Las notas de investigación de ECHO son publicaciones de temas específicos sobre cultivos y prácticas agrícolas importantes para quienes trabajan en los trópicos y subtrópicos. Nuestro material es escrito por el personal de ECHO (pasado y presente), así como por escritores externos, todos con experiencia y conocimiento de su tema. Estos documentos son gratuitos para su uso y, con suerte, tendrán un papel valioso en su biblioteca de recursos de trabajo para el desarrollo agrícola.


Articles


Contenido nutricional de las hojas de Moringa oleifera

Kathryn A. Witt PhD, RD, LDN

A pesar del enorme interés en el uso de la Moringa oleifera como fuente de nutrientes, siguen existiendo lagunas e incoherencias en la información sobre el contenido de nutrientes de esta interesante planta. Existen varias razones para ello. El contenido de nutrientes de la materia vegetativa recién cosechada varía en forma natural según el suelo y el clima, así como según la estación y la edad de la planta. Las diferencias en los procedimientos de procesamiento y almacenamiento agregan más variación; y el uso de diferentes técnicas analíticas amplifica aún más la variación. En el caso de las hojas, con el paso del tiempo se ha producido una variación adicional debido a los errores generados al copiar incorrectamente los valores del contenido de nutrientes de una fuente a otra.  

El propósito de esta reseña es resumir la información científica más reciente sobre el contenido de nutrientes tanto de las hojas frescas como del polvo de hojas secas de Moringa oleifera.

Pulverizaciones de té de vermicompost para controlar enfermedades en Cucumis sativus 'Marketmore 76'

Kate J. Myers y Noah P. Elhardt

El vermicompost contiene una cantidad considerable de organismos biológicos capaces de controlar enfermedades de las plantas en la superficie foliar. Este estudio, efectuado en ECHO en el suroeste de Florida durante la primavera de 2011, se realizó  con el fin de evaluar el potencial de los tés de vermicompost de aplicación foliar para controlar enfermedades de las plantas y el posterior aumento del rendimiento de pepino (Cucumis sativus) sembrado el 15 de marzo. Los tratamientos incluyeron tés lixiviados de vermicompost (extracto resultante del drenaje de agua de lluvia a través de un contenedor de lombricompuesto) aireados, dejados en remojo (no aireados),  así como vermicompost (material no líquido aplicado al suelo), y agua de lluvia. A excepción del vermicompost, los tratamientos se rociaron quincenalmente sobre el follaje (comenzando la tercera semana después de la emergencia de las plántulas de pepino).  La incidencia de enfermedades se calificó en una escala de 1 a 10, con el 10 indicando que el 100% de la superficie de foliar presenta síntomas de enfermedad. Las calificaciones promedio para las enfermedades el 15 de mayo fueron más bajas (P <0.10) con el té aireado (calificación = 2) que con el agua de lluvia (calificación = 2.6), el lixiviado (calificación = 2.6) y el vermicompost (calificación = 2.8). El té aireado también redujo las calificaciones para las enfermedades que se efectuaron el 21 de mayo; sin embargo, la incidencia de enfermedades al final de la temporada (31 de mayo) no se vio influida por el tratamiento. El té dejado en reposo (inmerso, empapado, impregnado), el lixiviado y el vermicompost no pudieron reducir la incidencia de enfermedades por debajo de la del agua de lluvia. El número de frutos, pero no el peso, se vio influido (P <0.05) por los tratamientos, y el mayor número de frutos (23 frutos/parcela) se obtuvo con el lixiviado. El número de frutos con el lixiviado fue mayor que con todos los otros tratamientos, excepto con el vermicompost (20 frutos/parcela). Si bien los resultados no fueron concluyentes, en términos de supresión de enfermedades, el mayor número de frutos con el lixiviado de vermicompost indicó que esta enmienda de fácil elaboración e implementación puede ser beneficiosa para la producción de pepino.

