al. (2003) explican cómo la diversidad vegetal ayuda con el manejo de plagas a la vez manteniendo los insumos bajos. Los autores también describen cómo los beneficios de la diversidad en los sistemas agrícolas van más allá del manejo de plagas.  

Conservar áreas autóctonas en torno a los cultivos puede ayudar a prevenir plagas de varias maneras. Las plantas autóctonas albergan insectos beneficiosos que se comen a las plagas o los superan en cuanto a la competencia por los recursos. Las cercas vivas alrededor de los cultivos también pueden bloquear de manera visual o física el ingreso de algunas plagas.

Algunas veces un productor siembra un cultivo trampa en el perímetro externo de la parcela. Un cultivo trampa es una planta hospedera preferida para una plaga que también afecta un cultivo primario; al sembrarlo alrededor del perímetro, la plaga es alejada del cultivo en el campo y más bien es dirigida a infestar el cultivo trampa. En algunos cultivos trampa, las plagas no pueden completar su ciclo de vida, de manera que los agricultores no necesitan manejar el cultivo trampa. En otras situaciones, para romper el ciclo de vida de un insecto plaga, los productores cosechan y luego destruyen los cultivos trampa, ya sea al dar como alimento el material vegetativo a animales o al quemarlo.

Los agricultores pueden intercalar cultivos en los campos con plantas acompañantes. Las plantas acompañantes benefician a los cultivos de distintas maneras. Algunas frenan a las plagas a las cuales los cultivos comerciales son susceptibles o sensibles (ver Tabla 3). Otras plantas acompañantes atraen a los predadores naturales de las plagas. 

Tabla 3. Prácticas, descripción de prácticas y ejemplos concretos de estrategias de prevención biológica.
Estrategia Descripción   Ejemplo  
Plantas acompañantes  Ahuyenta las plagas de los cultivos  Las caléndulas pueden reducir una serie de plagas en varios cultivos, incluyendo ahuyentar a los nemátodos noduladores de la raíz que suelen ser predadores de los cultivos solanáceos (para más información sobre las caléndulas, véase EDN 132 [http://edn.link/marigold]).
“Empuja-Tira” Este sistema incorpora simultáneamente cultivos trampa y plantas acompañantes que ahuyentan plagas. El International Centre of Insect Physiology and Ecology y el Kenya Agricultural Research Institute desarrollaron un Sistema, descrito en EDN 116 [http://edn.link/edn-116] que utiliza pasto napier o pasto Sudán para atraer plagas y sacarlas del área del cultivo y especies desmodium o pasto melaza para empujar y sacar plagas del cultivo.  

Químicos

Los aerosoles químicos preventivos pueden ponerse en práctica cuando se espera que las plagas lleguen en base a experiencias de temporada anterior o en un calendario establecido para evitar que las plagas entren a un área o controlar las plagas de entrada temprana antes de que las poblaciones puedan aumentar. Esta práctica utiliza recursos que podrían ser limitados y podrían generar resistencia a los plaguicidas y por lo tanto no es muy recomendable a menos que se hayan observado plagas en las proximidades de su área de cultivo. En la tabla 4 se proporcionan algunos ejemplos.

Tabla 4. Prácticas, descripción de prácticas y ejemplos específicos de estrategias de prevención mecánica.
Estrategia Descripción Ejemplo
Aplicar productos químicos para prevenir enfermedades  Antes de una temporada en la que ha observado problemas de enfermedades en el pasado aplique un plaguicida químico. Aplicar cobre en árboles frutales como el mango para controlar la antracnosis y otros patógenos fúngicos. Esto es aplicable sobre todo antes de la temporada de lluvias, cuando las enfermedades fúngicas son más frecuentes.
Aplicar productos químicos para prevenir el aumento de plagas de insectos.  Para plagas altamente perjudiciales, algunos productores aplican productos químicos de forma preventiva. Bacillus thuringienses var. kurstaki para el control temprano de lepidópteros. Si usted ve mariposas adultas o polillas a su alrededor, quizás desee ver esto como un indicio para aplicar de forma preventiva, incluso si todavía no tiene daños de oruga en su campo. Asegúrese de que con Bt alterna cepas (productos) para que las plagas no generen resistencia. 

Después de tomar medidas de precaución específicas para su región y de implementar prácticas que impidan que las plagas entren o se multipliquen en su zona de producción, se tendrá que vigilar las poblaciones de plagas e intervenir antes de que las plagas de insectos puedan provocar demasiados daños al cultivo, o cuando ya estén causando daños. 

Observación

Cuando la cantidad de insectos es baja, quizás sea difícil determinar si un insecto en particular es una plaga del cultivo. Las plagas a menudo se definen según su conducta alimentaria; la rapidez con la que se reproducen; la presencia o no de enemigos naturales; si transmiten enfermedades a los seres humanos, al ganado o a las plantas; y/o si contaminan el producto alimenticio final.  La tabla 5 presenta los aparatos bucales y el tipo de metamorfosis de los órdenes de insectos que incluyen plagas agrícolas comunes. La tabla también muestra ejemplos de especies de insectos de cada orden. El tipo de aparato bucal y el tipo de metamorfosis son atributos útiles de conocer, porque pueden indicar dónde puede encontrarse una plaga de insectos, el tipo de daño que puede causar y la mejor manera de tratarla.

Tabla 5. Grupos, aparatos bucales, tipo de metamorfosis y ejemplos específicos de órdenes de plagas de insectos comunes.
Orden Grupos Aparato bucal Metamorfosis Ejemplo
Coleóptera escarabajos
gorgojos
masticador completa Gorgojo de la batata (Cylas formicarius)
Díptera moscas chupador/ picador/lamedor completa Mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata)
Hemíptera hemípteros
áfidos
fulgomorfos
picador–chupador incompleta Chicharritas o saltahojas (Endria sp.)
Lepidóptera mariposas
polillas
masticador (etapas inmaduras) completa Cogollero del maíz (Spodoptera frugiperda) y minador del tomate (Tuta absoluta)
Ortóptera saltamontes
grillos
masticador incompleta Langosta del desierto (Schistocerca gregaria)
Thysanoptera trips raspador-chupador completa (modificada) Trips africano (Ceratothripoides brunneus)

 

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Figura 6. La telaraña de los insectos es una sustancia creada por dichos insectos y que pega las hojas entre sí. Esta foto es de la polilla de la remolacha  del sur en amaranto. Fuente: Annie D.

La metamorfosis describe la forma en que un insecto pasa de un estadio inmaduro a un adulto. En la metamorfosis incompleta, los insectos inmaduros se ven  y actúan en forma muy similar a la de los adultos. Los insectos que sufren una metamorfosis completa pasan por una fase de pupa en la que cambian de una forma a otra completamente diferente (por ejemplo, una oruga se convierte en mariposa). Los estadios inmaduros de estos insectos por lo general no se parecen en nada a los adultos, a menudo se encuentran en lugares diferentes y pueden ser mucho más difíciles de identificar. Por ejemplo, muchos escarabajos inmaduros viven debajo de la tierra o hacen túneles en las raíces, pero los adultos viven en la parte aérea de la planta. Con frecuencia, un insecto sólo es plaga en una fase de la metamorfosis completa; muchas polillas y mariposas no se alimentan como adultos e incluso pueden ser polinizadores beneficiosos, pero las orugas (fase inmadura/larva) pueden defoliar completamente un cultivo. Habrá excepciones a estas categorías, pero entender las formas básicas de alimentación y desarrollo de los insectos es vital para el éxito del manejo de plagas.

La conducta alimentaria de los insectos depende de sus aparatos bucales. Los insectos con aparatos bucales masticadores arrancan trozos de tejido de la hoja o del fruto, dejando agujeros en la planta. Dado que estos insectos por lo general ingieren tejido vegetal, los insecticidas aplicados a la superficie de la planta pueden ser eficaces. Por el contrario, los insectos con aparatos bucales chupadores no se alimentan del exterior de la planta, sino que consumen la savia del interior de la misma, matando las células vegetales. En esta situación, el daño a la planta puede incluir la distorsión de las hojas, el punteado amarillo o los granos arrugados.   Dado que los insectos con aparatos bucales chupadores sólo se alimentan de los jugos internos de la planta, los insecticidas aplicados en la superficie de la planta no serán eficaces.

Los daños causados por la alimentación de los insectos, las telarañas (Figura 6) u otras actividades de los insectos pueden parecerse a muchas enfermedades bacterianas, fúngicas (Figura 7) o víricas o a los síntomas de deficiencia de nutrientes de las plantas. Antes de tomar medidas contra una supuesta plaga de insectos, verifique que los síntomas que observa no están causados por una infección bacteriana, vírica o fúngica. Los insecticidas no son eficaces contra este tipo de infecciones, y el uso inadecuado de insecticidas desperdicia los valiosos recursos de los productores y puede matar a los insectos beneficiosos. Para ver comparaciones visuales de enfermedades comunes y daños causados por plagas, consulte este recurso [http://edn.link/photoi].

