Escritor: Tim Motis
Publicado: 4/10/2021


Este artículo es resultado de la investigación de ECHO en la provincia sudafricana de Limpopo, de 2010 a 2015, con el apoyo de la Fundación Howard G. Buffett. Resume los resultados publicados en una revista científica por Motis et al. (2017). El artículo original puede encontrarse en https://doi.org/10.17660/ActaHortic.2017.1158.11. El autor del artículo completo ha preparado un borrador que se encuentra disponible en ECHOcommunity.org [http://edn.link/9nkm2y]. Este artículo de EDN amplía los hallazgos de la investigación incluyendo ideas sobre el establecimiento y el mantenimiento de plantaciones de moringa.

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Figura 1. Moringa cultivada con leguminosas sembradas 50 X 50 cm en una fila doble debajo de los árboles de moringa (separados 1 m). Fuente: Tim Motis

La moringa (Moringa oleifera) es un árbol que crece con rapidez y tiene hojas nutritivas que se pueden comer frescas o secas y convertirse en un polvo que puede añadirse a los alimentos tradicionales como suplemento nutricional. Los productores en los trópicos cálidos pueden cultivar fácilmente la moringa. Sus principales requisitos son abundante luz solar y un suelo bien drenado. Aquí tratamos sobre plantaciones de varias hileras de árboles de moringa, aplicables a clínicas, hospitales, orfanatos, escuelas o productores individuales que producen polvo de hojas de moringa a escala superior a la doméstica (Figura 1). En Níger, donde existe un fuerte mercado para los productos de moringa, las plantaciones varían en tamaño de 0.2 a 1 ha (Pasternak et al., 2017). Este artículo contiene información sobre cómo establecer y diversificar dichas plantaciones. También trata cuestiones como:

  • ¿Qué cantidad de polvo de hoja producen los árboles de moringa?
  • ¿Qué beneficios y desventajas tiene el cultivo intercalado de moringa con leguminosas tropicales?

Descripción de un ensayo de huerto de moringa

Espaciamiento de las plantas

Los árboles sembrados en hileras son más fáciles de manejar que los colocados al azar. Nosotros decidimos espaciar los árboles a 1 m de distancia dentro de las hileras, con 3 m entre ellas. Una separación de 1 m dentro de las hileras funcionó bien para manejar los árboles como un seto, manteniendo las hojas fácilmente accesibles para cosecharlas. Con 3 m entre las hileras de árboles, teníamos espacio suficiente para acceder a los árboles y que alcanzara un segundo cultivo (en nuestro caso, una legumbre u hortaliza).

Consideramos utilizar todo el espacio entre las filas de árboles para el segundo cultivo. En cambio, optamos por sembrar el segundo cultivo en la base de los árboles de moringa, como se muestra en la Figura 1. De esta forma, sólo teníamos que desmalezar, regar y abonar una franja de suelo de 1 m de ancho debajo de cada hilera de árboles (Figura 2).

Por cierto que puede probar otras separaciones para los árboles de moringa. Pasternak et al. (2017) sugirieron un espaciamiento de 2 X 2 m para los árboles de moringa cultivados en combinación con otros cultivos

Leguminosas cultivadas con moringa

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Figura 2. Parcela sin leguminosas bajo los árboles, ilustrando la banda de 1 m de ancho bajo los árboles de moringa que fue desmalezada, regada y fertilizada. Fuente: Tim Motis

Al pensar en lo que podría sembrarse bajo la moringa, seleccionamos leguminosas por su capacidad de prosperar en una variedad de suelos, dar sombra a las malezas y proporcionar un mulch enriquecedor para el suelo. Muchas leguminosas también producen granos comestibles. Las leguminosas del ensayo incluyeron caupí (Vigna unguiculata), frijol de espada/judía sable/poroto gigante (Canivalia ensiformis; no comestible sin procesar), lablab/frijol de Egipto (Lablab purpureus) y gandul (Cajanus cajan). También incluimos un tratamiento en el que no se sembró nada bajo los árboles (Figura 2), para poder comparar las cosechas de moringa con y sin leguminosas. Reprodujimos cada tratamiento cuatro veces, con tratamientos asignados aleatoriamente a las parcelas. 

Siembra y mantenimiento 

Los árboles de moringa y las leguminosas se establecieron con semillas sembradas directamente en el suelo. Un enfoque alternativo para sembrar la moringa habría sido sembrar las semillas en macetas plásticas o sacos y luego trasplantar las plántulas resultantes al campo. El trasplante funciona bien, pero necesita espacio en el vivero. El agua se suministró según fuera necesario mediante riego por goteo. Los insumos para fertilización consistieron principalmente en estiércol de pollo compostado aplicado tres veces al año a una tasa de aplicación de 16 kg por cada 10 m de longitud de la hilera de árboles. Debido a sus profundas raíces, la moringa suele crecer bien sin insumos de fertilización (Palada y Chang, 2003), pero hemos encontrado que la producción de hojas de moringa aumenta con la adición de fertilizantes (Motis y Reader, 2019). Las opciones para los insumos de fertilizantes incluyen estiércol animal, compost, y/o fertilizante NPK.

Dedicamos el Año Uno a establecer los árboles. Durante los tres años siguientes, sembramos leguminosas (Año Dos y Cuatro) u hortalizas (Año Tres) en la base de los árboles de moringa. Las verduras cultivadas en el Año Tres fueron una mezcla de col rizada y okra. El granizo las dañó poco después de sembrarlas, así que aprendimos más de las leguminosas, que son el foco de este artículo. 

