Escritor: Tim Motis and Gene Fifer
Publicado: 29/3/2021


Cultivar plantas, intercambiar semillas y esquejes con los vecinos y buscar mejores variedades de cultivo es tan antiguo como la agricultura. Utilizamos la palabra “nursery” (vivero, guardería) para referirnos a los lugares donde cuidamos y alimentamos cosas preciosas y vulnerables, como los niños y las plantas. La creación de hábitats para cultivar plántulas sanas es parte integral del ciclo agrícola, una importante contribución a una comunidad próspera y una oportunidad de negocio tanto gratificante como desafiante.

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Figura 1.  Ejemplo de un vivero de árboles a pequeña escala. Fuente: Personal de ECHO

Un vivero puede ser tan pequeño como el semillero de un productor para la siembra inmediata de un solo cultivo, o tan grande como una empresa compleja con cientos de especies y variedades para vender al público. Esta Nota Técnica describe aspectos importantes de la planificación y manejo de un vivero pequeño (Figura 1) para suministrar árboles y otras plantas perennes para uso personal o de la comunidad. El contenido está orientado a profesionales de la agricultura que trabajan con pequeños productores en climas tropicales y subtropicales. En el documento se incluyen comentarios y perspectivas de personas con amplia experiencia en el manejo de viveros de árboles en partes de África Central (Roy Danforth), Madagascar (Dan Turk), Guatemala (Dwight Carter) y Haití/Nicaragua/Indonesia (Rafael Flores).

PLANIFICACIÓN DEL VIVERO

Identificar las necesidades de la comunidad  

Un buen vivero llenará necesidades específicas de la comunidad. En lo que más pensamos es en la seguridad alimentaria humana, algo de lo cual los viveros se pueden ocupar al producir árboles frutales y varios tipos de hortalizas. Sin embargo, los viveros también pueden responder a las necesidades de una mayor diversidad de cultivos, control de la erosión, forraje para el ganado, leña, generación de ingresos, nutrición, reforestación, jardinería decorativa y madera.

Roy Danforth trabajó con un vivero grande en África Central que apoyaba un enfoque de arboricultura en el que se producían árboles maderables para construcción  y cercas, así como frutos de alto valor con la misma tierra y los mismos insumos utilizados para cultivar alimentos como frijoles (especies de la familia Fabaceae), maní (Arachis hypogaea) y maíz (Zea mays). Danforth comentó: “El foco es lograr que los pequeños productores sean autosuficientes en la mayoría de los ámbitos de la vida al aprender y beneficiarse de un enfoque agroforestal o de arboricultura”.

Antes de comenzar un vivero, tómese tiempo para identificar las necesidades. Examine los aspectos ambientales, agrícolas, comerciales y culturales de la comunidad. Encueste a los miembros de la comunidad para entender sus prioridades de modo que pueda solucionar los retos inmediatos y a largo plazo. Munjuga et al. (2013) recomiendan una herramienta de análisis llamada FODA para identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas  puntos fuertes, los puntos débiles, las oportunidades y las amenazas (Tabla 1). Independientemente de la encuesta o de las herramientas analíticas que se utilicen, el proceso de toma de decisiones para comenzar un vivero exitoso que sirva como un recurso valioso para la comunidad lo debe guiar un conocimiento minucioso.

Tabla 1. Ejemplos de fortalezas, oportunidades, debilidades, y amenazas en un análisis FODA.
FORTALEZAS
Entusiasmo de los miembros de la comunidad
Apoyo de los dirigentes locales/del gobierno
Temperaturas favorables
 
DEBILIDADES
Disponibilidad de semillas
Costo de las herramientas e insumos
Calidad del suelo
 
OPORTUNIDADES
Mayor diversidad de cultivos
Generación de ingresos
Reducción de la malnutrición
 
AMENAZAS
Suministro de agua no confiable durante sequía
Daños a las plantas por el ganado
Legislación sobre licencias y permisos
 
Adaptado de un manual [http://edn.link/kr6ngz] by Munjuga et al. (2013), que contiene ejemplos adicionales de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.

 

Determinar la demanda

Todas las empresas, ya sean con o sin fines de lucro, deben analizar el mercado local en cuanto a su capacidad para absorber nuevos productos. Como parte de este proceso, Munjuga et al. (2013) recomiendan recolectar información sobre los clientes potenciales y la competencia.

¿Quién es su cliente?

Tome en cuenta los factores que afectan la capacidad de productores y horticultores para adquirir plantas de su vivero. ¿Viven en un entorno rural o urbano? ¿Qué distancia deben recorrer los productores para obtener plantas del vivero? ¿Cómo se pueden transportar las plantas a los beneficiarios? ¿Cuáles son las preferencias en cuanto a dieta y cuáles son las preferencias culinarias de la gente y cuán abiertos están a adoptar nuevos alimentos? ¿Existen problemas de tenencia de la tierra, restricciones de los propietarios o leyes locales que influyan en la cantidad de tierra en la que la gente puede establecer plantas del vivero? ¿Va a suministrar plántulas a personas individuales o a entidades como cooperativas, proyectos o iglesias? ¿Cuántos ingresos disponibles tiene la gente para comprar plántulas?

¿Quién más podría estar atendiendo a esos clientes?

¿Hay otros viveros o fuentes de material vegetativo en el área? ¿A qué distancia están esas fuentes? ¿Qué plantas producen y  a cuáles son sus precios? Para minimizar la competencia y evitar debilitar los mercados existentes en la zona, considere la posibilidad de ofrecer plantas -a un precio razonable- que ningún otro vivero esté produciendo.

Definir los objetivos

La misión y el objetivo de un vivero deben responder a las necesidades de las personas a las que atiende. Para garantizarlo, involucre a participantes de la comunidad en la decisión del propósito del vivero. En el Tabla 2 se enumeran ejemplos de objetivos y beneficiarios de viveros, extraídos de viveros exitosos en regiones tropicales.

Tabla 2. Ejemplos de objetivos y clientes, basados en viveros en regiones tropicales.
FuenteZ Ubicación del vivero Objetivo(s) Clientes

Roy Danforth

Un vivero central y viveros comunitarios en países de África CentralY

Apoyar huertos de árboles y ayudar a que los agricultores obtengan y produzcan sus propias semillas/plántulas. Capacitación de productores en fincas, individuales y cooperativas agrícolas 

Dan Turk

Varios viveros de Madagascar Suministrar árboles autóctonos y nuevas especies/variedades de árboles frutales para apoyar proyectos o personas particulares. Iglesias, proyectos, escuelas y productores individuales

Dwight Carter

Vivero en Guatemala Proporcionar ingresos en efectivo, y opciones de producción de fruta y alimentos a fin de disminuir la presión para eliminar los bosques o para emigrar a las ciudades. ONG que trabajan con las comunidades en las orillas de las reservas forestales, propietarios locales y pequeños productores 

Rafael Flores

Viveros en Haití, Nicaragua e Indonesia Renovar las antiguas plantaciones de cacao (Theobroma cacao), café (Coffea sp.), frutas y caucho (Hevea brasiliensis). Fomentar la producción de cultivos rentables y diversos. Productores con fincas pequeñas y medianas
ZLa información en esta tabla se ha extraído de las respuestas a un cuestionario que ECHO envió a personas con amplia experiencia de primera mano en la operación de viveros de árboles a pequeña escala.
YRepública Democrática del Congo, República Centroafricana y Camerún.

 

Decidir qué tipo de vivero desarrollar

Cada vivero trabaja con una combinación única de necesidades, limitaciones, recursos y condiciones de cultivo. Conocer cómo difieren los viveros puede ayudarle a adaptar el suyo a las condiciones locales. Tenga en cuenta las siguientes preguntas al decidir qué tipo de vivero va a desarrollar.

¿Qué plantas se cultivarán?

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Figura 2. Plántulas de árboles frutales en un vivero de Guatemala. Fuente: Cecilia González

Los viveros varían en el tipo de plantas que producen. Las categorías de plantas en las que enfocarse van desde las especies agroforestales y los cultivos comerciales como el café, hasta los árboles frutales (Figura 2). Haga coincidir el tipo de plantas cultivadas con las necesidades de la comunidad y las condiciones de siembra locales.