 
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Figura 7. Los síntomas foliares de las enfermedades fúngicas, como el mildiú lanoso (A) y el mildiú polvoroso (B), pueden tener un aspecto similar a los daños causados por los insectos picadores-chupadores. El mildiu lanoso está restringido por las nervaduras de la hoja, lo que le da un aspecto de bloque con un crecimiento fúngico blanco en el envés de la hoja. El mildiú polvoso tiene pequeñas decoloraciones circulares en toda la superficie de la hoja, a menudo formando esporas blancas en cualquier superficie de la hoja. Cualquiera de ellos puede confundirse con los daños causados por los insectos picadores-chupadores (C, daños causados por el chinche de encaje en frijol sable con foto inserta de ese chinche), que causan una decoloración puntual donde se han alimentado en el envés de la hoja. Esto puede dar lugar a manchas necróticas de color marrón que se parecen al mildiú polvoso. Fuente: Personal de ECHO

Muestreo

El objetivo de la observación es estimar la población de plagas en un campo o huerto, en lugar de hacer un conteo o recuento de toda la población de insectos. Esta estimación basada en muestreo le permite determinar si intervenir para controlar la plaga merece el tiempo, el dinero y los posibles efectos negativos, o si debe esperar y seguir monitoreando la población de la plaga.

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Figura 8. Ejemplo de patrón de muestreo “M” (izquierda) y “W” (derecha). Cada caja consistiría de varias plantas, cada una de las cuales se inspecciona para determinar la presencia o la actividad de los insectos. Fuente: Stacy Swartz

Puede tomar muestras de insectos mediante comportamientos activos o mediante trampas pasivas. Para ambos métodos, considere con cuidado dónde tomar las muestras; si no lo hace, los resultados podrían carecer de sentido. La densidad de las poblaciones de insectos varía a través del campo, así que asegúrese de revisar varias zonas en forma aleatoria. Muchos insectos se concentrarán en una zona del campo, pero estarán presentes en un número mucho menor en otros lugares. Si sólo toma muestras en la zona de más infestación, podría pensar que la población de la plaga es mucho mayor de lo que realmente es. Si toma muestras en otros lugares, podría cometer el error contrario de creer que los niveles de insectos son muy bajos, cuando no lo son. En general, la mejor manera de realizar un muestreo activo es recorrer un patrón en forma de “M” o “W” (Figura 8) por todo el campo o huerto, haciendo de 5 a 10 paradas para inspeccionar las plantas y buscar presencia o actividad de insectos. Por ejemplo, cuando se busca el cogollero del maíz, se recomienda hacer 5 paradas en ese patrón e inspeccionar 20 plantas de maíz seguidas en cada parada. Al realizar la observación, también preste atención a las zonas del campo que podrían tener peores daños que otras (por ejemplo, las orillas del campo a menudo tienen mayores daños debido a los puntos de entrada de las zonas circundantes). En estos casos, podría utilizar estrategias de intervención sólo en esas zonas, pero no en el resto del campo. Para más información sobre cómo monitorear, consulte EDN 136 [http://edn.link/insectmonitoring] (Liptak y Motis, 2017). 

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Figura 9. Una red entomológica fabricada con una funda de almohada, alambre grueso, bambú y un amarre de goma. Fuente: Annie D.

Muestreo activo

Usted puede lograr un muestreo activo de varias maneras. La red entomológica es una forma de estimar la población de insectos en todo un campo. Para construir una red entomológica básica con materiales locales, tome un saco de tela de color claro, coloque un aro de alambre firme alrededor de la abertura (de 30 a 38 cm de diámetro) y sujételo a un palo o una pértiga (Figura 9). Las redes entomológicas funcionan mejor para los cultivos bajos, como el arroz y otros granos pequeños, o los frijoles no trepadores antes de que florezcan y para plantas frutales que son lo suficientemente fuertes como para soportar los daños sin perder la fruta o demasiada masa foliar. Estas redes también funcionan mejor con los insectos que se desprenden fácilmente de las plantas.

La técnica de colecta por golpeo funciona bien para las plantas que son demasiado grandes para una red entomológica. Para utilizar esta técnica, golpee o sacuda ramas individuales sobre una lona o sábana y registre el número y el tipo de insectos que caen sobre la lona o sábana. El golpeo funciona mejor en temperaturas frescas temprano en la mañana, cuando es más probable que los insectos caigan de las ramas que salgan volando.

Con la técnica de indexación de la población, uno mide indirectamente la población de la plaga al observar las señales de daño de los insectos. Por ejemplo, puede estimar el porcentaje de defoliación de las hojas, la cantidad de excremento (heces)  de los insectos, y/o o la presencia de casas, nidos, telarañas, agujeros de salida o túneles en los frutos o los tallos. También puede escuchar los sonidos de los insectos, como de morder o masticar, para ayudarle a estimar los posibles daños causados por ellos.

Mientras observa buscando evidencia de plagas de insectos, asegúrese de recopilar y registrar los datos (incluidas las observaciones). La información le permitirá monitorear los cambios en la población de insectos a lo largo de la temporada de siembra; también puede ayudarle a saber cuándo debe hacer la tarea de observación  en las siguientes temporadas. Puede ver un ejemplo de hoja de registro de observación elaborada por el Canadian Foodgrains Bank, en este documento [http://edn.link/faw]. Aunque originalmente se utilizó para el cogollero, el recurso puede adaptarse a otras plagas.

Algunas plagas plantean una amenaza a la seguridad alimentaria regional. Para ellas, quizás haya recursos disponibles dirigidos a monitorear la propagación, alertar a los productores y generar sensibilización al respecto en toda la comunidad y la región. Dichos recursos no deben remplazar la observación activa en un campo particular, pero pueden ayudarle a saber cuándo enfocarse en la observación. Entre los ejemplos se incluye la aplicación móvil Fall Armyworm Monitoring and Early Warning System (FAMEWS) [http://edn.link/2gp74n] mobile app y Locust Watch [http://edn.link/6mzwhc] (para la langosta del desierto). Ambas están disponibles a través de la FAO.

Muestreo pasivo 

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Figura 10. Productor usando un recipiente viejo de plástico amarillo y aceite de motor (no utilizado) para atrapar plagas. Fuente: Patrick Trail

El muestreo pasivo suele incluir el uso de trampas para insectos. Las trampas van desde las altamente sofisticadas y caras trampas de feromonas hasta un recipiente lleno de agua jabonosa. Al hacer una trampa casera, tenga en cuenta el color de la trampa; la forma en cómo quedará atrapado el insecto dentro o sobre la trampa; y con qué frecuencia piensa revisar la trampa. Como ejemplos, podría utilizar agua jabonosa en panas o platos de colores (a menudo el amarillo es el más atractivo para los insectos; Figura 10); cartón/láminas/tarjetas cubiertas con algún material pegajoso y luego colgadas de un árbol o colocadas en una estaca en un campo; o una trampa soterrada enterrando una taza, de modo que los insectos que caminan por el suelo caigan dentro. Véase en esta entrada de un blog de investigación [http://edn.link/j4jfc2]  una comparación de estos tres tipos de trampas colocadas en un campo de sorgo en la Finca Global de ECHO en Florida. Añada siempre un poco de jabón a las trampas que contienen agua, para romper la tensión superficial del agua. De lo contrario, al ser los insectos lo suficientemente pequeños se quedarán en la superficie del agua y escaparán. Para controlar las plagas que vuelan de noche, como las polillas, puede considerar una trampa de luz. La fruta u otros atrayentes, como la carne, pueden hacer que una trampa sea más eficaz o incluso convertirse en la propia trampa. Por ejemplo, en las regiones templadas, cuando se vigila la mosca del manzano (una plaga de las manzanas), la trampa es a veces una bola de plástico roja cubierta con un material pegajoso y a veces una manzana real cubierta igualmente con material pegajoso. Tenga en cuenta que estas trampas pretenden ayudarle a determinar el estado de vida de la plaga, cuándo están activas y aproximadamente cuántas hay. No están diseñadas para capturar suficientes insectos para controlar la plaga.  

Si usted está sembrando un cultivo de gran valor, quizás desee adquirir señuelos o atrayentes de feromonas preparados en laboratorio (si están disponibles) para ayudarle a controlar plagas específicas.

