Escritor: Darrell Cox
Publicado: 20/7/2003


Un artículo publicado en la edición de marzo de 1998 de The IPM Practitioner presentaba el uso de boratos para la protección de la madera contra las termitas, escarabajos perforadores de la madera, hormigas carpinteras y hongos que participan en la descomposición de la materia orgánica. “El ácido bórico y sus sales, los boratos, han sido usados para la protección de la madera en Australia y otros países desde la década de 1940”, expresa el autor. Debido a que el ácido bórico en general se encuentra disponible y es relativamente barato, esta información debe ser útil para muchos en nuestra red.

Los boratos son sales con estructuras químicas que se parecen mucho a la del ácido bórico. Por ejemplo, el bórax es una sal de sodio [en Fort Myers, Florida, el bórax se vende por aproximadamente US$0.63/lb o US$1.39/kg]. Otras fórmulas están menos disponibles en los países en vías de desarrollo, pero quizás usted desee saber acerca de ellas; estas incluyen el tetrahidrato octaborato disódico (DOT por sus siglas en inglés) y el borato de zinc. El DOT es altamente soluble y ha sido utilizado por la industria maderera junto con el método de difusión de inmersión para la protección de la madera. El borato de zinc es mucho menos soluble y por tanto es menos probable que se infiltre en las aguas subterráneas cuando se utiliza como insecticida (p. ej., para usos que no sean la protección de la madera).

Los boratos pueden usarse contra las termitas de muchas maneras: (1) como insecticidas (matando las termitas por contacto), (2) como antialimentador (al hacer al material tratado poco atractivo como alimento para los insectos), (3) como veneno por ingestión, y (4) como repelentes. Los tratamientos con boratos matan a las termitas por contacto directo cuando las concentraciones son de al menos 0.5% p/p (en donde “p” equivale a peso, p. ej., 5 gramos de borato por kilogramo de material a ser protegido). Actúan como antialimentadores cuando las concentraciones son mayores de 0.25% p/p. Las concentraciones de boratos que son muy pequeñas para actuar como antialimentadores pueden envenenar el proceso digestivo de las termitas a lo largo de un período de tiempo extenso.

(Este párrafo es para los que quieren saber más detalles y conocen algo de química). Los distintos compuestos de boratos poseen distintos pesos moleculares. A menos que se dé el caso de que usted esté usando ácido bórico, una buena porción del peso de la molécula provendrá de la parte de la molécula que no es borato. Todos los componentes del borato contendrán la misma cantidad de borato si se expresan como “peso equivalente a borato”. Multiplique los gramos por kilogramo en el párrafo anterior por el peso molecular del compuesto de borato y divídalo entre el peso del anión del borato. Por ejemplo, el peso molecular del borato de zinc (ZnB2O4) es 250.9. El peso del anión de borato (B2O42-) es 85.6. Una concentración de 0.5% p/p contendría 14.66 g de borato de zinc (5 g/kg x 250.9 /85.6 = 14.66 g/kg).

La madera tratada posee propiedades repelentes. Cuando la madera estructural usada en la construcción de una casa nueva es tratada previamente con boratos, las casas son resistentes a las termitas. “En Australia, donde las termitas parecen encontrarse en todas
partes, se exige este tratamiento en los códigos de construcción para maderas de eucalipto en los estados de Nueva Gales del Sur y Queensland”. Hasta las casas viejas pueden volverse más resistentes a las termitas a través de un tratamiento con rociados de borato. En este caso, las termitas ya existentes en la madera evitan construir sus túneles sobre las áreas tratadas. La efectividad de los tratamientos de rociado depende en parte de cuán bien el rociado penetra la madera. Los boratos que son fácilmente solubles en agua, como el bórax o el DOT, penetran rápidamente cuando se aplican en forma directa en la madera. Esto elimina infestaciones activas de termitas cerca de la superficie de la madera.

La madera recién cortada para construcciones nuevas también puede tratarse. De acuerdo con el artículo de IPM Practitioner, “Los boratos aplicados inmediatamente después de que se han fabricado las tablas pueden proteger la madera para siempre. Un método fácil de tratamiento es la difusión por inmersión. No se necesita de equipo sofisticado. Debido a que los boratos penetran mejor en la madera húmeda que en la seca, la madera recién cortada que posee alrededor de un 70% de humedad es fácil de proteger. Las tablas se sumergen aproximadamente un minuto en una solución de 25% de DOT a 130°F (50°C), luego se almacenan de 2 a 8 semanas para permitir que el boro se difunda en la madera húmeda”.