Respuesta de la producción de frutos de berenjena a tasas de aplicación de fertilizantes NPK y orgánicos

Jen Smeage, Katie Johnson y Matt Floral

Este estudio, llevado a cabo en ECHO durante el verano de 2011, se hizo para comparar la respuesta de la fructificación de la berenjena a las diferentes tasas de aplicación un fertilizante mineral estándar versus un compost de 6 meses con un 25% de estiércol de vaca y un 75% de materia vegetal (dividido uniformemente entre material de hojas leñoso y verde). Las tasas altas eran las estándar utilizadas en la Finja Granja Global de ECHO. Los tratamientos incluyeron fertilizante NPK (8%-2%-8%) al 0%, 33%, 66% y 100% de la tasa recomendada por la universidad de Florida (200 lb N/0.40 ha), y compost al 33%, 66% y 100% de la tasa alta recomendada por ECHO (1 litro/planta). El fertilizante NPK se aplicó en tres cantidades iguales el 2 de junio (pre-siembra), el 13 de julio y el 5 de agosto, mientras que todo el compost se aplicó el 2 de junio.  Las plántulas (resultantes de las semillas sembradas en el invernadero el 5 de mayo de 2011) de Solanum melongena 'Florida Market' se trasplantaron a camas elevadas el 2 de junio de 2011. El peso de los frutos, promediado en todas las tasas de aplicación, fue dos veces mayor con el fertilizante NPK en comparación con el compost. El efecto de la tasa de fertilizante sobre los rendimientos fue similar con NPK y con compost. Con ambos fertilizantes, la producción de berenjenas aumentó con el incremento de la tasa de fertilizante.

Evaluación de la calidad del suelo: Por qué y cómo

Marcia Croft

La calidad del suelo, también conocida como salud del suelo, es su capacidad para funcionar– cuán bien desempeña los papeles que necesitamos de él, ya sea en un ecosistema natural o manejado. Para evaluar la salud del suelo se utiliza una variedad de medidas y si bien podemos utilizar estas características como indicadores de su calidad, al final  esa calidad es juzgada por cuán bien desempeña sus funciones. Muchos indicadores requieren pruebas de laboratorio complicadas y técnicas, pero otras pueden hacerse con materiales disponibles localmente. Aprender sobre su suelo puede ser una buena forma de identificar cultivos adecuados para su ámbito o buscar problemas potenciales.

El suelo es una matriz compleja de partículas inorgánicas (minerales), partículas orgánicas inertes (compuestas de carbono), aire, agua y biota.   Las funciones del suelo en general se dividen en cinco categorías: sostener la diversidad biológica y la productividad; regular agua y soluto líquido; filtrar y degradar la materia orgánica e inorgánica;  circular nutrientes, como nitrógeno y carbono; y proporcionar estabilidad y sostén. Los suelos se evalúan en términos de sus calidades tanto dinámicas como inherentes –las que varían y las que no varían basadas en el uso (respectivamente).

Entender las muchas partes orgánicas e inorgánicas que integran el suelo puede ayudarnos a desarrollar un suelo sano, productivo que llene nuestras necesidades. En el Banco de Semillas de ECHO Asia, utilizamos una serie de parcelas de producción con distintos historiales, y nos interesaba comparar las fortalezas y debilidades relativas de cada parcela, tanto para determinar qué cultivos serían los más adecuados para esos sitios y aprender cómo mejorar los suelos ahí presentes.

Ensayo de variedades de okra: Abelmoschus esculentum & Abelmoschus caillei

Rachel Cohen, Heather Yates, y Tim Motis

Un ensayo de comparación de especies y variedades de okra (quimbombó, gumbo) se llevó a cabo en la finca de ECHO en North Fort Myers (zona 9a/10b), Florida. Se evaluó la producción de vainas y el sabor de trece variedades de Abelmoschus esculentum y dos variedades de Abelmoschus caillei. Las plantas se iniciaron de semillas en bandejas, y las plántulas resultantes se trasplantaron a parcelas de campo trazadas en un diseño de bloques completos aleatorio, de manera que cada variedad se cultivó/replicó en tres parcelas. Las vainas se cosecharon de julio a noviembre de 2003. El efecto de la variedad influyó en la producción de vainas a principios/mediados de la temporada, pero no a finales. Las variedades más productivas durante los meses del pico de producción de vainas, agosto y septiembre, fueron Parbhani Kranti, Ever Lucky, Cow Horn y Clemson Spineless. La variedad Parbhani Kranti no sólo tuvo un buen rendimiento, sino que también obtuvo la mejor calificación en las pruebas de sabor. 

Ensayo de variedades de calabaza: Cucurbita moschata

Betsy Langford, Danny Blank, y Tom Gill

Las variedades tropicales de calabaza, Cucurbita sp., Varían ampliamente en su producción, tamaño y calidad de frutos y sabor. Este ensayo y análisis de variedades incluye once variedades disponibles en la finca ECHO en Florida en 2006. Todas las variedades se evaluaron para determinar la viabilidad de la semilla, la producción total, el tamaño y la calidad de la fruta y el sabor. Se determinó que Trinidad Selection y Hardy eran las variedades de mejor sabor y más productivas. Tahitian Straightneck y La Primera fueron los menos favorecidos por el gusto.