¿En qué época del año funcionará el vivero?

Algunas plantas pueden producirse de forma estacional, durante unos pocos meses. Por ejemplo, un vivero enfocado en la moringa (Moringa oleifera) podría producir plántulas durante la estación seca y luego dejar de funcionar una vez que todas las plántulas se hayan distribuido o sembrado durante la estación de lluvias. La disponibilidad de agua y las limitaciones de mano de obra también pueden afectar la época de operación. Quizás sólo sea factible manejar un vivero durante los meses en los que hay agua disponible y cuando hay suficientes personas de la comunidad que pueden dedicar tiempo al mantenimiento del vivero. Por otro lado, manejar un vivero durante todo el año facilita el cultivo de varias especies de árboles, ya que muchos tardan más de un año en crecer lo suficiente como para venderlos o distribuirlos.

¿Será un vivero a corto o largo plazo?

Incluso sin limitaciones de recursos, no todos los viveros son para funcionar a largo plazo. Un vivero podría establecerse temporalmente a fin de suministrar plantas durante un tiempo limitado para ayudar a los productores a recuperarse de un evento catastrófico.

Los viveros de largo plazo permiten a las comunidades evaluar y adoptar una variedad de plantas a lo largo del tiempo. Al comentar sobre un vivero de largo plazo duración en la República Centroafricana, Danforth compartió:

…este vivero ha tenido más de 500 especies diferentes de árboles frutales y otros árboles beneficiosos. A lo largo de los años se han seleccionado las mejores variedades, como la yaca, nanca, nanjea o panapén (Artocarpus heterophyllus), canistel o zapote amarillo (Pouteria campechiana), la rollinia o biriba (Rollinia delicious), el mango (Mangifera indica), el aguacate (Persea americana), la piña (Ananas comosus), el rambután (Nephelium lappaceum), el coco (Cocos nucifera), y la lista sigue. Contar con plántulas disponibles durante todo el año ha permitido a pequeños productores tener más posibilidades de cultivar sus propios huertos o reponer sus hortalizas cuando lo necesitan.

¿Quién será el propietario del vivero y lo financiará?

Los viveros difieren en cuanto al régimen de propiedad, que también está relacionada a de qué manera se financian. Algunos viveros son propiedad de productores individuales o de propietarios de empresas, otros son manejados  por grupos escolares o iglesias, y otros son propiedad o están subvencionados por ONG o instituciones gubernamentales (Mbora et al., 2008).

Seleccionar el lugar 

Parte de la etapa de planificación es decidir dónde ubicar el vivero. A la hora de evaluar un lugar, tenga en cuenta los siguientes factores:

¿Cuánto espacio se necesitará?

El tamaño de un vivero por lo general lo limita la asequibilidad del terreno para comprar o alquilar, o la cantidad de terreno disponible para utilizar a través de una institución. En un terreno determinado, el área ocupada por los edificios existentes influirá en la cantidad de espacio para sembrar plantas. La cantidad mínima de espacio necesaria dependerá de cuántas plantas de cada especie se producirán y de cómo se cultivarán; el espacio necesario por planta variará dependiendo del tamaño final de la planta, del tamaño del contenedor (para plantas cultivadas en maceteras o bolsas de polietileno) y del tamaño de la cama (para las plantas cultivadas en camas elevadas). También necesitará espacio para acceder a las plantas (para regarlas y distribuirlas) y para las estructuras donde mezclar los medios de cultivo y almacenar las herramientas y el equipo.

¿Qué recursos y tecnologías estarán disponibles?

Los recursos y las tecnologías disponibles para operar un vivero varían de un lugar a otro. Danforth mencionó que los materiales utilizados para construir un vivero en Sudáfrica son distintos de los utilizados en la República Centroafricana. Planee utilizar herramientas y tecnologías adecuadas para la zona. Por ejemplo, las regaderas son una mejor opción que complejos sistemas de goteo en zonas donde no se dispone de materiales para riego y fontanería.

¿Qué plantas crecerán?

La ubicación del lugar también limita lo que crecerá, teniendo en cuenta el clima predominante. Por ejemplo, las especies arbóreas que prosperan en las tierras bajas quizás no crezcan tan bien en una región montañosa, y viceversa.

¿Qué tan fácil o difícil será el manejo?

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Figura 3. Vivero en una aldea situado bajo la sombra parcial de un árbol. Fuente: Roy Danforth

Las características del lugar influyen en cuán fácil o difícil será operar un vivero. Mbora et al. (2008) y Buyinza y Opolot (2016) describen varios elementos de un buen lugar para vivero. Los aspectos relacionados con el crecimiento de las plantas son especialmente importantes. Estos incluyen acceso a una fuente de agua confiable, medios de siembra fácilmente disponibles (p. ej., tierra, arena y compost), buen drenaje (para evitar exceso de humedad e inundaciones), algo de sombra (Figura 3), y protección contra ganado y vientos fuertes. Los factores relacionados con los trabajadores y los clientes incluyen carreteras hacia y desde el lugar, medios de transporte para las plantas y los suministros, la distancia a pie entre el vivero y el(los) edificio(s) de herramientas y suministros, la visibilidad para que la comunidad lo tenga presente, y la proximidad a los clientes. Un buen lugar también debe ser fácil de proteger contra el robo de plantas y herramientas.

¿A qué distancia está el lugar de otros viveros?

Otro factor a considerar al momento de la selección de un lugar es la presencia o ausencia de otros viveros en la región. El acceso a otros viveros afecta a la disponibilidad de material vegetativo. Danforth describió un caso en el que el alcance y el impacto de un vivero central se ampliaron al suministrar material vegetativo a viveros satélites más pequeños. La distancia entre viveros también influye en la demanda del mercado de los productos de un vivero. Si uno o varios viveros ya operan cerca, un nuevo vivero podría ubicarse más lejos o diseñarse para suministrar plantas que de otro modo no estén disponibles en el área.

Diseñar el vivero

Un buen diseño físico de un vivero reduce el tiempo y la mano de obra necesarios para colocar en macetas o bolsas, hacer el semillero, hacer injertos, regar y desmalezar. Un vivero bien diseñado también agiliza la distribución y venta de las plantas.

Los mapas son útiles al diseñar un vivero (Munjuga et al., 2013). Un mapa del lugar puede mostrar los límites de la propiedad, la ubicación de las cercas, los caminos o carreteras de acceso, las fuentes de agua, los puntos de entrada, notas o indicaciones sobre pendiente y drenaje, y los edificios y árboles existentes. En las versiones posteriores del mapa, puede bosquejar estructuras adicionales, un lugar para mezclar la tierra/el medio, el espacio de cultivo y una zona de venta. Podrá utilizar el borrador final del mapa como parte de un plan de negocio o una propuesta de proyecto. Los mapas útiles deben estar a escala, de modo que las distancias entre los puntos sean proporcionales a las distancias reales sobre el terreno; 1 cm en un mapa, por ejemplo, podría ser el equivalente a 10 m sobre el terreno. Indique la escala en algún lugar del mapa. También incluye un indicador de dirección, que puede ser tan sencillo como una flecha que muestre dónde está el norte. 

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Figura 4. Fotografía de los pasillos internos para que los trabajadores del vivero accedan a las plantas del mismo. Fuente: Cecilia González

El tamaño de las áreas de trabajo y de las zonas de cultivo dependerá del número y la especie de las plantas que se vayan a sembrar. Por ejemplo, los cocoteros necesitan más espacio que las moringas. Haga los caminos internos de trabajo lo suficientemente amplios como para que alcancen los trabajadores que acarrean  regaderas, herramientas u otros equipos (Figura 4). Las especies de plantas varían en cuanto a la cantidad de luz solar que necesitan. Planifique las estructuras de sombra necesarias, teniendo en cuenta la sombra existente de edificios, colinas o árboles.

