Daños por insectos masticadores
Los insectos masticadores incluyen las orugas (lepidópteros inmaduros), los saltamontes y los gorgojos (ortópteros), y los escarabajos y los gorgojos (coleópteros). La foto A corresponde al gusano cogollero (oruga militar del sur) en espinacas de Nueva Zelanda. Obsérvese cómo la mayor parte de la masticación se produce primero en el interior de la hoja entre las nervaduras. La foto B presenta un daño causado por gorgojos adultos de Sri Lanka. Observe cómo la masticación se produce desde el exterior de la orilla de la hoja hacia el centro. Los patrones de alimentación pueden ser útiles para determinar qué orden de plaga usted puede tener cuando los causantes no están presentes. Los saltamontes y los grillos prefieren los cultivos herbáceos y por lo general mastican desde el exterior de la orilla de la hoja hacia el centro.
Daños por insectos picadores-chupadores
Los insectos picadores-chupadores habitualmente decoloran la hoja, el fruto o material del tallo, haciendo que se vean moteados (A, daños causados por el chinche de encaje en el frijol sable y B, daños causados por el chinche pata de hoja en el tomate). Esto se confunde fácilmente con los síntomas causados por infecciones víricas, algunas infecciones fúngicas, así como también por algunas deficiencias de nutrientes. Estas plagas también pueden provocar necrosis de las hojas, que resulta en manchas marrones que pueden confundirse con enfermedades fúngicas o bacterianas. Algunos insectos picadores-chupadores también pueden causar deformidades en las hojas. El psílido asiático de los cítricos, por ejemplo, hace que las hojas de los cítricos se plieguen hacia dentro (C). Los insectos picadores-chupadores prefieren el envés de las hojas porque su superficie es más tierna y más fácil de perforar. Por lo tanto, revise el envés de las hojas en busca de este tipo de insectos.
Síntomas de enfermedad vírica
La enfermedad vírica puede parecerse a casi cualquier otra enfermedad o daño. Los síntomas de infección vírica, como enrollamiento y burbujas en las hojas (A, en zinnias), se confunden a menudo con los daños causados por los insectos picadores-chupadores. Las decoloraciones/moteado en la superficie de las hojas es otro síntoma de infección vírica (B, virus del moteado clorótico del maíz) que puede confundirse fácilmente con deficiencias de nutrientes en las plantas.
Síntomas de enfermedad bacteriana
Las enfermedades bacterianas con frecuencia son difíciles de diagnosticar pues su aspecto es muy similar al de las enfermedades fúngicas. Uno de los principales rasgos distintivos es que las manchas bacterianas suelen tener un halo amarillo (A, en naranjilla) alrededor de la parte externa de la mancha. A medida que el tejido dentro de la mancha muere, puede desprenderse creando un patrón de barrenillo que se parece mucho a la forma en que se alimentan los insectos masticadores. Las bacterias también provocan síntomas en las plantas, como cancros (B, en el ciruelo), agallas (C, en la uva) o manchas que se ven húmedas o aceitosas. La savia que rezuma la planta también puede indicar una infección bacteriana en algunas situaciones
Síntomas de enfermedad fúngica
Las enfermedades fúngicas suelen aparecer como manchas similares a las bacterianas, pero por lo general se ven húmedas y a menudo presentan anillos concéntricos característicos (A & B). Los hongos también pueden provocar el marchitamiento fúngico (damping off), donde los tallos de las plántulas recién nacidas y los trasplantes jóvenes se hunden hacia dentro y hacen que la planta se caiga y muera. Algunos insectos picadores-chupadores, como los áfidos, segregan un líquido azucarado que puede promover el crecimiento de algunos hongos, como la fumagina en la superficie de las hojas (C), limitando la fotosíntesis.
Síntomas de deficiencia de nutrientes
Los síntomas de deficiencia de nutrientes en los tejidos de las plantas pueden confundirse a menudo con daños causados por plagas (A, deficiencia de nitrógeno en carambola; B, deficiencia de magnesio en sorgo y Cucurbita; y C, deficiencia de azufre en gandul). La falta de disponibilidad o acceso a nutrientes (debido al pH o a la textura del suelo) produce decoloraciones u otros cambios en el aspecto de las plantas no relacionados con los daños por plagas. Si desea más información sobre cómo diagnosticar deficiencias de nutrientes en el campo, consulte Asia Note #29 [http://edn.link/drjqee].
Síntomas similares, distintos culpables
Los síntomas foliares de las enfermedades fúngicas, como el mildiú lanoso (A) y el mildiú polvoroso (B), pueden tener un aspecto similar a los daños causados por los insectos picadores-chupadores. El mildiu lanoso está restringido por las nervaduras de la hoja, lo que le da un aspecto de bloque con un crecimiento fúngico blanco en el envés de la hoja. El mildiú polvoso tiene pequeñas decoloraciones circulares en toda la superficie de la hoja, a menudo formando esporas blancas en cualquier superficie de la hoja. Cualquiera de ellos puede confundirse con los daños causados por los insectos picadores-chupadores (C, daños causados por el chinche de encaje en frijol sable con foto inserta de ese chinche), que causan una decoloración puntual donde se han alimentado en el envés de la hoja. Esto puede dar lugar a manchas necróticas de color marrón que se parecen al mildiú polvoso.
Los minadores de las hojas son pequeños insectos de varios órdenes que se alimentan dentro del tejido de las hojas (A, en tomate y B, en tilo). Pueden causar parches de manchas en las hojas que mueren. Este daño puede tener una apariencia muy similar al de muchas enfermedades fúngicas de las hojas (C, hongo en cucurbitácea y D, mancha de alquitrán de árbol de arce), sin embargo, a menudo pueden identificarse fácilmente quitando con cuidado la capa superior de la mancha de la hoja dañada. Si es daño por minador, la sección muerta estará hueca, y con frecuencia menudo se pueden encontrar en su interior excrementos de insectos o pieles desprendidas.
Los daños causados por los ácaros, como los ácaros araña (A, en brachiaria), pueden fácilmente confundirse con una deficiencia de nitrógeno (B, en carambola) o deficiencia de azufre (C, en gandul). Una lupa o un microscopio pueden ayudar a determinar si hay ácaros en la superficie de la hoja. Las deficiencias de nutrientes a menudo siguen patrones fijos que afectan ya sea sólo a las hojas viejas o nuevas o tienen un patrón uniforme de necrosis alrededor de los bordes de las hojas, las puntas de las hojas o amarillamiento entre las nervaduras de las hojas.
La deriva de la pulverización de los herbicidas (A, en trigo de invierno) puede verse similar a las enfermedades fúngicas (B, en arroz) o a la deficiencia de magnesio (C, en sorgo). Si su campo se encuentra cerca de campos que reciben herbicidas, notar daños en un patrón uniforme a lo largo de una orilla del campo puede indicar la deriva de la pulverización.