Umbrales de la intervención 

Una de las decisiones más difíciles que tendrá que tomar como productor es determinar cuándo una población de plagas es lo suficientemente grande para que deba intervenir a fin de controlar la población.

l límite superior de daños (también conocido como nivel de daño económico; Figura 11) es el punto en el que la utilidad perdida por los daños de la plaga es mayor al costo de lo que tomaría intervenir. (Si se utiliza un insecticida, los costos incluirían los materiales y el tiempo dedicado a mezclar, cargar y rociar). En términos ideales, no se tendría que llegar a este punto, porque se intervendría antes.

EDN151 Figura 7

Figura 7. Este diagrama ayuda a explicar el momento de la intervención. El límite inferior de daños significa cuándo debe intervenirse para controlar la población de la plaga y evitar que alcance el límite superior de daños. Si no se interviene, es probable que la población de la plaga supere el límite superior de daños. Fuente: Stacy Swartz

El límite inferior de daños (umbral económico) es el umbral de actuación. En este punto, pronto se enfrentará a una pérdida económica si no toma medidas con rapidez. En el límite inferior de daños, tiene que tomar una decisión sobre cómo controlar la población de la plaga para evitar que alcance el límite superior de daños.

Los niveles límite superior e inferior varían de una plaga a otra y de un cultivo a otro. Dependen de una serie de factores que incluyen entre otros el valor de la cosecha, la localización de los daños causados por los insectos y la madurez del cultivo. El valor del cultivo, el factor más importante, se basa en la rentabilidad financiera y/o la necesidad del cultivo como alimento para la familia. Los cultivos que tienen más valor tienen límite de daño inferior. Los límites también varían en base al tipo de insecto que causa el daño y a en qué parte del cultivo se está alimentando. Por ejemplo, los árboles frutales en general toleran un mayor número de insectos que se alimentan de las hojas que de insectos que se alimentan directamente de los frutos. Por lo tanto, los umbrales de daño para los árboles frutales serán normalmente más bajos para los insectos que se alimentan de los frutos que de las hojas.  La edad del cultivo también modifica los límites, ya que las plantas normalmente toleran más daños en determinadas etapas de crecimiento. Por ejemplo, las semillas recién germinadas o los trasplantes pequeños no pueden tolerar tantos daños como las plantas más grandes y establecidas.

La presencia de insectos que transmiten enfermedades (vectores) también resulta en límites inferiores de daños. La presencia de relativamente pocos de estos insectos puede causar daños significativos, mucho más allá de los derivados de su alimentación. Un ejemplo de vector es Bemisia tabaci, una mosca blanca que transmite el virus del mosaico africano de la yuca.

Intervención

Una de las decisiones más críticas que un productor toma durante la época de siembra es cómo controlar eficazmente las plagas para preservar la productividad y el valor económico de un cultivo. La reacción de un productor al ver plagas en sus cultivos o granos es intervenir para proteger su medio de vida. 

Siempre priorice las opciones de control de plagas que se ajusten al contexto local y utilice recursos disponibles a nivel local. Si una intervención requiere procurar recursos de fuera de la comunidad, primero considere otras alternativas. Intente establecer sistemas que garanticen el acceso y la disponibilidad de estos recursos a largo plazo. Quizás tenga que:

  • Apoyar el emprendimiento local,
  • crear un plan de manejo de plagas para toda el área de modo que la carga recaiga en toda la comunidad en lugar de productores individuales, o
  • establecer sistemas de apoyo gubernamental u organizativo.

Además, evalúe si una práctica será apropiada en términos culturales. Pida opiniones y averigüe los sentimientos de los miembros de la comunidad que puedan verse afectados por el plan de manejo de plagas.

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Figura 2. Categorías de métodos de control (derecha) y ejemplos de estrategias (izquierda) para el control supresor de plagas. 
Fuente: Stacy Swartz

Al seleccionar las opciones de control de plagas, utilice intervenciones que sean eficaces, que tengan el menor impacto sobre la comunidad y el medio ambiente circundantes y que sean complementarias cuando se integren. Cuando no se tenga disponible información sobre una especie o un cultivo específicos, quizás tenga que probar las posibles estrategias en una zona pequeña para determinar cuál es la más eficaz. A veces, los cambios estacionales normales son suficientes para mantener a raya las enfermedades o las plagas, sin ninguna intervención más que ajustar el momento de la siembra. Por ejemplo, las enfermedades que florecen en condiciones de humedad pueden casi desaparecer durante la estación seca. En este artículo se describen las opciones de supresión para las situaciones que requieren una intervención en respuesta a plagas o enfermedades observadas. Las opciones de control de plagas se tratan en las categorías mencionadas en la figura 12. Las estrategias de supresión matan o atrapan plagas, reduciendo las poblaciones existentes.

Culturales

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Figura 13. Planta de tomate en maceta con pocas hojas restantes, especialmente en la base. Fuente: Stacy Swartz

Los controles culturales modifican el ambiente alrededor de las plantas para hacerlo menos favorable a las plagas. En los principales cultivos que uno tiene es posible que las plagas se alberguen o sean huéspedes de otras especies de plantas que crecen en su campo o huerta o cerca de ellos. Las plagas de su(s) cultivo(s) principal(es) también pueden ser albergadas por otras especies de plantas que crecen en su campo o jardín o en sus inmediaciones. Eliminar o podar estas plantas hospederas alternativas puede ayudar a minimizar la población de plagas. Si también utiliza el control biológico, conserve -en la medida de lo posible- los árboles, arbustos o malezas cercanos a su cultivo que los depredadores naturales utilizan como refugio, alimento y nido. También puede utilizar prácticas culturales en su cultivo principal (Tabla 6). Las plantas de tomate, por ejemplo, pueden manejarse a fin de minimizar las enfermedades bacterianas y fúngicas. La humedad en el dosel foliar es mayor alrededor de las hojas más cercanas al suelo, razón por la cual estas enfermedades transmitidas por el agua por lo general infectan primero las hojas inferiores y luego se extienden hacia arriba al resto del dosel. Cuando se eliminan las hojas inferiores del tomate, se reduce la humedad cerca de la superficie del suelo al aumentar el flujo de aire (Figura 13). Hacerlo al principio de la temporada reduce el desarrollo temprano de enfermedades en esa época.

Tabla 6. Prácticas, descripción de prácticas y ejemplos específicos de intervenciones culturales. 
Estrategia Descripción Ejemplo 
Eliminar las partes/individuos enfermos Con herramientas estériles1, pode partes de la planta (hojas) o plantas enteras que estén muy enfermas o infestadas. Para las cucurbitáceas (p. ej. las calabazas) con daños excesivos de mildiu, puede retirar las hojas que estén muy infestadas y dárselas a los animales como alimento. No las utilice como mulch, ya que el patógeno puede seguir propagándose.
Eliminar las plantas hospedadoras alternativas Con herramientas estériles1, elimine las plantas hospedadoras alternativas que estén muy enfermas, infestadas o que alberguen vectores. Si cultiva cítricos, elimine el árbol de hoja de curry (Murraya koenigii) o el naranjo de jazmín (Murraya paniculata), que son huéspedes de los psílidos asiáticos de los cítricos que propagan la enfermedad del enverdecimiento de los cítricos (Gast et al., 2018).
Uso de sistemas de riego eficientes Para reducir las enfermedades transmitidas por el agua, riegue según las necesidades de las plantas y dirija el agua a la base de los tallos. Cambie el riego aéreo (que moja las hojas) por el riego por goteo o el riego manual en la base de las plantas. Apoye las plantas con estacas o espalderas para minimizar el contacto de las hojas de las plantas con la humedad de la superficie del suelo. 
1Las herramientas se pueden esterilizar con alcohol isopropílico, vinagre, lejía o calor intenso para eliminar los patógenos que puedan quedarse en la herramienta por su uso anterior.

Mecánicas/físicas 

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Figura 14. Arcilla de caolín rociada sobre una planta de tomate en maceta. Fuente: Stacy Swartz

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Figura 15. Un cubo de agua jabonosa con chinches de patas de hoja (Hemiptera). Fuente: Annie D.

