Mike Martin
Esta es una idea que se le ocurrió a Alfred Motila, uno de nuestros técnicos. Somos grandes defensores de los setos vivos de vetiver sembrados en curvas de nivel para controlar la erosión. Pero algunos suelos están demasiado degradados para que el vetiver crezca bien.
Nuestros técnicos han observado que el pasto o zacate elefante (Pennisetum purpureum) puede crecer mejor que el vetiver (Chrysopogon zizanioides) en suelos muy pobres. El pasto elefante es muy competitivo y puede reducir el rendimiento de los cultivos en tierras bajas, pero no tanto en elevaciones mayores. Alfred también quería pasto elefante aquí porque produce forraje para sus vacas.

Figura 7. Fosa de fertilización en la finca de Alfred con pasto elefante en la pendiente descendente de la curva de nivel y bananos en la zanja. Fuente: Mike Martin
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Figura 8. Frijol lablab sembrado con pasto elefante. Fuente: Mike Martin
Él decidió probar zanjas fertilizadoras (Figura 7) después de asistir a un taller de agroforestería sintrópica. Ahí aprendió cómo manejar diversos siembros en hileras. Vio que la tierra estaba muy degradada y sintió que cavar las zanjas y poner materia orgánica en ellas le ayudaría a restaurar el suelo más rápido. Sembró cosas como bananos (Musa spp.) y frijol lablab-frijol egipcio (Lablab purpureus; Figura 8) para producir biomasa. Su objetivo era que el suelo enriquecido en la hilera produjera suficiente biomasa para enriquecer el resto del terreno.
Ahora que las zanjas de contorno se han llenado, está planificando sembrar vetiver abajo de las mismas para retener el suelo. Él va a sacar el pasto elefante cuando siembre vetiver.
Figura 9. Parcela de Alfred con zanjas sembradas en curvas de nivel. Fuente: Mike Martin
Al reflexionar sobre esta técnica, Alfred no se arrepiente de haberlo hecho, porque ha ayudado a restaurar su suelo (Figura 9) con rapidez. Pero debido al costo de cavar las zanjas y el tiempo que tuvo que invertir en ellas, no es algo que vuelva a hacer. Siempre es bueno, después de probar algo nuevo como esto, sopesar los beneficios y las desventajas observados al considerar los siguientes pasos.
Brian Moser

Figura 10. Cavado de zanja. Fuente: Brian Moser
Primero, cavamos una zanja de 0.9 m (3 pies) de ancho y cerca de 0.9 m de profundidad, eligiendo un lugar donde no se acumule el agua todo el año (Figura 10). Construimos las zanjas en secciones, y cada nivel de sección tiene una especie de dique entre las secciones.
A continuación, a cada lado de la zanja sembramos bananos siguiendo un esquema triangular lo más cerca posible pues no tienen grandes sistemas radiculares.

Figura 11. Zanja llena con materia orgánica. Fuente: Brian Moser
Después colocamos el siguiente material en la zanja (Figura 11):
- Material vegetal seco (color café/marrón): una fuente con alto contenido de carbono como la paja de arroz o utilizamos pasto que se utiliza localmente para hacer escobas.
- Material vegetal fresco: material herbáceo verde. Utilizamos principalmente hojas de árboles y plantas de banano.
- Una fuente de nitrógeno. Utilizamos estiércol de vaca.
- Si se encuentra disponible: fósforo (triple superfosfato) y potasio, ya que los bananos aportan grandes cantidades de estos nutrientes.
Repita estos materiales hasta que tenga 3-4 capas de cada uno, y la zanja esté llena. La mantenemos bien regada dejándola reposar durante al menos 8 meses (1 año es ideal). El objetivo es obtener al final un compost con un alto contenido de hongos.
Observaciones

Figura 12. Sección transversal de compost ya terminado. Fuente: Brian Moser
Hemos visto hifas fúngicas al utilizar este compost (Figura 12). Vemos hongos en nuestras camas de hortalizas donde hemos utilizado el compost.
Cuando empezamos a utilizar compost en las hileras de bananos, vimos un aumento de dos a tres veces en la producción de fruta (racimos más grandes y una temporada más larga). Hemos utilizado el compost generado por este sistema en nuestras camas de producción anuales con una capa de 5 a 10 cm de compost no tamizado encima. Hemos observado que cuando tenemos menos de 5 cm de compost, perdemos productividad. Hicimos una cama a principios de 2024 y la sembramos con chiles, tomates, frijoles, okra y maíz. Fuimos gratamente sorprendidos por los rendimientos y la salud de las plantas que vimos. En noviembre de 2024 realizamos un ensayo de observación con los siguientes 5 tratamientos, cada uno aplicado a una cama de producción anual:
- Compost aplicado encima del suelo
- Compost mezclado en el suelo
- Estiércol de vaca, maduro pero no compostado
- Fertilizante químico (tres aplicaciones a una tasa local, estándar)
- Cama a la que se le aplicó compost el año anterior
En la figura 13, el tratamiento 1 está a la izquierda y el 5 está a la derecha. Hemos observado muy poca diferencia entre cualquiera de ellos aunque los cultivos con el tratamiento químico recibieron tres aplicaciones de fertilizante.

Figura 13. Ensayo de campo con compost, estiércol de vaca y tratamientos con fertilizantes químicos. Fuente: Brian Moser
Un inconveniente de este sistema es que requiere una gran cantidad de material orgánico todo a la vez. Por otra parte, los beneficios duran un mínimo de tres años con un trabajo mínimo 3en el mantenimiento del sistema. Además no tuvimos problemas con enfermedades o insectos y utilizamos mucha menos agua en las camas de producción anual donde utilizamos el compost de las zanjas con banano.