Publicado: 20/4/2014


Harry van den Burg trabaja con Umlimi Lokhonile Seeds, Mbovane Marketing, en Mbabane, Suazilandia. Él escribió en respuesta al artículo sobre aversión al riesgo que apareció en EDN 121, sobre “… hasta donde la aversión al riesgo puede haber sido y aún es sobreestimada a expensas del hambre y el agotamiento, como un importante factor limitante de la productividad agrícola.

“Si bien ciertamente pienso que el argumento tiene su mérito… No creo que la aversión al riesgo deba todavía ser relegada a la insignificancia. Si bien es cierto que los pequeños productores en los países en desarrollo corren riesgos, todo el tiempo, eso no significa que eso les guste y que no tratarán de minimizarlos siempre que puedan como la mayoría de nosotros hacemos. Me gustaría compartir con usted un caso muy aleccionador de Suazilandia.

“Cuando se analiza el sistema agrícola en busca de cuellos de botella a los cuales abordar, un equipo de investigación agrícola de la Universidad de Penn State a principios-mediados de la década de 1980 observó que dos factores importantes limitaban la producción e maíz: la siembra tardía y la mano de obra para control de malezas. Había una clara relación entre el área sembrada por hogar y la mano de obra para desmalezar disponible, incluso en lugares donde la disponibilidad de tierra como tal no era problema. E incluso en años con un principio temprano de las lluvias, la siembra no se hacía significativamente más temprano. La razón era que cultivos sembrados tempranos tendrían que ser desmalezados más temprano, antes del momento en que los miembros del hogar llegar de la escuela y de empleos en el poblado para las vacaciones de Navidad (en el hemisferio sur, las largas vacaciones de mediados del verano). La labranza o poder de tiro no eran un problema, dado que muchos hogares tenían bueyes, y había (y existe) un sector de arado con tractor subsidiado por el gobierno. Y para evitar las colas durante el pico del tiempo de siembra, sería beneficioso utilizarlo temprano.

“A fin de abordar este problema, el equipo analizó la posible introducción de herbicidas. Si bien la aplicación líquida era inadecuada debido a razones de costos, aplicación de tecnología, peligros a la salud y dosis, el uso de herbicidas granulares lucía prometedor. Se establecieron productos, tasas y tecnologías de aplicación idóneas (medir una dosis sencilla) en la estación, y se realizaron ensayos manejados por el productor en la finca. En la evaluación, parecía que los productores estaban bien interesados. Los rendimientos no fueron mucho más altos que los comparados con el desmalezado manual, pero las necesidades de mano de obra se cortaban en forma dramática. Ellos estaban bien interesados en comprar el producto. Y luego, la gran pregunta: ahora que el desmalezado le costar mucho menos tiempo, ¿va a sembrar más maíz, o a sembrar más temprano? Eh, no, era la respuesta. Creo que voy a hacer artesanías, o producer cerveza para venderla, o comerciar ropa de segunda mano. En general, ¡la gente quería utilizar el tiempo liberado para alternativas de generación de ingresos no agrícola! Cuando se les preguntaba por qué, la mayoría de las respuestas señalaba en la dirección de “no poner todos los huevos en una canasta”, y de diversificar los riesgos.

“No puede caber duda de que la agricultura de secano es riesgosa. Y si uno cuenta sólo con medios limitados (ya sean monetarios o en especies, como la mano de obra), ponerlos todos en la agricultura podría resultar en ninguna cosecha Y nada de dinero para comprar harina de maíz. Un pequeño productor de subsistencia ignora esta realidad a costa de su propia seguridad!

Cita este artículo como:

ECHO Staff 2014. Aversión al riesgo y diversificación. ECHO Notas de Desarrollo n.o 123