Las intervenciones mecánicas para el control de plagas en general se categorizan como pasivas o activas. Las opciones pasivas incluyen películas, polvos, aceites, jabones y trampas. Las películas, como la arcilla de caolín (Figura 14), pueden impedir que los insectos se posen en las plantas o que se alimenten de ellas, pero hay que volver a aplicarlas a medida que la planta genera un nuevo crecimiento. Los polvos, como la tierra de diatomeas, pueden colocarse alrededor de la base de las plantas para evitar que las plagas rastreras accedan a ellas. También pueden colocarse polvos en las hojas como elemento disuasorio para la alimentación. Los aceites y jabones que matan plagas son controles físicos porque su efecto es a corto plazo y actúan físicamente sobre la plaga sofocándola o rompiendo los tejidos exteriores sensibles. Los aceites y jabones deben entrar en contacto con las plagas y son más eficaces contra los insectos de cuerpo blando, como los áfidos o pulgones, las cochinillas, las moscas blancas, los ácaros y las escamas. Con frecuencia es necesario repetir la aplicación para controlar una población ya que los aceites y jabones son más eficaces para controlar a los individuos jóvenes. Las trampas se utilizan principalmente para controlar plagas, pero pueden tener aplicaciones para reducir las poblaciones de plagas (Tabla 7). Controlar con trampas poblaciones grandes o densas es difícil.

Las opciones de control mecánico activo incluyen recoger las plagas a mano y eliminarlas, las aspiradoras o los sopladores (neumáticos) y la inmersión en agua caliente. Recoger y eliminar las plagas de las plantas a mano funciona bien en zonas pequeñas. Jason Weigner compartió que:

Este es un gran trabajo para hacer que los niños locales ayuden. En una comunidad Ayore me pidieron que ayudara con los escarabajos vesicantes que se estaban comiendo todos sus chiles/ajíes. Había tan pocos arbustos que pudimos controlarlos rápidamente convirtiéndolo en un juego con los niños. Hicimos unos atrapadores de escarabajos con botellas de Coca-Cola con agua jabonosa en el fondo y ¡fue una carrera para ver quién atrapaba más!

Se puede arrancar o aplastar orugas a mano. Los escarabajos, chinches hediondos y otros insectos más grandes pueden meterse en un cubo de agua jabonosa. El jabón rompe la tensión del agua, haciendo que los insectos se ahoguen en el cubo (Figura 15). Las aspiradoras de baja tecnología aspiran las plagas de las plantas en recipientes que luego se vierten en agua jabonosa; este método se utiliza sobre todo para recoger especímenes para la identificación de plagas. La inmersión en agua caliente mata eficazmente a la mosca tefrítida inmadura de la fruta (Diptera: Tephritidae) dentro de la fruta de mango (Vincent et al., 2002).

Tabla 7. Prácticas, descripción de prácticas y ejemplos específicos de intervenciones mecánicas.
Estrategia Descripción Ejemplo
Recoger 
(a mano)
Recoja los insectos a mano y póngalos en un recipiente con agua jabonosa o sacúdalos de la planta directamente al recipiente. Los chinches hediondos (familia Pentatomidae) dañan los tomates, el grano de arroz y mucho más. Recoja a mano los adultos de chinches hediondos por la mañana, mientras están aletargados. Esta práctica puede ayudar a disminuir las poblaciones si se implementa temprano (poco después de que se detecten los chinches hediondos).
Cultivo Las trampas a menudo se utilizan para el monitoreo, pero también pueden emplearse para controlar las poblaciones de plagas en áreas más pequeñas, eliminando fases biológicas específicas de la plaga o reduciendo números en general. Se utiliza una azada de estribode doble filohoe para cortar las malezas justo por debajo o a nivel del suelo.
Trampas Traps are often used for monitoring but can also be used to control pest populations in smaller areas by removing specific life stages of the pest or reducing overall numbers. Las trampas adhesivas en los viveros o invernaderos pueden ayudar a controlar las poblaciones de mosca blanca si se instalan pronto, cuando la población es pequeña. Sólo son eficaces contra la mosca blanca adulta. 
Otras modificaciones mecánicas Alterar el ambiente que rodea a las plantas o a las semillas puede eliminar ciertas fases biológicas de las plagas o poblaciones enteras de plagas. Considerar: Calefacción solar para el gorgojo del caupí (Callosobruchus maculatus; personal de ECHO, 1992).

También existen técnicas mecánicas/físicas para manejar las plagas y enfermedades en las semillas o granos almacenados. Pulir los granos para eliminar la capa exterior de la semilla con molinos mecánicos ayuda a eliminar las plagas antes del almacenamiento. Una vez almacenado, mantener el grano en contenedores sellados excluye las plagas y la humedad; las condiciones secas previenen el crecimiento del moho. También se puede bajar o sustituir el oxígeno para modificar físicamente el ambiente en los contenedores de almacenamiento sellados, matando las plagas del almacenamiento o minimizando los daños que causan. Técnicas como el vacío y la sustitución del oxígeno por dióxido de carbono son revisadas por Motis (2020) en EDN 146 [http://edn.link/lowoxygen].

Biológicos

El control biológico reduce las plagas mediante el manejo de otros organismos vivos. Los enfoques biológicos para el control de plagas son sólidos en términos ecológicos, seguros en términos ambientales y se autoperpetúan. La mayoría de los depredadores naturales son específicos de cada especie y, por tanto, no son una amenaza para las especies no objetivo como las que no son objeto de la plaga, como las especies polinizadoras [http://edn.link/6ryxxy]. Por último, el control biológico a lo largo del tiempo aporta estabilidad a un agroecosistema; esto sucede a medida que se reducen las poblaciones de plagas, se moderan sus fluctuaciones y se necesitan menos intervenciones. No es probable que el control biológico por sí solo resuelva un problema de plagas. Más bien, complementa otras estrategias de control, al apoyar la eficacia a largo plazo de un plan de MIP.

Es probable que los depredadores naturales ya estén presentes y activos en su región. Usted puede agregar un componente biológico a su estrategia de MIP simplemente permitiendo que estos depredadores prosperen. Lea la sección 'manejo del hábitat’ del artículo sobre prevención de plagas para obtener ideas sobre cómo atraer y mantener a los depredadores naturales en su huerto. 

También puede reintroducir depredadores naturales que son nativos del área pero que han abandonado la región. Este proceso, llamado aumento, es más fácil de poner en práctica si ya existen hábitats de apoyo que puedan mantener a los depredadores naturales durante todo el año; sin esos hábitats, el productor debe comprar y liberar depredadores nativos cada temporada. La introducción de depredadores no nativos para controlar plagas locales se denomina control biológico clásico y es demasiado caro y arriesgado para la mayoría de los contextos de los pequeños productores. Consulte con los servicios de extensión locales para ver qué programas existen y qué depredadores están disponibles para su distribución y liberación. Por lo general agencias de gobierno, instituciones educativas u otras organizaciones son responsables de la investigación y la crianza de depredadores nativos o exóticos (Tabla 8).

Tabla 8. Prácticas, descripción de prácticas y ejemplos específicos de intervenciones biológicas.
Estrategia Descripción Ejemplo
Depredadores naturales Un productor mantiene algunas plantas hospederas de plagas, plantas que alimentan a los depredadores naturales adultos y/o plantas que albergan a los depredadores naturales para promover el establecimiento de poblaciones locales. Siembre unos cuantos girasoles fuera de temporada, los chinches hediondos se trasladarán desde su cultivo, lo que fomentará que los chinches soldado (y otros depredadores naturales) se queden en el área.
Aumento Un entomólogo sale en busca de depredadores o parasitoides naturales autóctonos que ya no están en la región y los trae de vuelta. Compre o solicite avispas parasitoides que hayan sido criadas por una universidad local, un centro de investigación o una agencia gubernamental. Una vez obtenidas, puede liberarlas en su área de producción. El miembro de la red Noah Elhardt compartió un ejemplo de un hortelano que practica la estrategia de aumento. 1
Control biológico clásico Un entomólogo busca depredadores o parasitoides potenciales no autóctonos que, al ser introducidos, podrían controlar la plaga. Los investigadores crían los insectos potenciales, comprueban su propensión a ser invasores y descartan los depredadores que no son buenos candidatos. Introducción de la avispa depredadora (Tamarixia radiata) para ayudar a controlar las ninfas del psílido asiático de los cítricos (Michaud, 2004). Esto por lo general es un esfuerzo demasiado costoso para los productores o incluso para las cooperativas de productores.
Disruptores microbianos de las membranas del intestino medio Microbios que, después de ser ingeridos por una plaga, producen toxinas proteicas que crean agujeros en el intestino medio de la plaga. Algunos Bacillus sp. se venden comercialmente en muchos lugares del mundo y pueden aplicarse por vía foliar. Las plagas consumen entonces las bacterias a medida que comen el tejido del cultivo.
Hongos que matan insectos Algunos hongos son entomopatógenos, que significa que parasitan y completan su ciclo vital en especies de plagas. El hongo Ophiocordyceps unilateralis completa su ciclo vital en una sola especie de hormiga carpintera (Camponotus leonardi), transformando el exoesqueleto de la hormiga en un tipo de momia (Shang et al., 2015).
1   Ser observador a veces puede llevar a oportunidades baratas que generan crecimiento. Noah Elhardt contó la historia de un hortelano que observó que las agresivas termitas que causaban problemas en sus huertos eran presa de una especie de hormiga (Megaponera analis) que vivía en el bosque cercano. El hortelano despejó los caminos para que las hormigas del bosque llegaran directamente hacia sus huertos, facilitando que las hormigas incursionaran con éxito en su huerto y vencieran a las termitas..