Diseñe y coloque las áreas de producción de plantas de forma que el agua de lluvia drene. Esto evitará que las raíces de las plantas se encharquen y que los caminos internos se enloden. Dependiendo de su ubicación, quizás sea necesario bombear el agua de riego cuesta arriba, desde un pozo o un arroyo, y luego dejar que fluya pendiente abajo (o desde un tanque de agua elevado) hacia las zonas de cultivo. En los terrenos inclinados, puede ser necesario nivelar las áreas de siembra.

Crear programas, calendarios y presupuestos

Como parte del proceso de planificación, cree un calendario de vivero para asegurarse de que las semillas estarán disponibles antes del momento de la siembra. Un calendario integral también puede ayudarle a estimar costos y gastos, y a determinar cuánta mano de obra que necesitará en las diferentes épocas del año. Calcule un presupuesto anual que refleje la cantidad y la calidad de los materiales vegetativos que espera ofrecer. Necesitará obtener materiales como contenedores, herramientas, malla sombra, fertilizantes, plaguicidas y suministros de construcción. El programa anual puede ayudarle a ver cuándo podría experimentar períodos de liquidez y cuándo podría necesitar acceso a crédito. También puede incluir una lista de contactos y proveedores actuales.

Tabla 3. Elementos de un plan de negocio para viveros de plantas.
Sobre el vivero Costos Contabilidad
Nombre del vivero
Propietario y tipo de propiedad
Ubicación(es)
Clientes/servicios al cliente
Plantas suministradas (especies/número)
Plan de comercialización y producción
Suministros y equipos para puesta en marcha
Costos de construcción
Mantenimiento de suministros/equipos
Servicios públicos y/o alquiler
Mano de obra (salarios y capacitación)
Costos de marketing y produccións
Organigrama de la actividad anual
Balance de gastos/ingresos
Condensado de un manual de capacitación de et al. (2013).

 

Un vivero pequeño para uso personal de la finca no necesitará tanta planificación, pero cualquier vivero que intente servir a una comunidad necesitará un plan de negocio detallado, especialmente si el vivero necesitará crédito de un banco o inversionista. En la Tabla 3 se enumeran los elementos que deben incluirse en un plan de negocio.

ADQUISICIÓN DE MATERIAL DE SIEMBRA

Las plantas se multiplican (propagan) por medio de semillas o porciones de partes de la planta, como tallos, raíces u hojas. En un recurso de la FAO titulado “Vegetative Propagation [http://edn.link/g2xmy9],”  Schmidt (1993) explica conceptos y términos relacionados con la propagación de plantas. Al planear un vivero, averigüe -para cada especie- cuánto material de propagación vegetal hay disponible, incluyendo fuentes, costos y en qué épocas del año está disponible. Este conocimiento puede ayudar al gerente del vivero a fijar objetivos de producción realistas.

Antes de obtener grandes cantidades de semillas, le sugerimos que haga una prueba de germinación con una cantidad de semillas de muestra. Esto le ayudará a decidir de qué proveedores obtener las semillas, y le dirá aproximadamente cuánta semilla necesitará para lograr las poblaciones de plantas deseadas.

Si es posible, obtenga el material de propagación en lugares cercanos; esto contribuirá a la economía local y minimizará los costos de transporte/envío. Priorizar la propagación de plantas dentro de una región o país también ayudará a conservar y promover las especies autóctonas. Esté dispuesto a pagar precios justos y a obtener permiso para recoger semillas, esquejes y otro material de siembra de particulares y dueños de propiedades.

Si bien hay ventajas claras en la obtención de material de propagación lo más cerca posible del vivero, la posibilidad de traer semillas u otras partes de plantas de otros países amplía las opciones de un vivero en términos de especies y variedades para sembrar e introducir en un área. Carter comentó: “...los trabajadores internacionales a menudo tienen una gran ventaja al poner a disposición genética de plantas que pueden hacer una gran diferencia en una región”. Cuando adquiera semillas a nivel internacional, obtenga los permisos necesarios (p. ej. permisos de importación y certificados fitosanitarios) y trabaje con las autoridades para evitar la propagación de enfermedades vegetales y especies invasoras. Antes de promover nuevas especies y variedades de plantas, evalúelas en parcelas de prueba pequeñas para asegurarse de que crecerán bien en las condiciones locales.

OPERACIÓN DEL VIVERO

Tareas diarias y periódicas

Manejar un vivero implica muchas tareas repetitivas. El mantenimiento diario de las plantas implica regarlas, deshierbarlas y abonarlas. Con el tiempo, tendrá que trasladar las plantas a macetas más grandes para acomodar el crecimiento radicular. Dependiendo del cultivo y de las necesidades de crecimiento a largo plazo, las plantas que crecen bajo las estructuras de sombra del vivero quizás necesiten aclimatarse a más luz solar para prepararlas para su siembra fuera del vivero. Las tareas rutinarias relacionadas con la venta incluyen ayudar a los clientes en la selección de plantas y la entrega de recibos. Los registros de inventario deben actualizarse a medida que las plantas rotan en el vivero, entran y salen. 

Algunas tareas son mensuales o estacionales, y pueden necesitar análisis y planificación. Las decisiones que implican compra de suministros se ven influidas por la disponibilidad, la tasa de uso y el buen funcionamiento de los distintos productos en el pasado. Las decisiones de siembra deben tener en cuenta las condiciones estacionales y las necesidades de los clientes. Las semillas tendrán que recolectarse o comprarse. Luego están los planes de manejo a largo plazo, que requieren que re-evalúe los objetivos anteriores y actualice el plan de negocio. Wilkinson y Landis (2014) sugieren el uso de una lista de verificación para registrar tareas como las de la Tabla 4.

Tabla 4. Tareas diarias, estacionales y a largo plazo en la operación de un vivero.
Tareas diarias Tareas estacionales Tareas de planificación a largo plazo
Sembrar
Regar 
Control de plagas
Resembrar 
Weeding Desmalezar 
Registro de datosZ 
Venta de plantas
Entrega/transporte de plantas
Retroalimentación de los clientes
Monitoreo de las fuentes de semillas y suministros
Adquisición de semillas, medios de cultivo, herramientas y equipos
Mantenimiento de camas de siembra de los viveros
Visitar a los clientes para hacer un seguimiento:
     al éxito/fracaso de las plantas del vivero
     a los niveles de satisfacción
Capacitar a trabajadores estacionales
Proyección de costos/ingresos futuros
Ampliación de la base de clientes
Actualizaciones de la infraestructura
Futuras ofertas de plantas
Adaptado de una lista de verificación de manejo de viveros de Wilkinson y Landis (2014).
ZConsidere la posibilidad de mantener registros del desempeño de la planta, el clima, la información de los clientes y el inventario.

 

Comercializar los productos

La publicidad, la promoción y el servicio al cliente son todos elementos de una estrategia de marketing (Munjuga et al., 2013). Cuando hace publicidad, informa a la gente lo que usted ofrece, cuándo está disponible, dónde obtenerlo y el costo (o la falta de costo) del producto. La promoción va un paso más allá, al combinar la educación y la influencia para “promover” la aceptación de su producto. El servicio de atención al cliente se refiere a la forma de ayudar a los clientes durante y después de que obtienen las plantas. Un buen servicio al cliente promueve una participación que se repita en el futuro.  

Publicidad

Las conversaciones positivas de boca a boca entre los miembros de la comunidad proporcionan la mejor publicidad y la más barata. Por el contrario, los chismes negativos sobre los productos o servicios del vivero resultan en la peor publicidad. Las reacciones negativas usualmente son resultado de una mala supervivencia de las plántulas o del desempeño de las plantas. Otras reacciones negativas pueden ser el resultado de que las especies se vuelvan invasivas o que necesiten más trabajo de lo que se recibe en beneficios. Una calidad superior de las plantas es la mejor publicidad que puede tener un vivero, y cada planta que se envía a la comunidad es una embajadora del vivero. Dedique tiempo a encontrar y promover variedades superiores, ya que los árboles que sobreviven pero tienen un crecimiento lento y una baja productividad al final desperdician espacio y tiempo. Indique a los responsables de los viveros que se deshagan de las plantas inferiores y que inviertan en insumos como agua y fertilizantes para producir plantas de calidad. Los árboles de alta calidad mejoran los medios de vida.