Las dosis muy pequeñas de boratos pueden envenenar a las termitas. Los boratos inhiben muchas enzimas. La enzima celulasa es particularmente importante para las termitas porque les permite digerir la celulosa de madera. Las termitas secretan celulasa ellas mismas o tienen acceso a una fuente disponible a través de protozoarios intestinales que la producen. Las dosis pequeñas de boratos hacen que las termitas mueran de hambre porque las vuelve incapaces de digerir la celulosa. En un estudio, todas las termitas orientales murieron en dos semanas y todas las termitas de Formosa en tres semanas después de haber sido alimentadas con una dieta de celulosa con un 0.0625% de ácido bórico equivalente por peso. Con esta dosis más baja, las termitas aún comían madera y por lo tanto los beneficios no fueron vistos de inmediato.

Los boratos pueden actuar como “antialimentadores” de larga duración cuando se usan en dosis mayores. Un antialimentador es un químico que detiene la alimentación. Muchos de los estudios mencionados en el artículo reportaron propiedades antialimentadoras cuando las dosis estaban en un rango del 0.25% al 1.0% de ácido bórico equivalente por peso [es decir, una solución de 0.25% al 1.0% de ácido bórico por peso]. En una prueba, “una concentración de cerca del 1% de ácido bórico mantuvo la cantidad de pino consumido por las termitas Coptotermes lacteus y C. acinaciformis en 5% o menos, mientras que el 80% o más de la madera sin tratar fue consumida”.

Aunque la madera tratada con boratos posee propiedades repelentes, los boratos en general no deben considerarse como repelentes. Por ejemplo, la construcción de túneles por las termites en arena tratada (0.5% al 1.5% de ácido bórico) no fue inhibida. En contraste, los boratos son insecticidas de contacto. En otro estudio, “todas las termitas orientales subterráneas expuestas por un minuto al ácido bórico murieron dentro de los 8 días siguientes… Aunque el polvo de ácido bórico es un termiticida efectivo al contacto directo, para poder lograr niveles aceptables de control en una colonia, debe tratarse una proporción grande de termitas”.

Las estrategias diseñadas para aprovechar las distintas propiedades de control de termitas que poseen los boratos incluyen empolvar las galerías. “Un método posible de control para termitas tanto subterráneas como de madera seca involucra inyectar polvo fino venenoso [borato] en sus galerías con una pistola rociadora. Debido a que la biología de la termita implica una actividad social intensa, si un pequeño porcentaje de una galería puede ser empolvado, potencialmente se puede destruir todo el nido”. Pruebas de campo de este método contra las termitas subterráneas no fueron muy exitosas, especialmente cuando la madera estaba húmeda. Otros investigadores creen que es improbable que inyectar polvo insecticida en las galerías resulte en una contaminación de un número suficiente de individuos como para controlar las especies de termitas que anidan en el suelo. Esta dificultad puede evitarse usando el enfoque de la “Termita troyana”. “Las pequeñas colonias de termitas subterráneas pueden destruirse llevando termitas envenenadas como regalo a la colonia de termitas. Las termitas envenenadas son bienvenidas y socializan en la colonia y el veneno en una termita mata al menos a otras 10. Si se utiliza un veneno persistente como el borato, este se puede extender aún más a través del canibalismo. En teoría, si 25,000 termitas fueran atrapadas en trampas, empolvadas con boratos y luego liberadas para que regresen a sus túneles refugios, se podría destruir un nido de 250,000 termitas subterráneas. El borato de zinc puede ser más útil para este propósito ya que es menos soluble en agua”. Para que el cebo sea exitoso, debe ser a la vez no repelente para promover la alimentación, y de efecto lento de manera que el veneno pueda distribuirse por toda la colonia de termitas. Además, las fórmulas de los cebos deben ser atractivas si se quiere que sean efectivas. Una de estas es el cebo compuesto de aserrín (celulosa) y ácido bórico mezclado con miel y melaza. La miel y la melaza pueden actuar como un “aglutinante” incrementando la adhesión del ácido bórico a la termita.

Existen unas cuantas precauciones a tomar. Los boratos solubles en agua no deben usarse como tratamiento para el suelo pues son moderadamente tóxicos y persistentes y pueden contaminar el agua subterránea. Altas dosis de boratos son venenosas para los humanos cuando se ingieren o inhalan. Por lo tanto, se recomienda una manipulación adecuada, incluyendo el uso de anteojos y guantes cuando se aplique un polvo de borato o una solución del mismo. La absorción a través de la piel es insignificante a menos que existan heridas u otros cortes en la piel. Deben usarse máscaras para la protección respiratoria en espacios cerrados en donde la ventilación sea pobre.

Cita este artículo como:

Cox, D. 2003. Boratos para el Control de las Termitas. ECHO Notas de Desarrollo n.o 80


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