Los organismos beneficiosos cazan y matan activamente a las plagas por necesidades metabólicas o reproductivas. Entre los depredadores beneficiosos se incluyen muchas especies de hormigas que consumen orugas jóvenes (Figura 16A), pulgones y otros insectos de cuerpo blando. Las avispas Prionyx cazan y consumen saltamontes (Figura 16B). Los parásitos beneficiosos, conocidos como parasitoides, depositan sus huevos dentro de la plaga y acaban matándola (Figura 16C). El grupo más conocido de parasitoides son las muy diversas avispas parasitoides. Cada especie de avispa parasitoide pone sus huevos dentro de un huésped muy específico, que puede ser un insecto de cuerpo blando, como un pulgón u oruga, o incluso un escarabajo de caparazón duro. Para cada plaga de los cultivos, es probable que exista al menos un parasitoide para atacarla. Van Lenteren et al. (2018) describen el uso de muchas especies distintas para el control biológico en todo el mundo. 

 
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Figura 16. Hormiga carpintera (Camponotus sericeus) depredando una oruga (A) y avispa depredadora (Prionyx sp.) depredando un saltamontes (B). Oruga del gusano de la hierba parasitada. Las protuberancias blancas y esponjosas son sacos de huevos del parasitoide (C). Fuente: Noah Elhardt (A y B) y Jason Weigner (C)

El control biológico es una inversión a largo plazo. Las avispas parasitoides, por ejemplo, no controlan por sí solas las poblaciones activas de orugas, pero reducen su número en las generaciones futuras. Por eso el control biológico es una parte vital del MIP.

Químicos

Breve historia de los plaguicidas o pesticidas

A lo largo de la historia y a través de las culturas, los agricultores han utilizado una variedad de recursos, estrategias y prácticas para manejar las presiones de los insectos en el campo. Durante miles de años se han utilizado compuestos derivados de la naturaleza (p. ej. azufre) como plaguicidas. Por el contrario, los plaguicidas sintéticos apenas se han producido y utilizado desde la década de 1940.

Tendencias en el Norte Global: La combinación de la Revolución Industrial y la Revolución Verde en el Norte Global permitió la rápida difusión y el uso generalizado de los plaguicidas sintéticos sin considerar la salud humana o ambiental. Las preocupaciones asociadas al uso de los plaguicidas surgieron en la década de 1960, lo que llevó al establecimiento de agencias de protección. En la actualidad los plaguicidas están en gran parte controlados por regulaciones gubernamentales que varían entre países, pero que en general apuntan a proteger a los trabajadores agrícolas, los manipuladores de plaguicidas y el medioambiente. 

Tendencias en el Sur Global: En el Sur Global, el acceso, el uso y la regulación de los plaguicidas sintéticos han variado con el tiempo y entre regiones. El uso de plaguicidas en Sur y Centroamérica ha aumentado en las últimas tres décadas, mientras que en otras regiones del trópico ha seguido siendo aproximadamente el mismo (FAOSTAT, 2019; Schreinemachers y Tipraqsa, 2012). Hasta un 25% de los países en el Sur Global carece de regulaciones sobre plaguicidas y (donde existen dichas regulaciones) su aplicación. Esto se debe a recursos insuficientes, falta de incentivos para su aplicación, estándares ambientales limitados, y la falta de cohesión entre los departamentos pertinentes (Phung et al., 2012; Schreinemachers y Tipraqsa, 2012; Kegode, 2019). A menudo los productores no están suficientemente educados sobre cómo mezclar y manipular apropiadamente los plaguicidas, eliminar los recipientes de plaguicidas y usar equipo de protección personal. En un esfuerzo por unificar las normas internacionales sobre manejo de plaguicidas y reducir algunos de los efectos negativos de los vacíos regulatorios, la FAO y la OMS publicaron conjuntamente el Código Internacional de Conducta para la Gestión de Plaguicidas.

2 Otros términos similares que se utilizan son orgánico y comercial, pero para fines de este artículo, nos quedaremos con natural y sintético porque hay plaguicidas orgánicos que son tanto naturales como sintéticos, pero las categorías natural y sintética no se superponen.

Las opciones químicas, como las llamamos en este artículo, son las que funcionan activamente contra las plagas mediante sustancias que son tóxicas o que las repelen. Los métodos de control químico incluyen los plaguicidas tanto naturales como sintéticos 2. El ingrediente activo de un plaguicida es la parte que es tóxica o repelente. El resto del plaguicida son ingredientes inertes. Es posible seleccionar insecticidas naturales y/o sintéticos que son “biorracionales” en el sentido de que atacan plagas específicas, tienen un impacto mínimo sobre el medio ambiente y tienen una toxicidad baja o nula en las especies no objetivo.

Modo de acción

El modo de acción de una intervención química describe cómo un plaguicida, ya sea natural o sintético, controla la plaga. Los modos de acción básicos se resumen en la Tabla 9.

Tabla 9. Descripciones del modo de acción y ejemplos para una lista generalizada. 
Modo de acción Explicación Ejemplo(s) sintético(s) Ejemplo(s) natural(es)
Inhibidores Inhiben el crecimiento de las plagas, la síntesis de enzimas, la muda, la creación de quitina u otras vías metabólicas importantes Organofosfatos
Bromuro de metilo
Carbamatos
Decaleside (de Decalepis hamiltonii) y Rotenona (presente en muchas plantas, como Tephrosia vogelii
Bloqueadores de canales Bloquean canales en vías neurológicas u otros canales metabólicos importantes (p. ej. el sodio) Indoxcarb Tetrodotoxina (de Taricha granulosa
Moduladores Mantienen abiertos los sistemas neurológicos o metabólicos, a menudo provocando desequilibrios en uno o varios sentidos; un resultado común es el desorden en la alimentación DDT
Neonicotinoides
Piretroides
Piretrina
Nicotina
Capsaicinoides (en los pimientos picantes)
Imitadores de hormonas juveniles Perturban e impiden la metamorfosis Análogos de las hormonas juveniles Algunas Echinacea spp. imitan las hormonas de los adultos
Desconocido El modo de acción de algunos plaguicidas todavía es desconocido Algunos plaguicidas tienen más de un modo de acción   Azadiractina (en el neem, Azadirachta indica)

 

3 La resistencia a los plaguicidas es un proceso gradual en el que una población de plagas se vuelve menos susceptible a un plaguicida que antes era eficaz.

Al crear un plan de manejo de plagas, seleccione plaguicidas con diferentes modos de acción y programe su aplicación para variar el modo de acción. La diversificación de los modos de acción aumenta la probabilidad de controlar poblaciones enteras de plagas (p. ej., todos los estadios de vida) y evita la resistencia a los plaguicidas.3 En la tabla 10 se presentan categorías, descripciones y ejemplos de intervenciones químicas.

Tabla 10. Categorías de productos químicos, descripción de productos químicos y ejemplos específicos de intervenciones químicas.
Estrategia  Descripción Ejemplo
Productos químicos naturales Productos químicos extraídos de fuentes naturales. No siempre son los más seguros y pueden requerir EPP para su aplicación y tienen restricciones sobre dónde y cuándo uno puede utilizarlos. La azadiractina se extrae de las semillas y las hojas del neem (en una concentración más baja) y se aplica a los cultivos para controlar una serie de plagas, principalmente los insectos picadores-chupadores. 
Productos químicos sintéticos Productos químicos fabricados. Pueden ser más o menos tóxicos que los productos químicos naturales. El piretroide es un compuesto fabricado que imita las piretrinas naturales (producidas naturalmente por las flores del crisantemo).
Productos químicos selectivos Productos químicos específicos para una especie o grupo de insectos Estos productos químicos no afectan a organismos fuera de un estrecho rango de especies objetivo. Los carbamatos que contienen cloro, como RynaXypyr®, se dirigen a los lepidópteros inmaduros, pero no a otros grupos de insectos.
Productos químicos de amplio espectro Productos químicos que afectan ampliamente más que sólo a la especie de plaga que se intenta controlar.  Las piretrinas y los piretroides matan hormigas, mosquitos, polillas, moscas y pulgas, y afectan a otros organismos, como las abejas y los peces.
Aplicación preventiva Aplicación química antes de identificar y muestrear una plaga. Hay que tener cuidado con las aplicaciones preventivas pues con el tiempo pueden provocar resistencia a los plaguicidas debido a la frecuente exposición de la plaga al producto químico. Aplicación de imidacloprid, un plaguicida sistémico (absorbido y distribuido a través del tejido vegetal) antes de identificar la presencia de alguna plaga para asegurar el control del psílido asiático de los cítricos, un vector de la enfermedad del enverdecimiento de los cítricos (Gast et al., 2018) 
Aplicación reactiva Aplicación química después de identificar y muestrear una plaga.  Aplicación de imidacloprid después de observar una plaga para cuyo control está autorizado el producto químico (principalmente insectos picadores-chupadores perforadores). 