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Figura 5. Participantes en seminario de manejo de viveros, ilustrando el concepto de promoción a través de la educación. Fuente: Roy Danforth

Promoción 

Danforth sugirió: “Promover la siembra de árboles frutales u hortalizas, mediante un seminario sobre viveros en la aldea, puede hacerse con rapidez llevando una muestra de una fruta madura y pasándola entre los participantes del seminario para que la prueben y la evalúen. Una buena señal es cuando se ve que los participantes no sólo empiezan a devorar la fruta, sino que las semillas de la fruta las agarran rápido y las meten directamente en los bolsillos de sus pantalones, ¡creando así la necesidad de aprender a iniciar su propio vivero cuando lleguen a casa!”

La promoción de los viveros conlleva extensión educativa y relaciones públicas. Elija métodos educativos participativos (Figura 5), en lugar de un enfoque descendente de transferencia de tecnología. La experiencia hortícola y el conocimiento profundo de las plantas que se cultivan generan confianza y respeto por el vivero y sus productos. La curiosidad y la disposición de aprender de los productores ayudan a forjar relaciones y lleva a ideas para mejorar el vivero.

Los productores líderes y las escuelas de campo de agricultor a agricultor (explicadas por de Oliveira y Terzic, 2013) constituyen excelentes socios comunitarios y una buena fuente de información y conocimientos. Proporcionar en forma gratuita semillas y plántulas de nuevas opciones de cultivo a estos socios permite hacer ensayos de campo visibles que refuerzan la naturaleza colaborativa de las innovaciones agrícolas. Las especies o variedades que les crecen bien a productores líderes pueden ofrecerse a más clientes en la siguiente temporada.

Servicio de atención al cliente

Proporcionar a los clientes -incluidos productores, plantadores de reforestación y horticultores domésticos- información sobre cómo sembrar y cuidar las plantas que reciben. Todos los esfuerzos del vivero por cultivar plantas fuertes y sanas serán inútiles si se descuida el transporte, la siembra y el cuidado de las plantas. Para cada especie de planta, explique lo siguiente:

  • Cómo cuidar las plantas durante el viaje desde el vivero hasta el lugar de siembra
  • El tamaño y la profundidad del hoyo de siembra 
  • Qué tipo y cantidad de enmiendas agregar al sembrar
  • Cómo proteger las plantas de las plagas, el ganado, la fauna, el sol y el viento
  • Necesidades de abono, mulch y agua

La sobrevivencia y el crecimiento de las plántulas disminuirán si no se riegan las plantas, si no se cuidan adecuadamente antes de plantarlas o si se permite que el ganado ramonee. Un vivero no es responsable de la negligencia de los clientes, pero algo de instrucción previa a la siembra puede ayudar a reducir las quejas y mejorar el éxito de los clientes con las plantas del vivero.

La retroalimentación de los clientes no tiene que limitarse a la resolución de quejas. Si es inquisitivo y se preocupa por el éxito de los clientes, es probable que mantenga muchas conversaciones productivas y que incluso pueda reclutar a nuevos productores líderes.

Venta y distribución de productos

Las plantas de vivero se pueden vender y transportar de varias maneras. Por ejemplo, puede vender plantas individualmente o en pequeñas cantidades a precios al por menor; venderlas en grandes cantidades a precios más bajos al por mayor; o regalarlas a través de redes sin fines de lucro. Puedes distribuir las plantas en el vivero y que los clientes pongan su propio transporte; entregarlas en las fincas o en puntos de distribución; o hacer que participantes en proyectos de viveros comunitarios (p. ej. ubicados en iglesias y escuelas) las entreguen en los hogares. Todas estas opciones tienen ventajas y desventajas, y tendrá que decidir qué es lo que funciona mejor en su situación.

Venta al por menor

Los precios al por menor tienden a ser más altos que los precios al por mayor, porque las ventas al por menor requieren más interacción y servicio con el cliente, mantenimiento de registros y costos de entrega potencialmente más altos. A la hora de fijar los precios al por menor, tenga en cuenta el costo de los insumos y la mano de obra, los precios de otros viveros de la zona, la demanda local de plantas, la capacidad financiera de los clientes potenciales y la calidad de las plantas.

Si un porcentaje importante de las ventas de su vivero se hará en el lugar y al por menor, asigne un espacio adecuado para que los clientes puedan echarle una mirada a los productos que están a la venta. Asegúrese de que el espacio de venta al por menor sea bien visible para el público y de fácil acceso para los vehículos.

Venta al por mayor

Las plantas vendidas al por mayor tienen precios más bajos -en comparación con los precios al por menor- debido a los menores niveles de mano de obra por planta (para la atención al cliente, el mantenimiento de registros y el transporte). Usted puede explicar más rápidamente cómo cuidar una especie de cultivo particular a un cliente que compra 100 plantas que a 100 clientes que compran una planta cada uno. Producir grandes cantidades de plantas requiere un uso eficiente del espacio y la mano de obra. Los viveros que se dedican exclusivamente a la venta al por mayor no necesitan una zona de venta en el lugar; sin embargo, por lo general tendrán que ocuparse del transporte de las plántulas a las fincas u otros lugares de distribución. La producción de viveros al por mayor o de gran volumen se utiliza principalmente para proyectos de reforestación o para abastecer a varios puntos de distribución regionales.

Producción sin fines de lucro

La gente tiende a cuidar mejor las plantas que le cuestan algo. En áreas con mucha pobreza, sin embargo, podría ser apropiado proporcionar plantas en forma gratuita o a precios bajos. Los viveros sin fines de lucro dependen de financiamiento externo para operar. Los proyectos que focalizan la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y la restauración de la tierra a menudo incentivan la participación de la comunidad mediante la distribución gratuita de plantas. A medida que los medios de vida mejoran, los viveros sin fines de lucro deberían dar pasos para reducir su oferta de plantas gratis, de modo que la gente pueda empezar a producir y vender sus propias plantas sin tener que competir con los viveros subvencionados.

MATERIALES Y TÉCNICAS

Las herramientas y los recursos varían de lugar a lugar, especialmente en entornos con recursos limitados. Las decisiones sobre los tipos de medios de cultivo, contenedores, fertilizantes, riego y control de plagas son demasiado complejas y dependen de la situación como para tratarlas en detalle aquí, pero las siguientes secciones ofrecen orientaciones básicas.

Medios de cultivo

En un vivero, las semillas o plántulas crecen en tierra u otras mezclas denominadas “medios”. Los viveros utilizan mezclas de tierra según las necesidades de las plantas (que pueden variar según las especies) y del costo y la disponibilidad de los ingredientes.

Criterios para medios de cultivo de buena calidad 

Un vivero no puede mantener sus operaciones a largo plazo sin un suministro de medios de siembra fácilmente disponible. Los ingredientes deben ser asequibles, estar disponibles en las cercanías y ser fáciles de mezclar y transportar.

Un medio de siembra de calidad favorece el crecimiento saludable de las plantas. Debe estar libre de enfermedades transmitidas por el suelo, plagas y semillas de maleza, así como de partículas grandes que obstaculicen la emergencia de las hojas de las plántulas. Los medios de siembra de calidad también deben tener propiedades físicas y químicas que favorezcan el crecimiento de las plantas.

Una mezcla con buenas propiedades físicas tendrá una textura lo suficientemente ligera/porosa como para proporcionar aire a las raíces de las plantas y al mismo tiempo retener bien el agua y los nutrientes y evitar que las plantas se caigan en sus contenedores. Un sustrato de textura fina retiene el agua y los nutrientes pero es propenso a encharcarse, mientras que los medios de textura gruesa drenan bien pero se secan con rapidez y pierden nutrientes por lixiviación. Cuando considere los distintos tipos de medio de siembra, asegúrese de equilibrar la retención de agua y nutrientes con un drenaje adecuado.