Rendimiento de cinco variedades de maíz dulce cultivadas en callejones en Bohoc, Haití

Tim Motis

Este ensayo se llevó a cabo en 2004 a fin de comparar los parámetros de crecimiento y rendimiento de cinco variedades de maíz dulce (Zea mays) ('NE-EDR', 'ZC2451F', 'Golden Queen', 'Hawaiian Supersweet' y 'True Gold') cultivadas entre hileras de árboles de leguminosas (principalmente Leucaena leucocephala) en la Meseta Central de Haití.  Con más del doble de peso de mazorca fresca (mazorca + granos + cáscara) (220 g/m2) que las demás variedades (30 a 90 g/m2), la variedad Hawaiian Supersweet fue la que se mostró más promisoria para el cultivo de maíz dulce en Haití.

Crear una mezcla óptima para macetas utilizable por productores con recursos limitados en Tailandia

Hannah Gray y Abram Bicksler

En un entorno tropical, el cultivo de plántulas puede ser difícil. Un importante factor de preocupación para la producción en viveros es el encharcamiento (Zhu et al. 2007). Durante la temporada de lluvias, los suelos sobresaturados pueden efectivamente asfixiar los sistemas radiculares de las plántulas al restringir el flujo de oxígeno y otros minerales importantes (Forcella et al. 2000). Las plantas de vivero sembradas en suelos densos son más propensas a los efectos negativos del encharcamiento. La incorporación de materiales como la perlita y la vermiculita en las mezclas para macetas ayuda a combatir la compactación del suelo y a facilitar el drenaje. Sin embargo, tanto la perlita como la vermiculita pueden ser sumamente caras para los productores, especialmente aquéllos con recursos limitados, como muchos de los que son parte de nuestra red.

Ensayo de variedades de frijol alado

Tim Motis

En la finca de ECHO en North Fort Myers (zona 9a/10b), Florida, se efectuó un ensayo comparativo de variedades de frijol alado. Se evaluó siete variedades de este frijol (Psophocarpus tetragonolobus) en cuanto a producción y longitud de vainas así como en cuanto a producción de semillas. Las plantas de frijol  alado se sembraron el 18 de agosto de 2006. Las vainas se cosecharon seis veces entre la vigésima y la trigésima primera semana después de la siembra. Las variedades ‘Ribbon’ y ‘Bogor’ fueron las mayores productoras de vainas y semillas. Las grandes vainas de color rojo carmesí de ‘Chimbu’ pueden darle un atractivo adicional para el mercado. Las vainas de ‘Flat’ (Plana) y ‘Square’ (Cuadrada) tienen la forma que indican sus nombres; con estas variedades, los daños en las alas de las vainas relacionados con el transporte probablemente sean mínimos.

Mezclas de germinación alternativas para iniciar trasplantes

Terri Lynn Paulson, Trey Nation, Dr. Tim Motis, Timothy Watkins y Andrew Cotarelo

A veces se pregunta al personal de ECHO qué recomendamos como medio de germinación en situaciones donde las semillas o las plántulas deben iniciarse en macetas o sacos de plástico antes de salir al campo. El verano pasado llevamos a cabo un ensayo en ECHO para elaborar y evaluar mezclas para macetas que pudieran servir como sustitutos eficaces de sustratos para macetas comprados, ya que en muchos países en desarrollo las mezclas para macetas ya preparadas por lo general no se encuentran disponibles, no son prácticas o son caras. Los viveros acostumbran recurrir a la elaboración de alguna proporción de capa vegetal, arena y materia orgánica (por ejemplo, estiércol animal y/o compost) para que sirva de sustrato para macetas. Para nuestro ensayo, tratamos de utilizar ingredientes que fueran accesibles en muchas zonas del mundo en desarrollo. Basándonos en algunas recetas comunes de mezclas para macetas, desarrollamos una serie de recetas con los siguientes componentes: arena, estiércol de vaca, compost y cascarilla de arroz carbonizada y sin carbonizar.

El ensayo se llevó a cabo en el invernadero de ECHO, donde las plántulas podían vigilarse y regarse con regularidad. Utilizando maíz (Zea mays) como cultivo indicador, nuestro objetivo fue identificar uno o más sustratos para maceta que resultaran adecuados para una población sana y uniforme de plántulas para luego trasplantarlas.