Seguridad

4 El EPP recomendado puede ser diferente durante la mezcla del plaguicida vs. la aplicación, o puede ser diferente si se aplica en un vivero o en el campo. Asegúrese de leer cuidadosamente las etiquetas.

Al utilizar cualquier plaguicida, ya sea natural o sintético, es vital seguir las prácticas correctas de mezcla y carga, utilizar el EPP correcto y practicar medidas de seguridad durante la aplicación. Las etiquetas de los productos plaguicidas deben explicar el EPP necesario para contextos específicos4 que tienen recomendaciones de EPP distintas. Las etiquetas de los productos también deben incluir cualquier riesgo específico para la salud que corresponda al producto e instrucciones sobre cómo descontaminar posibles derrames. Los plaguicidas a veces se reenvasan y se venden sin etiquetas. Si un producto no tiene etiqueta, trate de buscar la información con el nombre del producto y de la compañía, el ingrediente activo o el nombre comúnmente utilizado. Absténgase de utilizar un producto plaguicida del que no conozca su nombre, ingrediente activo y los posibles riesgos para la salud. El uso de plaguicidas sin esta información no es seguro. 

Utilice sólo los plaguicidas conocidos por ser eficaces para la plaga objetivo y aplíquelos en una proporción coherente con un control eficaz de dicha plaga. Las proporciones de aplicación que varían de las recomendaciones pueden causar problemas de resistencia a los plaguicidas, contaminación ambiental o aumento de la toxicidad.

Al momento de aplicar plaguicidas, hay factores importantes a considerar:

  • Temperatura - Evite pulverizar/rociar los plaguicidas a temperaturas del aire mayores de a 30ºC, ya que pueden quemar partes de la planta. En su lugar, aplíquelo temprano en la mañana o al atardecer, cuando la temperatura es más baja y los rayos del sol son menos directos. 
  • Viento - No aplique plaguicidas si hay ráfagas o velocidades de viento constantes de más de 16 kph (10 mph). La velocidad del viento hace que la pulverización o rociado se desplace a las zonas circundantes, causando daños a organismos no objetivo, creando un problema de seguridad y reduciendo la precisión de la aplicación. 
  • Lluvia - La lluvia arrastra y diluye muchos plaguicidas. No los aplique si va a llover pronto. Si después de una aplicación ha llovido, preste mucha atención a sus cultivos para determinar si sería necesario una nueva aplicación. 
  • Fisiología vegetal - Las plantas más jóvenes son más sensibles a las quemaduras por plaguicidas que las plantas más viejas. Las quemaduras por plaguicidas son más probables cuando los rayos del sol son más directos y cuando se utilizan aceites. Si se aplica un plaguicida con aceite, rocíe temprano en la mañana o al atardecer. Las flores son más sensibles a los plaguicidas que otras partes de la planta, así que trate de no aplicar plaguicidas foliares cuando las flores están abiertas.
  • Proximidad a masas de agua - Muchos plaguicidas, ya sean naturales o sintéticos, tienen un impacto negativo sobre los ecosistemas acuáticos o semiacuáticos. Si está cerca de masas de agua, tome precauciones adicionales para evitar la deriva de la pulverización, la escorrentía de los plaguicidas (puede ocurrir si llueve poco después de la pulverización), o la aplicación excesiva (puede causar la lixiviación a las aguas subterráneas).
  • Efecto sobre las especies objetivo - Es importante saber cómo afecta un plaguicida a las especies objetivo. Es posible que sólo mate o repela una etapa de vida específica de la plaga y, por lo tanto, quizás sea necesario volver a aplicarlo más tarde para controlar eficazmente una población. Por ejemplo, los huevos son la fase vital más difícil de controlar, por lo que podría ser necesario volver a aplicar un plaguicida una vez que los huevos de la generación anterior hayan eclosionado. 
  • Efecto sobre las especies no objetivo - Es fundamental entender cómo un plaguicida puede afectar a las especies no objetivo. Esta consideración es importante si espera crear salud y equilibrio de largo plazo en su agroecosistema. Si hay efectos perjudiciales en las especies polinizadoras, en los agentes de control biológico u otros organismos deseables en su agroecosistema, reconsidere el uso del producto; explore otras alternativas o aplíquelo a las plantas antes de que florezcan (para evitar dañar a los polinizadores). 
  • Momento y la frecuencia de la aplicación- Muchos plaguicidas naturales son menos eficaces que los sintéticos. Por lo tanto, algunos plaguicidas naturales necesitan aplicarse cuando las poblaciones de plagas son bajas y aplicarse con frecuencia para garantizar que la población de plagas se mantenga dentro de niveles aceptables.
5Los IRE son períodos de tiempo necesarios para que un plaguicida que ha sido aplicado se descomponga, disipe o asiente lo suficiente para ser seguro cuando un trabajador agrícola vuelva a entrar a la zona de cultivo donde se aplicó el plaguicida. Una persona necesita capacitación especializada y posiblemente un equipo de protección adicional para entrar en una zona de cultivo antes de que expire el IRE.

Si aplica un plaguicida que puede dañar a las personas y los animales, comuníquese con los miembros de la comunidad local para asegurarse de que todos sepan cuándo y cuánto tiempo deben permanecer fuera del área. Los plaguicidas comerciales han publicado intervalos de entrada restringida (IRE) 5 que indican cuándo es seguro volver a entrar en la zona fumigada.

Integración de las intervenciones

Las opciones de intervención cultural, mecánica, biológica y química deben usarse cuando sean las más apropiadas para su contexto, las necesidades del cultivo y el nivel de daños. Seleccione las prácticas de cada categoría que se ajusten a sus necesidades, recursos y comodidad. Es poco probable que una práctica pueda controlar efectivamente las plagas y a la vez mantener la sostenibilidad a largo plazo. Por lo tanto, lo mejor es integrar su enfoque de manejo de plagas con una variedad de estrategias que atrapen, repelan y reduzcan las plagas de forma única (Figura 17). Los límites de los daños también varían según las medidas de control disponibles. Jason Weigner compartió una advertencia sobre la supresión de plagas a niveles que no sustenten especies de depredadores naturales: 

EDN152 Figure 7 Esp

Figura 7. Este diagrama muestra cómo los diferentes tipos de estrategias de control pueden afectar a una población de plagas. El control 1 no reduce la población tanto como el control 2, pero dura un poco más en su eficacia. La combinación de ambos controles puede tener un efecto aún mayor en la reducción de la población de la plaga. Fuente: Stacy Swartz

 

[Reducir] la población de la plaga a un tamaño demasiado pequeño podría hacer que el depredador muriera o se trasladara a [otra área], lo que entonces lleva a peores picos de aumento de la plaga en el futuro.

 

En Asia Note 42 [http://edn.link/qt6hxz] se describe un ejemplo de enfoque de MIP para tratar el gusano barrenador de la caña de azúcar en Bali. Empiece por considerar las prácticas en la base de la pirámide (Figuras 4 y 12) y vaya subiendo si es posible. Si ya se ha producido demasiados daños, quizás esto no sea posible y tenga que empezar con medidas de supresión más fuertes. La próxima temporada, intente invertir tiempo al principio de la temporada para aplicar opciones culturales, mecánicas o biológicas.

Evaluación y valoración

Después de intentar prevenir o controlar una plaga, los productores deben monitorear la actividad de la plaga para evaluar con precisión la eficacia de sus intervenciones y el enfoque general de manejo. El monitoreo de las plagas y la evaluación de la eficacia de una estrategia de prevención pueden demandar tiempo y paciencia pues muchas estrategias preventivas requieren semanas, meses o incluso años de implementación. Monitoree bien de cerca las estrategias preventivas al principio de la temporada de siembra para determinar si la estrategia evita que las poblaciones de plagas aumenten o entren en el campo. Para evaluar la eficacia de una estrategia de supresión dirigida a controlar las plagas existentes, vigile las poblaciones de plagas en el corto plazo, a los pocos días de la intervención, para garantizar la protección del cultivo. Si se utiliza una intervención química para controlar una plaga, empiece a monitorear las plagas sólo cuando sea seguro volver a entrar en las áreas de aplicación. Los intervalos de entrada restringida deben aparecer en las etiquetas del producto o encontrarse al investigar el ingrediente activo o nombre común del plaguicida. En la tabla 11 figuran algunos ejemplos de diferentes estrategias de control y algunos plazos estimados para el monitoreo.