Las propiedades químicas de una mezcla para viveros influyen en su capacidad para suplir nutrientes a las plantas en crecimiento. Una buena mezcla contiene nutrientes que son fácilmente accesibles para las plantas cuando los necesitan. La disponibilidad de los nutrientes está influida por el pH, estando los nutrientes más accesibles para las plantas cuando el pH del sustrato es casi neutro (de 6,5 a 7,0). El sustrato de los viveros no suele necesitar ser muy fértil, ya que las plantas que crecen en él se trasplantarán pronto a los campos o huertos. Danforth aconsejó,

La mejor tierra tiene que ser oscura, lo que significa que contiene materia orgánica ya descompuesta. Esto usualmente garantiza que será algo fértil, pero lo más importante es que la tierra se mantenga suelta [para el drenaje y que se pueda trabajar], ya sea húmeda o seca.

Opciones de ingredientes para medios de cultivo 

Arena y grava

La arena, la grava fina o una mezcla de ambas facilitan el drenaje del exceso de humedad. Busque arena en los lechos de los ríos. Carter mencionó que él usó arena de piedra pómez en Guatemala. La arena de piedra pómez se encuentra en zonas volcánicas, es inerte y estable (como la arena, no se descompone) y es porosa (Landis et al., 2014a). 

Capa vegetal

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Figura 6. Llenado de sacos de vivero con tierra debajo de las plantas y malezas que cubren el suelo. Fuente: Roy Danforth

La capa vegetal contiene una mezcla de partículas inorgánicas (arena, limo y arcilla) y partículas orgánicas (Figura 6). Busque la capa vegetal en las zonas boscosas, ya que el crecimiento saludable de los árboles es un indicador de buena calidad del suelo (Buyinza y Opolot, 2016). Cuanto mayor sea el contenido de arcilla, más fina será la textura del suelo. La arcilla tiene poca porosidad (espacio de aire entre las partículas), por lo que demasiada arcilla impide que los recipientes drenen bien. Por el contrario, cuanto más arena contenga el suelo, más grueso será. Un suelo demasiado arenoso no retendrá bien el agua y los nutrientes. Busque una capa vegetal equilibrada en términos de textura.

Materia orgánica

La materia orgánica (p. ej. ejemplo, residuos vegetales o estiércol animal) mejora el medio de cultivo del vivero de varias maneras. Absorbe y retiene la humedad y los nutrientes, liberándolos lentamente a las plantas a través del tiempo. Mientras la arcilla retiene la humedad y los nutrientes, la materia orgánica es más porosa y  por lo tanto es más ligera y fácil de transportar.

Danforth añadió: “Otra opción es llenar los sacos del vivero con la tierra y la materia orgánica descompuesta (hojas compostadas) bajo una gruesa cubierta vegetal de kudzu tropical (Pueraria phaseoloides), calopogonium (Calopogonium mucunoides) u otro cultivo de cobertura. La única cosa con la que uno tiene que ser cuidadoso es esto: al cabo de unos tres meses, el material compostado se habrá descompuesto más y el nivel de la tierra en el saco habrá bajado considerablemente. Tendrá que sacar la plántula del saco y agregar más tierra, o resembrar la plántula en un saco más grande (lo que probablemente tenga que hacer de todos modos). Con este sistema hemos podido mantener las plántulas plantones en sus sacos hasta dos años”.

Un vivero no debe competir con los productores locales por la materia orgánica. Los productores suelen depender de la materia orgánica de los residuos de las cosechas y del estiércol del ganado generados en sus campos por las actividades de cultivo y pastoreo. Fuentes alternativas de materia orgánica podrían ser los tallos de plátano picados, las cáscaras de coco (también llamadas fibras de coco), las cáscaras de café, los residuos de cocina, las cáscaras de maní, la cascarilla de arroz, el bagazo de la caña de azúcar, las deposiciones de lombrices y el estiércol (p. ej., el de los gallineros o los corrales de cerdos) que los productores probablemente no recogerán y transportarán a sus campos. Es posible que pueda reunir algunas plantas alrededor del vivero, como hierba y maleza. Para evitar agregar semillas de maleza hierbas al medio de cultivo, recoja la biomasa de la maleza antes de que florezca y empiece a producir semillas. También podría sembrar árboles fijadores de nitrógeno, como la gliricidia (Gliricidia sepium), alrededor de la orilla del vivero, para tener una fuente continua de materia orgánica y como cerca viva.  

Como regla, la materia orgánica debe estar bien descompuesta. La materia orgánica que no se descompone puede limitar la disponibilidad de nitrógeno, provocando el amarillamiento de las hojas y el retraso del crecimiento. Esto es especialmente cierto en el caso de la materia leñosa, como el aserrín o la paja, que tiene una elevada relación carbono-nitrógeno (> 30 partes de carbono a 1 parte de nitrógeno). Los organismos vivos necesitan nitrógeno para sintetizar moléculas como las proteínas. Si los microorganismos del suelo no pueden obtener suficiente nitrógeno de la materia con alto contenido de carbono, lo obtendrán de otra parte en el suelo, haciendo que el nitrógeno sea inaccesible para las plantas.

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Figura 7. Cernidor de compost/medios hecho con cedazo. Fuente: Personal de ECHO

El compostaje es la manera más rápida de descomponer la materia orgánica. En un artículo titulado A Fresh Look at Life below the Surface (Una nueva mirada a la vida bajo la superficie), Blank (2007) describe varios métodos para hacer compost. Cuando se recurra al compost, tenga en cuenta que el material fresco se reduce a aproximadamente el 40% de su volumen original cuando está completamente compostado (Wightman, 1999). Pase el compost por un tamiz (malla de 5 a 6 mm) para eliminar las partículas grandes (Figura 7). Tendrá que triturar el bagazo de caña de azúcar antes de tamizarlo. Tenga también en cuenta que la materia orgánica en descomposición activa genera calor; para evitar que se quemen las plantas del vivero, espere hasta que esté fría al tacto.

Con el fin de añadir porosidad a los medios de cultivo, a veces se agrega fibra de coco y cascarilla de arroz en forma no compostada. Como se  mencionó antes,  la elevada relación carbono-nitrógeno de estos materiales puede limitar la disponibilidad de nitrógeno para las plantas de vivero. Por eso es que la fibra de coco y la cascarilla de arroz se utilizan a menudo en combinación con fuentes de nitrógeno como el compost, el estiércol descompuesto o el fertilizante mineral.

Considere transformar la cascarilla de arroz y los materiales leñosos en biocarbón antes de agregarlos a los medios de cultivo (véase Hugill, 2013 para más información). El biocarbón es altamente poroso y retiene bien los nutrientes. Para aumentar su capacidad de liberar nutrientes a través del tiempo, considere la posibilidad de “cargarlo” primero, mezclándolo durante varios meses con un compost rico en nutrientes.

Mezclas de medios de cultivo

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Figura 8. Mezcla de medios de cultivo del vivero. Fuente: Personal de ECHO

Abastecerse, recoger y mezclar ingredientes es un ciclo continuo en el manejo de un vivero (Figura 8).  Averigüe qué ingredientes están disponibles en las áreas cercanas y aprenda sobre las ventajas y desventajas de su uso. La capa vegetal, por ejemplo, contiene nutrientes que las plantas necesitan y también ayuda a evitar que las plantas en los contenedores se caigan. Sin embargo, la capa vegetal puede albergar enfermedades o plagas, y es pesada de transportar. Además, cuando se excava la capa vegetal para usarla en el vivero, el suelo que queda es menos fértil y más propenso a la erosión. Se puede reducir la cantidad de capa vegetal necesaria para los medios de cultivo mezclándola en varias proporciones con otros ingredientes como arena y compost (Tabla 5).