Tabla 11. Monitorear consideraciones de calendario para cuatro estrategias de control de insectos.
Estrategia Tipo de control Categoría de control Calendario de monitoreo 
Etapas (e.g. control de escarabajos preventivo cultural Monitorear durante la primera temporada, especialmente al comienzo del ciclo vital de las plagas en la región.
Attracting beneficial insects preventivo biológico Monitorear durante varios años, incluso durante fuera de temporada, cuando no se está sembrando.
Rociar plaguicida sistémico*  supresor químico Monitorear en los 3-10 días siguientes al rociado.
Los plaguicidas sistémicos pueden tardar varios días en viajar a todas las partes de la planta después de su absorción para ser eficaces. 
Rociar jabón y aceite  supresor mecánico/físico Monitorear después de que el jabón y el aceite se sequen (en 2 días). El jabón y el aceite actúan sobre el exterior de la plaga, asfixiándola o rompiendo los tejidos exteriores. El aerosol sólo es eficaz mientras permanezca húmedo y haga contacto con las plagas.
*Los plaguicidas sistémicos son aquéllos que la planta absorbe y luego distribuye a través de sus tejidos para llegar a todas las partes de la planta.

El monitoreo de los niveles de plagas puede hacerse con las mismas técnicas resumidas la sección de ‘observación’ de este artículo. La actividad de las plagas puede variar en dependencia de las intervenciones que se utilicen. Algunas intervenciones son tóxicas y provocan la muerte de la plaga en una o varias fases vitales. Otras son disuasorias, que hacen que las plagas abandonen el cultivo. Otras provocan cambios en el comportamiento de las plagas, como la incapacidad de mudar o alimentarse, y tardan más tiempo en tener un efecto letal que las intervenciones tóxicas. Por lo tanto, es útil saber cómo afecta una estrategia a una plaga al monitorearla.

EDN153 Figura 4

Figura 18. Captura de pantalla de la aplicación ECHOcommunity después de introducir las observaciones sobre manejo de plagas en la función de eventos del ciclo vital. Fuente: Aplicación ECHOcommunity

l hacer el monitoreo, registre las observaciones sobre cómo están funcionando las intervenciones de manejo de plagas y los factores que pueden influir en su eficacia.

  • ¿Qué etapas vitales de las plagas objetivo están siendo afectadas?
  • ¿Qué nivel de letalidad/disuasión tiene la intervención en cada etapa vital?
  • ¿Cuánto tiempo tarda en afectar a la plaga?
  • ¿Hay algo único en el clima o el ambiente que pueda afectar a la eficacia de una estrategia?

Estas notas son útiles al evaluar qué intervenciones incluir o excluir de un plan de MIP. La aplicación ECHOcommunity (Figura 18) permite al usuario hacer un seguimiento y registrar información en la función “My Plant Records” (“Mis registros de plantas”). Seleccione  ‘Add a Lifecycle Event’ -> ‘Pest’ (“Añadir un evento del ciclo de vida” -> “Plaga”) y registre la información en la sección de notas. Son notas útiles para registrar la estrategia de manejo, las notas de monitoreo (tanto antes como después de implementar la estrategia) y otras observaciones. La función también permite añadir fotos al registro.

El monitoreo es esencial no sólo para evaluar la efectividad de una intervención, sino también para la protección continua de un cultivo. Si una estrategia no controla una población de plagas, repítala o utilice otra estrategia.

Evaluar estrategias 

Muchos factores repercuten en el grado de eficacia con que trabaja una estrategia de control de plagas. La lluvia poco después de una aplicación foliar puede limitar cuánto de producto queda en la planta para controlar la plaga. La temperatura del aire y la intensidad de la luz solar pueden influir en la rapidez con la que se descompone un plaguicida (natural o sintético) y, por tanto, en el tiempo que la plaga está expuesta a él. La exposición de las plagas a un plaguicida también es influida por la uniformidad del rociado, el tamaño de las gotas y por la superficie (por ejemplo, el envés, la parte de arriba de las hojas o todo el dosel) de la hoja que se haya rociado.

Las consideraciones del productor son vitales para que un plan de MIP tenga éxito y sea significativo. Una inversión sostenible y de largo plazo en la mitigación de plagas sólo es tan buena como sea aceptable para el productor o la comunidad agrícola. Por lo tanto, debe ser la evaluación del productor la que determine el valor de una estrategia. Los daños aceptables para un cultivo dependen de una serie de factores, muchos de los cuales son únicos para el contexto específico de un productor. Los factores que los productores deben tener en cuenta para evaluar el mérito de una estrategia se resumen en la tabla 12.

Tabla 12. Consideraciones de los productores que influyen en la valoración de las estrategias de MIP.
Factor Explicación
Uso planificado del cultivo Los daños causados por las plagas en un cultivo forrajero como el pasto elefante/napier (Pennisetum purpureum) por lo general son más aceptables que los daños causados por las plagas en un cultivo ornamental como el hibisco (Hibiscus spp.).
Madurez del cultivo Las plantas son más susceptibles de sufrir daños cuando son jóvenes, así que las intervenciones suelen ser más beneficiosas cuando se aplican antes que después en el ciclo de vida de un cultivo.
Disponibilidad de recursos  Si un productor debe viajar una gran distancia o no puede encontrar los materiales necesarios para una estrategia, disminuirá el valor de la misma.
Accesibilidad de recursos  Si un productor no puede desplazarse para conseguir materiales debido a las limitaciones de la infraestructura o a las condiciones meteorológicas, o no puede permitirse los materiales, disminuirá el valor de la estrategia.
Disponibilidad de información  Si un productor no puede encontrar información sobre un plaguicida o una estrategia, disminuirá el valor de la estrategia.
Accesibilidad de la información  Si un productor es analfabeto y toda la información disponible está escrita o si las instrucciones de la estrategia no están en su lengua materna, disminuirá el valor de la estrategia.
Costo de la estrategia La relación costo/eficacia de una estrategia debe ser favorable en términos económicos para el productor.
Limitaciones de tiempo  Si un productor no tiene tiempo para rociar un plaguicida varias veces, una estrategia que demanda repetitividad será menos valiosa.
Limitaciones de mano de obra  Si un productor no tiene suficiente energía o mano de obra para implementar una estrategia (etapas), disminuirá el valor de la estrategia.
Toxicidad Si una estrategia es muy tóxica (alto índice de letalidad) para la plaga, el productor puede valorarla más. Si una estrategia es muy tóxica para las especies no objetivo, como las abejas, el productor puede valorarla menos.
Impactos ambientales Si una estrategia tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente, el productor puede valorarla menos.
Opiniones de la sociedad  Si la comunidad no acepta, valora o se siente segura con una estrategia, el productor puede valorarla menos.
Prácticas tradicionales Si una estrategia va en contra de las prácticas tradicionales, puede ser difícil para un productor cambiar e ir en contra de las normas culturales.

Los cooperantes, los agentes de extensión y otros profesionales pueden ayudar a orientar a los productores haciéndoles preguntas sobre su satisfacción con una estrategia que hayan utilizado o simplemente monitoreando el cultivo junto al productor y pidiéndoles que compartan los éxitos y los retos de la temporada de siembra.

Hacer ajustes al Plan MIP orientados a un objetivo 

En cualquier momento del proceso de toma de decisiones del Manejo Integrado de Plagas pueden establecerse los objetivos, pero un buen momento para reevaluarlos es después de intervenir para controlar una población de plagas. En la medida de lo posible, considere la sostenibilidad como el objetivo general de los planes de manejo de plagas. La sostenibilidad económica, social y medioambiental de un plan es importante para el control continuo a largo plazo de las plagas agrícolas. Tener y retomar un conjunto de objetivos puede consolidar un plan de manejo de plagas en torno a ideas básicas que son importantes para un productor o una comunidad agrícola.

Un ejemplo de objetivos es:

  1. Mitigación de la pérdida de cosechas (no menos de un número mínimo de kg/acre) 
  2. Reducción a largo plazo de la presencia y la presión de las plagas
  3. Bajo impacto en el medio ambiente
  4. Aceptación por la comunidad circundante

Ahora es el momento de cerrar el ciclo del Manejo Integrado de Plagas al evaluar qué estrategias utilizar para futuras temporadas, incluyendo las modificaciones aprendidas o adoptadas, así como las lecciones aprendidas de temporadas anteriores. Como se comentó en artículos anteriores, el MIP es un proceso continuo (Figura 1) que debería mejorar con el tiempo a medida que adquiere experiencia, observa las plagas, implementa estrategias para controlar las poblaciones de plagas y evalúa las decisiones que ha tomado. 