Tabla 5. Proporciones de medios de cultivo para tierra, arena y compost para suelos de diferentes texturas (Wightman 1999).
Textura del suelo Suelo Arena Compost
Suelos pesados (arcilla) 1 2 2
Suelos intermedios (limosos) 1 1 1
Suelos ligeros (arena) 1 0 1

 

Turk comentó: “La fórmula típica utilizada en muchos viveros de Madagascar es una mezcla 1:1:1 de arena, capa vegetal y estiércol de vaca bien descompuesto”. Añadió que, “debido a que el suelo por lo general tiene un alto contenido de arcilla, ellos modifican esta receta con un 10% de cascarilla de arroz, que se obtiene con una mezcla 3:3:3:1 de arena, tierra, vaca, estiércol y cascarilla de arroz”.

Usted puede evaluar la idoneidad de medios de cultivo basados en el suelo utilizando el método de la “prueba de la cinta” (USDA-NRCS, 1999). Primero, añada agua a unos 25 g de medio de cultivo para formar una bola húmeda. Apriete dicha bola entre el pulgar y el dedo índice (primero), empujando la tierra sobre el dedo índice para formar una cinta. El personal del vivero de ECHO en Florida recomienda una longitud de cinta de 1.5 a 2 cm como ideal. Si la cinta se rompe a menos de 1.5 cm, es demasiado arenosa; en este caso, considere la posibilidad de añadir tierra de textura más fina o compost. Si puede formar una cinta de más de 2 cm, añada arena o compost para aumentar la aireación y el drenaje. La prueba de la cinta se aplica sobre todo a los medios en sacos/contenedores de cultivo; los medios utilizados para germinar plántulas o para enraizar esquejes a menudo son más gruesos.

Carter afirmó que un sustrato de calidad implica la prevención y el control de los patógenos del suelo. En cuanto a la pérdida de plantas por enfermedades, comentó: “Tiramos demasiadas plantas que nunca llegan a ser de calidad comercial”. La pasteurización y la solarización son dos opciones para eliminar las semillas de malezas, los nematodos y los patógenos fúngicos y bacterianos dañinos. Ambos procesos implican calentar el medio hasta 60°C (durante 30 minutos); el calentamiento más allá de este umbral matará a los organismos beneficiosos. La pasteurización y la solarización son opciones intensivas en mano de obra pero viables para manejar problemas de enfermedades relacionados con los medios de cultivo.

Donde existen ingredientes orgánicos fácilmente disponibles, puede considerar el uso de medios sin suelo. En muchas partes de los trópicos, abundan la cascarilla de arroz y la fibra de coco; esta última puede encontrarse en diversas formas (por ejemplo, en trozos, en polvo o en fibras trituradas). La tabla 6 muestra varias mezclas hechas con estos ingredientes, probadas por ECHO en Asia para la producción de plántulas. Las mezclas resultaron prometedoras, pero la cascarilla de arroz y la fibra de coco fueron más eficaces cuando se les agregó un componente nutriente como el compost o el estiércol (Gray y Bicksler, 2013).

Tabla 6. Mezclas sin suelo probadas por ECHO en Asia.
Mezcla de componentes Proporción
Cascarilla de arroz, fibra de coco triturada 1:1
Cascarilla de arroz, fibra de coco en trozos, coco triturado 1:1:1
Cascarilla de arroz carbonizadaZ, cascarilla de arroz, fibra de coco triturada 1:1:1
Adaptado de Gray y Bicksler (2013).
ZCascarilla de arroz transformada en biocarbón.

 

Lo anterior no es exhaustivo en cuanto a ingredientes y mezclas posibles. En su análisis de los medios de cultivo, Landis et al. (2014a) proporcionan información más completa sobre los ingredientes y las propiedades de los distintos tipos de medios de cultivo para viveros. Experimente con varios ingredientes y proporciones de ingredientes hasta que esté satisfecho con el crecimiento y la calidad de la planta resultante

Fertilizantes

El estiércol compostado, los residuos de cultivos y de la cocina y la materia foliar descompuesta aportan nitrógeno, fósforo, potasio y otros nutrientes menores. La mayoría de las otras fuentes de materia orgánica tienen un bajo contenido en estos nutrientes, y usted tendrá que agregar fertilizantes. Los fertilizantes comprados (sintéticos), en forma de gránulos que se disuelven en el agua, pueden añadirse al agua de riego o esparcirse al voleo sobre los semilleros. Los fertilizantes naturales, como el estiércol y el compost, pueden aplicarse como abono de cobertera o empaparse en agua y utilizarse como “té” fertilizante.

A fin de garantizar la salud y la calidad de las plantas del vivero, suministre deliberadamente los nutrientes a sus plantas. Además, añada fertilizante si observa signos de deficiencias de nutrientes en las hojas o los brotes de las plántulas (en forma de amarillamiento, manchas o rayas). Tanto los fertilizantes naturales como los sintéticos pueden dañar las plantas jóvenes si se utilizan en forma concentrada. Dilúyelos con agua según sea necesario para evitar “quemar” las plantas.

Sembrar   

A partir de semilla

Muchas plantas de vivero se obtienen a partir de semilla. Estas incluyen la mayoría de las especies agroforestales (p. ej., la gliricidia), el café, la moringa y frutas como la papaya (Carica papaya) y la maracuyá (Passiflora edulis) con rasgos que son consistentes de una generación a otra (Love et al., 2017). Las semillas de algunas frutas (p. ej. el aguacate y el mango) se siembran para utilizarlas posteriormente como portainjertos (se explica en la siguiente sección).

Las semillas de la mayoría de las plantas tropicales germinan fácilmente después de sembrarlas en suelo húmedo, pero las semillas de algunas especies tienen mecanismos de protección que impiden la germinación hasta que las condiciones sean favorables. Esta característica se denomina dormancia de la semilla. En los trópicos, la latencia suele deberse a la dureza del tegumento de las semillas. Sumergir las semillas en agua y escarificarlas (limar o mellar el tegumento de la semilla) son dos métodos comunes para superar la dormancia de la cubierta de la semilla; ambos permiten que el agua entre en la semilla para que pueda comenzar la germinación. Danforth señaló que muchos árboles de reforestación fijadores de nitrógeno se tratan con calor para romper la dormancia, hirviendo las semillas durante sólo un minuto y dejándolas en remojo durante la noche. Smith et al. (2002) presentan información más detallada sobre la dormancia y tratamientos de las semillas en el capítulo cinco del Tropical Tree Seed Manual

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Figura 9. Semillas de aguacate (Persea americana) sembradas en macetas. Obsérvese que no están completamente enterradas. Fuente: Nate Flood

Las semillas se siembran generalmente a una profundidad de una a tres veces el diámetro de la semilla.

Las excepciones incluyen las semillas de frutas como el aguacate, el coco y el mango, que habitualmente no se entierran (Figura 9). En su libro Fruits of Warm Climates, Morton (1987) explica cómo sembrar las semillas de éstas y otras frutas tropicales.

A partir de partes vegetativas de la planta

Algunas plantas se propagan utilizando partes vegetativas de la planta en lugar de semillas. La propagación vegetativa es útil para producir plantas que tienen rasgos deseables idénticos a las plantas madre, y para multiplicar plantas que son difíciles de cultivar a partir de la semilla. Las hortalizas perennes, como la chaya (Cnidoscolus aconitifolius) y el katuk (Sauropus androgynus), se cultivan a partir de esquejes, ya que la chaya no produce semillas fácilmente y las semillas del katuk son difíciles de germinar. Los bananos y la piña (Ananas comosus) se cultivan a partir de hijos (cormos)  separados de las plantas madre.

Las frutas como la acerola o cereza de Barbados (Malpighia puncifolia), la guayaba (Psidium guajava) y el lichi (Litchi chinensis) se inician mediante “acodo aéreo”, una práctica en la que se forman raíces en uno o varios tallos antes de cortarlos de la planta madre. Otras frutas como el aguacate y el mango por lo general se injertan, lo que implica unir una plántula (portainjerto) a una pieza de un árbol maduro (llamado vástago o yema) de la misma especie. Wasielewski y Balerdi (2019) explican los métodos de propagación vegetativa con más detalle en una publicación de extensión de la universidad de Florida llamada Tropical and Subtropical Fruit Propagation. Usted tendrá que aprender qué técnica de propagación es la mejor para cada especie que pretenda cultivar. El injerto y otros métodos de propagación vegetativa necesitarán tiempo para aprenderlos bien.

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Figura 10. Bandejas (arriba) y sacos de vivero (abajo) como ejemplos de recipientes para siembra. Fuente: Stacy Swartz

En recipientes o camas de siembra

Al iniciar semillas de baja germinación o bajo vigor, siémbrelas  en camas de siembra o recipientes (Figura 10) separados para iniciar las plántulas (Buyinza y Opolot, 2016). Siembre las semillas con una densidad suficiente para poder ralear las plántulas débiles o atrofiadas y aún tener una población deseada de plántulas sanas. Después trasplante las plántulas sanas a camas o recipientes, para que crezcan en el vivero. Considere este mismo enfoque para las semillas y los esquejes que necesitan un riego frecuente; siémbrelos en un medio grueso que drene bien, para evitar las enfermedades asociadas a una humedad alta. Para especies que no tienen requisitos especiales de germinación o enraizamiento, siembre las semillas directamente en las principales zonas de cultivo del vivero. Al no tener que trasplantar las plántulas de una parte del vivero a otra, ahorrará tiempo y mano de obra y eliminará la posibilidad de dañar las raíces durante el trasplante.

Las plántulas sembradas en camas pueden desenterrarse y venderse o distribuirse como plántulas a raíz desnuda. Estas plántulas a raíz desnuda son livianas y fáciles de transportar, una consideración importante para los productores que deben llevar las plántulas largas distancias a pie o a lomo de burro. Envuelva las raíces en un paño húmedo para evitar que se sequen durante el trayecto. Las plántulas en macetas u otros recipientes son más pesadas que las plántulas a raíz desnuda, pero la tierra que rodea a las raíces evitará que las plantas se marchiten, aumentando el porcentaje de plantas que sobreviven después de sembrarlas en su ubicación final. Indique a quienes reciben las plántulas en recipientes que mantengan intacta la tierra alrededor de las raíces mientras las siembran.

Tipos de recipientes  y manejo 

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Figura 11. Recipientes para siembra con hojas de plátano. Fuente: Stacy Swartz

Puede utilizar muchos tipos de recipientes para sembrar plantas en un vivero, incluidos los tubos de polietileno, las macetas de plástico y cerámica, y las latas y recipientes reciclados. Haga agujeros de drenaje en el fondo de las botellas, jarras o bolsas de plástico recicladas que aún no los tengan. Considere la posibilidad de fabricar recipientes con hojas de plátano (Figura 11) y bambú si no hay otros materiales disponibles y puede justificar la mano de obra que supone su fabricación. Haga coincidir el tamaño del recipiente con el de las raíces de las plantas para que alcancen (Landis et al., 2014b explican los factores para seleccionar los recipientes adecuados). Para las especies que responden mal al estrés del trasplante, siembre directamente en los recipientes (Buyinza y Opolot, 2016).

Las raíces de las plantas eventualmente llegan al fondo de sus recipientes, los atraviesen y crecen en el terreno, lo que puede dificultar mover los recipientes sin dañar las plantas. Para minimizar esta situación, Flores menciona que mueven las bolsas o las macetas del vivero cada dos o tres meses. Mueven los contenedores con los portainjertos una semana antes del injerto, para evitar que se corten las raíces el mismo día que se hace el injerto. También mueven los contenedores cuando es necesario para separar las plantas débiles de las más fuertes, para evitar que las segundas hagan sombra a las primeras.

Flores además explicó: “Agrupamos las plantas más fuertes en una cama y las más débiles en otra... Las más fuertes serán las primeras en entregarse. Si tenemos las plantas más débiles en un lugar separado, podemos cuidarlas mejor aplicando más fertilizante y más agua si es necesario. Normalmente cubrimos el costo del vivero con las más fuertes y obtenemos las ganancias de las más débiles”.

Protección del sol

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Figura 12. Utilización de bambú atado con cuerda (arriba) o de hojas de palmera (abajo) para dar sombra a los árboles del vivero. Fuente: Dan Turk (arriba) y Roy Danforth (abajo)

Las plántulas a menudo necesitan protección contra el pleno sol, especialmente en el caso de las especies que naturalmente forman parte del sotobosque. La sombra reduce las necesidades de riego y el estrés que sufren las plántulas cuando se trasplantan de las zonas de germinación a los recipientes de cultivo. La sombra parcial es mejor que la completa; esta última puede aumentar la humedad, lo que puede incrementar la proliferación de enfermedades de las plantas. Además, demasiada sombra provoca la etiolación, lo que significa que los tallos principales de la planta crecen largos y débiles. Pode las ramas de los árboles si es necesario para que más luz solar les llegue. Danforth y Turk identificaron las hojas de palmera y el bambú como materiales útiles para proporcionar sombra (Figura 12). Se puede ajustar el número y la colocación de las hojas de palmera en una estructura de soporte para obtener los niveles de sombra deseados.

Riego

Su suministro de agua debe ser un agua “dulce” (no salina), libre de residuos y que no contenga enfermedades o residuos de plaguicidas. El pH del agua debe ser casi neutro (7.0), ni demasiado ácido ni alcalino.

Suministrar agua a su vivero puede ser tan sencillo, barato y de baja tecnología como llevar cubos de agua a las camas y rociarlas a mano. Si tiene los recursos, puede optar por un sistema de riego caro y complejo con bombas, mangueras y aspersores mecanizados; esto minimizará la mano de obra una vez instalado, pero requiere mucho capital inicial.

Suministre agua a la superficie del suelo (en lugar de a la zona de las hojas) en forma de niebla de baja presión, goteo o chorro que no arrastre el medio de cultivo ni dañe las plantas jóvenes. Proporcione suficiente agua para empapar bien el medio de cultivo pero sin desperdiciar. Para regar a mano las plantas de vivero en contenedores de saco, Danforth comentó,

Uno debe apuntar la manguera o la punta de la regadera hacia abajo en el saco y llenar hasta la parte superior del mismo, siempre que el saco se haya llenado de tierra a unos 5 cm de la parte superior. Entonces una cantidad decente de agua entra en el saco y se filtra hacia abajo.

En las regiones áridas, quizás tenga que regar las plantas dos o tres veces al día. Riegue por la mañana o al final de la tarde, para evitar regar durante las horas más calurosas del día, cuando la pérdida de agua por evaporación es mayor (Wightman, 1999).

Control de plagas

Una amplia gama de plagas potencialmente dañinas puede amenazar la producción de los viveros. Éstas incluyen:

  • Insectos –  áfidos, orugas, langostas, ácaros, termitas, etc.
  • Enfermedades bacterianas y víricas – marchitamiento y mosaico  
  • Enfermedades fúngicas –  mohos y pudrición 
  • Roedores –  ratones, ratas, topillos
  • Fauna y ganado – aves, cabras, ganado bovino
  • Humanos –  tanto el robo como el vandalismo
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Figura 13. Desinfección de una herramienta de poda. Fuente: Personal de ECHO

La mayoría de las plagas de insectos y enfermedades de las plantas son específicas de determinadas especies de plantas y ambientes, por lo que tendrá que investigar y combatirlas con medidas adecuadas a nivel local. Landis et al. (2014c) analizan los principios y las prácticas para el manejo de insectos y enfermedades en viveros tropicales. Como se mencionó antes, la solarización y la pasteurización pueden ayudar a prevenir enfermedades. Como buena práctica de saneamiento preventivo, rocíe las podadoras con alcohol para evitar la propagación de enfermedades de las plantas mientras injerta y poda (Figura 13). Quizás pueda controlar roedores manteniendo gatos dentro del vivero.   Para mantener a los animales ramoneadores y a los ladrones fuera del vivero, hay que considerar cercas, muros, guardias y perros guardianes. Como observó Danforth, “¡todo lo que se necesita es un rebaño de cabras una vez para demoler todo el vivero!”. Danforth sugirió tejer hojas de palmera locales en forma de esteras para hacer vallas lo suficientemente altas (más de 1.5 m) para evitar que las cabras las salten. En cuanto a los robos, hay que intentar encontrar un equilibrio entre visibilidad y protección, de modo que el público conozca el vivero, pero sea difícil de robar (Mbora et al., 2008). 