Aprendiendo, observando y actuando, podrá evaluar los resultados y determinar si las decisiones de manejo de plagas son coherentes con sus objetivos. Este proceso es la evaluación de la estrategia.

Una aproximación a la evaluación es enumerar las estrategias bajo cada objetivo que abordan en orden de eficacia. Las estrategias que se mencionan con más frecuencia y que tienen mayor puntuación deben mantenerse/añadirse al plan de manejo de plagas. Elimine las estrategias que ya no vaya a implementar, indicando por qué ya no las continuará. Por ejemplo:

  1. Rotar los distintos modos de acción del rociado químico contra los chinches hediondos 
  2. Establecer plantas de flor blanca con nectarios para los depredadores beneficiosos de los chinches hediondos
  3. Comunicar a los productores vecinos el momento de las intervenciones para controlar el chinche hediondo, de modo que estemos más sincronizados en nuestros esfuerzos de control.
  4. Sembrar girasoles acompañantes para atraer al chinche hediondo de modo que lo aleje del cultivo principal: demasiado trabajo y no parece que haya una gran diferencia para la cantidad de trabajo que requiere. Quizás no haya programado correctamente la siembra para atrapar eficazmente a los chinches hediondos. 

Limitaciones potenciales 

Los pequeños productores se enfrentan a varios obstáculos que les dificultan poner en práctica un plan de MIP. Algunos productores cuyos campos están lejos de su casa quizás sólo pueden desplazarse al campo para realizar actividades de manejo importantes, como la siembra, el desmalezado y la cosecha. Este tiempo limitado en el campo a veces es insuficiente para captar las poblaciones de plagas a niveles que puedan controlarse de manera oportuna y eficaz. Es posible que los productores no puedan explorar los campos lo suficiente sin utilizar recursos valiosos (p. ej., tiempo y gastos de viaje).

6Los estadios de vida por lo general tienen un ciclo más rápido en temperaturas más cálidas (hasta cierto punto) y, por lo tanto, son más cortos y las poblaciones con suficientes recursos pueden multiplicarse con mayor rapidez. Nava-Camberos et al. (2001) descubrieron que el período de vida de la mosquita blanca (Bemisia argentifolii), en el algodón y el melón, era una media de 21 días más corto a 30°C que a 20°C.

En términos generales, existe poca información sobre el tema del manejo de plagas utilizando recursos disponibles localmente en los ambientes tropicales. La temperatura y la especie de cultivo (planta hospedera de la plaga) afectan la duración del estadio de vida de muchas plagas (e.g. Nava-Camberos, et al. 2001 6). Un ciclo de vida más corto significa que una especie de plaga de insectos puede pasar por varias generaciones y puede multiplicarse con rapidez. Sin embargo, poco se sabe sobre cómo las condiciones tropicales del campo afectan a los ciclos de vida de las plagas. Además, se ha hecho poca investigación para comprender mejor las especies tropicales hospederas alternativas de muchas de las principales plagas y enfermedades agrícolas.

Existen muchas estrategias de intervención que se practican a nivel regional para controlar las plagas, pero la información sobre qué prácticas son eficaces contra plagas específicas y en qué condiciones es limitada. Tesfaye y Gautam (2003) revisaron 26 prácticas tradicionales de manejo de plagas utilizadas en la India y Etiopía, muchas de las cuales necesitan su validación o revisión. Es sumamente necesario hacer evaluaciones adicionales de métodos de control de plagas practicados localmente y adaptar los métodos eficaces de control de plagas a los contextos regionales

El miembro de la red Jason Weigner compartió:

Cualquier persona que trabaje con productores locales debería dedicar tiempo a preguntar sobre las técnicas locales de manejo de plagas. Lo más probable es que encuentre cosas que realmente no funcionan, pero también puede encontrar algunas auténticas joyas. Por años he investigado y experimentado con formas de controlar los cortadores de hojas. Lamentablemente, muchas de las cosas que se me han ocurrido son caras, consumen tiempo o implican productos químicos. Entonces, un día, caminando con un boliviano con el que trabajo íbamos mirando los árboles que una vez más habían sido defoliados por las hormigas cortadoras de hojas (zompopos, arrieras) y me dijo casualmente: “Tenemos que conseguir algodón”. En el momento en que me dijo lo de envolver los troncos con algodón tuvo total sentido. Se enredan en las fibras de algodón, así que se van a cazar a otra parte. Una solución tan sencilla y barata encontrada localmente.

La percepción de los distintos métodos de control varía de una región a otra. Donde los insecticidas sintéticos están disponibles y son aceptados, los productores no siempre están informados sobre la mezcla y manipulación adecuadas de los plaguicidas, la eliminación de los envases de plaguicidas y el uso del equipo de protección personal (EPP). Además, la manipulación de los plaguicidas y los esfuerzos en cuanto a las regulaciones no siempre son coherentes ni se hacen cumplir. Limitaciones como éstas determinarán cómo los productores planifican su manejo de plagas.

Conclusión

Los pequeños agricultores en los trópicos enfrentan obstáculos cada vez más abrumadores. El crecimiento poblacional, un clima mundial volátil y la necesidad de productividad de largo plazo hacen de la producción sostenible de alimentos un reto. El manejo integrado de plagas es una plataforma para dotar a los productores de diversas habilidades para la toma de decisiones. Cuando los productores se centran en el conocimiento y medidas preventivas, comienzan a sentirse en control de su producción, y su esquema mental sobre el manejo de plagas cambia de reactivo a preventivo. 

Cuando se trata del manejo de plagas de insectos, busque fuentes locales de experiencia. Las universidades agrícolas regionales, las agencias gubernamentales o las organizaciones agrícolas quizás posean servicios de extensión locales. Profesionales capacitados pueden ayudar en la identificación de plagas y la detección temprana y con prácticas de observación cuya eficacia se haya demostrado en la región. Busque la experiencia y los conocimientos locales de estos profesionales antes de adoptar enfoques más generales, como los descritos en este artículo. Si su zona carece de tales expertos, es posible que tenga que recurrir a la información o a las técnicas que se han utilizado en situaciones similares o cercanas. 

Los productores son los que mejor conocen y comprenden sus campos y cultivos, ya que son los que están más presentes en dichos campos y conocen la historia estacional de la producción regional de cultivos. La creatividad inherente de los productores para resolver los problemas de plagas tiene el potencial de promover las estrategias de MIP y debe fomentarse. Busque oportunidades para obtener información de los productores sobre cómo controlar eficazmente las plagas y fortalecer el equilibrio general de los agro ecosistemas.

Lecturas adicionales 

Si desea conocer más sobre las opciones de control natural de plagas, explore  oisat.org [http://edn.link/rxj2dy], donde puede navegar por los recursos según la plaga, el cultivo o el método de control.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) tiene una sección sobre “Prevención de problemas y gestión holística de plagas” específica para los viveros tropicales a partir de la página 273 de su manual sobre viveros tropicales Tropical Nursery Manual: A Guide to Starting and Operating a Nursery for Native and Traditional Plants [http://edn.link/2mtf7j]. 

Para obtener una guía del facilitador sobre identificación y monitoreo de insectos, consulte el módulo de formación sobre identificación y seguimiento de insectos de Canadian Foodgrains Bank [http://edn.link/9r7z6f]. 

El libro Integrated Pest Management in Tropical Regions [http://edn.link/7x933r] de Rapisarda y Cocuzza, publicado por el Centre for Agriculture and Bioscience International, es un recurso valioso. El libro profundiza en las prácticas, la integración de las opciones de control y las limitaciones específicas en condiciones tropicales, incluidos los efectos únicos del cambio climático sobre el manejo de plagas. 

ORGANICAFRICA tiene manuales de capacitación en inglés, francés y swahili que cubren prácticas agrícolas orgánicas y sostenibles en una serie de 10 módulos. El módulo 4 trata a profundidad el manejo de plagas, enfermedades y malezas en específico. Este módulo también contiene carteles gráficos y folletos para uso didáctico.

La FAO cuenta con recursos regionales específicos relacionados a los programas MIP en Oriente Medio y África Occidental. Estos recursos incluyen manuales de capacitación (en lenguas francas locales), relatos de productores y más.

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Personal de ECHO. 2022. Manejo Integrado de Plagas. Notas Técnicas de ECHO No. 98.