Acondicionamiento de la planta

Antes de desprenderlas, las plántulas en un vivero deben “endurecerse” (aclimatarse) al nivel de luz solar y humedad del suelo que experimentarán en el campo. El endurecimiento debe ser un proceso gradual, durante las últimas semanas antes de que las plantas salgan del vivero, para evitar que reciban un shock, lo que causaría un estrés innecesario y una potencial pérdida. Poco a poco, saque las plantas de la sombra. Una de las ventajas del sombreado con pantallas, esteras, ramas o telas es que puede retirarlas gradualmente para exponer las plantas a un mayor sol, en lugar de tener que mover las plantas.

Mientras expone gradualmente las plantas a más luz solar, también las puede aclimatar a una menor humedad del suelo. Mbora et al. (2008) sugieren que, dos o tres semanas antes de sembrar las plántulas en el campo, reduzca la frecuencia de riego de dos a una vez por semana. Wightman (1999) sugiere iniciar la reducción del agua cuatro semanas antes de la siembra en el campo, dejando que el suelo se seque varias veces antes y regando bien el día antes de que las plantas salgan del vivero para evitar el estrés hídrico durante el transporte. Adapte su enfoque de endurecimiento con respecto al agua a su situación, reconociendo que el acondicionamiento de la planta para una menor humedad del suelo es más crítico para los climas secos que para los húmedos.

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Figura 14. Árboles frutales injertados en Tanzania con cubiertas de plástico para evitar que la unión del injerto se seque. 
Fuente: Stacy Swartz

Acondicione los árboles recién injertados con respecto a la luz solar y la humedad. Al principio, la humedad impide que la unión del injerto se seque, lo que es necesario para el éxito del injerto (Figura 14). Una vez establecido el injerto, retire las cubiertas o envoltorios de plástico y exponga los árboles a más luz solar para que hagan una transición a menos humedad. Las condiciones más secas ayudarán a prevenir el desarrollo de enfermedades en las plantas.

REFLEXIONES FINALES

Los viveros varían en términos de escala, a quienes atienden y las plantas que suministran. A pesar de sus diferencias, todos los viveros se benefician de una cuidadosa consideración de los varios elementos de diseño, planificación y operación cubiertos en este documento. Las plantas suministradas por los viveros pueden abrir potencialmente nuevas fuentes de ingresos en las comunidades cercanas. Los trabajadores y voluntarios de los viveros pueden adquirir conocimientos y habilidades que eventualmente podrían ayudarles a manejar sus propios viveros. Con respecto al impacto de su vivero en Guatemala, Carter declaró: 

Carter escribió: “Nunca he visitado un vivero, ya sea cerca o fuera del país, en el que no haya aprendido técnicas valiosas. Cada intercambio realizado entre trabajadores de viveros cosecha valiosos conocimientos”.

“Casi la mitad de la aldea local trabaja en el vivero, y la mayoría tiene sus propios viveros”. El éxito se debe, en gran parte, al aprendizaje constante sobre las condiciones locales y las especies de plantas que se cultivan. Gran parte de este tipo de aprendizaje se da a través de la interacción con profesionales de ideas afines que hacen un trabajo similar.   Uno también sigue aprendiendo leyendo literatura, hablando con los productores locales, observando y experimentando, y adquiriendo experiencia de primera mano.

REFERENCIAS Y LECTURAS ADICIONALES

Referencias citadas

Blank, D. 2007. Un nuevo vistazo a la vida debajo de la superficie. ECHO Notas de Desarrollo No. 96.

Buyinza, J., y V.I. Opolot. 2016. Tree Nursery Establishment and Tree Management: Training Manual for Community Tree Nursery Operators and Tree Farmers. World Agroforestry Centre.

de Oliveira, W. y D. Terzic. 2013. Manual: Farmer Field School for Extension Workers. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Gray, H., y A. Bicksler. 2013. Creating an optimum potting mixture for resource-constrained growers in Thailand. ECHO Research Note No. 8.

Hugill, B. 2013. Biochar: an organic house for soil microbes. Notas Técnicas de ECHO No. 75.

Landis, T.D., D.F. Jacobs, K.M. Wilkinson, y T. Luna. 2014a. Growing media. In: Wilkinson, K.M., T.D. Landis, D.L. Haase, B.F. Daley, and R.K. Dumroese (eds). Tropical Nursery Manual. Capítulo 6, pp. 101-121.

Landis, T.D., T. Luna, y R.K. Dumroese. 2014b. Containers. In: Wilkinson, K.M., T.D. Landis, D.L. Haase, B.F. Daley, and R.K. Dumroese (eds). Tropical Nursery Manual. Capítulo 6, pp. 123-139. 

Landis, T.D., T. Luna, R.K. Dumroese, y K.M. Wilkinson. 2014c. Problem prevention and holistic pest management. In: Wilkinson, K.M., T.D. Landis, D.L. Haase, B.F. Daley, and R.K. Dumroese (eds). Tropical Nursery Manual. Capítulo 14, pp. 273-291. 

Love, K., R.E. Paul, A. Cho, y A. Kawabata. 2017. Tropical fruit tree propagation guide. Fruit, Nut, and Beverage Crops F_N-49. College of Tropical Agriculture and Human Resources, University of Hawai`i at Mānoa.

Mbora, A.M., J-P.B. Lillesø, y R.H. Jamnadass. 2008. Good Nursery Practices: A Simple Guide. World Agroforestry Centre. 36 pp.

Morton, J.F. 1987. Fruits of Warm Climates. Creative Resource Systems Inc.

Munjuga, M.R., A.N. Gachuiri, D.A. Ofori, M.M. Mpanda., J.K. Muriuki, R.H. Jamnadass, y J. Mowo. 2013. Nursery Management, Tree Propagation and Marketing: A Training Manual for Smallholder Farmers and Nursery Operators. World Agroforestry Centre.

Schmidt, L. 1993. Vegetative Propagation. UNDP/FAO Regional Project on Tree Breeding & Propagation.

Smith, M.T., B.S.P. Wang, y H.P. Msanga. 2002. Chapter 5: Dormancy and Germination. In: Tropical Tree Seed Manual (J.A. Vozzo, ed.) USDA Forest Service, Agriculture Handbook 721.

USDA-NRCS (U.S. Department of Agriculture, National Resources and Conservation Service). 1999. “Guide to Texture by Feel.” https://www.nrcs.usda.gov/wps/portal/nrcs/detail/soils/edu/?cid=nrcs142p2_054311 (consultado el 2 de febrero de 2021).

Wasielewski, J. y C. Balerdi. 2019. Tropical and Subtropical Fruit Propagation. University of Florida IFAS Extension HS1349.

Wilkinson, K.M. y T.D. Landis. 2014. Nursery management. In: Wilkinson, K.M., T.D. Landis, D.L. Haase, B.F. Daley, and R.K. Dumroese (eds). Tropical Nursery Manual. Capítulo 19, pp. 351-359.

Wightman K.E. 1999. Good Tree Nursery Practices: Practical Guidelines for Community Nurseries. World Agroforestry Centre (ICRAF).

Lecturas adicionales 

Container types and the distinction between bare-root and container nurseries: Jaenicke, H. 1999. Good Tree Nursery Practices: Practical Guidelines for Research Nurseries [http://edn.link/hkeht7]. International Centre for Research in Agroforestry. Majestic Printing Works

Enlaces relacionados con el suministro de agua 

Illustrated practices for raising tree seedlings: Danforth, R., A. Boss, D. Boss, and P. Noren. 2015. Agroforestry in the Central African Home Garden: A Manual for Tree Gardening in the Humid Tropics [http://edn.link/agroforestryinthcentralafricanhomegarden]. 

General information including weeding options and nutrient analysis of organic fertilizers: Diver, S., and L. Greer. 2000. Sustainable Small-scale Nursery Production [http://edn.link/f2xctf]. Appropriate Technology Transfer for Rural Areas.