El espacio entre las hileras de árboles se mantuvo como hierba (Figura 1), que cortamos cuando era necesario. Por lo tanto, las actividades más laboriosas se limitaron al área directamente debajo de los árboles.

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Figura 3. Árboles de moringa podados a una altura de 1 m en la cosecha. Fuente: Tim Motis

Cosecha y poda 

A partir del Año Dos, los árboles de moringa se cosecharon dos veces al año. En cada cosecha, los árboles se podaron a una altura de 1 m, para estimular la producción de hojas y mantenerlas a fácil alcance. 1

1 Pasternak et al. (2017) sugieren que, si quiere que unos cuantos árboles produzcan semillas, evite podar un árbol cada 6 u 8 m.

Cada año, colocamos una capa gruesa de paja en la base de los árboles poco después de la segunda cosecha. Esto se hizo para protegerlos de las temperaturas de congelación durante el invierno. Retiramos la paja cada primavera para que no fuera un factor que afectara el crecimiento de la moringa durante la temporada de crecimiento. 

Durante los Años Dos y Cuatro, cosechamos las vainas de las leguminosas cada dos semanas, desde el momento en que se observaron por primera vez las vainas maduras hasta la cosecha final de la moringa (el inicio del invierno). En la última cosecha de moringa, también recogimos y pesamos el crecimiento de la leguminosa superficial de 1 m cuadrado de cada parcela.

Lo que aprendimos 

Sobre la productividad de la moringa sin leguminosas 

2 Convierta 255 kg a g: 255 kg x1000 g/kg = 255,000 g
Calcule número total de dosis de 5-g: 255,000 g  x dosis/5 g = 51,000 dosis
Calcular el número de personas a las que se suministra una dosis diaria a lo largo de un año (hay 365 días en un año, así que cada persona necesita 365 dosis):
51,000 dosis x persona/365 dosis =139.7 (redondeado a 139).

La gente a menudo pregunta cuánto polvo de hoja puede esperar de sus árboles de moringa. La Tabla 1 muestra la suma de nuestras dos cosechas durante cada año. Durante el segundo año después de la siembra, sin leguminosas, los árboles de moringa produjeron un total de 76 g/árbol de polvo de hoja, el equivalente a 255 kg/ha. Eso significa que, durante un segundo año después de la siembra, 1 ha de una plantación de moringa como la nuestra puede producir un año de polvo de hojas para personas que consuman 5 g de polvo al día. 2  Witt (2013; [http://edn.link/ern1]) proporciona el contenido nutricional de 5 g (15 mL o 1 cucharada en volumen) de polvo de moringa, una cantidad descrita como una porción realista.

Tabla 1. Resultados de una plantación de moringa-leguminosa en Sudáfrica (Motis et al., 2017).
  Rendimiento en polvo de la hoja de moringa (kg/ha)
Leguminosa Año 2* Año 4*
Nada 255 473 a
Caupí 235 274 bc
Frijol de espada  253 206 bc
Lablab 223 191 d
Gandul 279 340 b
Valor P** 0.8725 <0.0001
 
  Biomasa seca superficial de leguminosas (kg/ha)
Leguminosa Año 2* Año 4*
Caupí 762 d 1047 b
Frijol de espada  1180 c 4753 a
Lablab 6380 a 3961 a
Gandul 2860 b 1588 b
Valor P** <0.0001 <0.0001
 
  Rendimiento en grano seco de legumbres (kg/ha)
Leguminosa Año 2* Año 4*
Caupí 360 b 212 c
Frijol de espada  364 a 1466 a
Lablab 316 b 525 b
Gandul 34 c 1 d
Valor P** <0.0001 <0.0001
*El manuscrito publicado hace referencia a las estaciones. Aquí se utiliza el término "año", ya que sólo hubo una estación de siembra por año. El año dos y el año cuatro corresponden al primer y segundo año de cultivo intercalado de leguminosas, respectivamente.
**Dentro de cada columna, al menos dos valores de un parámetro medido (p. ej., el rendimiento de la moringa del segundo año) son estadísticamente diferentes si p < 0.05, en cuyo caso dos valores cualesquiera son estadísticamente similares a menos que no compartan ninguna letra en común.   
3 En este ensayo, el rendimiento promedio por cosecha de las hojas de moringa (en peso seco) aumentó de 51 g/árbol sin fertilizante a 108 g/árbol con una aplicación trimestral de 75 g/árbol de nitrógeno del fertilizante NPK (8% de nitrógeno; 2% de fósforo; 8% de potasio). Al moler las hojas secas para pulverizarlas, el peso del polvo debe ser casi el mismo que el de las hojas secas; parte del material de las hojas puede caer al suelo durante el proceso de molienda.

La producción de hojas de moringa de cada año provenía del rebrote de los tallos cerca del suelo, debido a las heladas invernales que mataron el crecimiento por encima del mulch de paja. Espere mayor productividad donde es posible crecimiento durante todo el año. Por ejemplo, los árboles de moringa en la Finca Global ECHO en Florida, después de un año de establecimiento después de la siembra, produjeron de 51 a 108 g/árbol de materia foliar seca cada tres meses (Motis y Reader, 2019 3).

Sin leguminosas, la producción de polvo de moringa aumentó de 255 kg/ha en el Año Dos a 473 kg/ha en el Año Cuatro. Esto demuestra que la producción de hojas de moringa puede aumentar con el tiempo, durante un periodo de al menos cuatro años. En Níger, se dice que el cultivar "PKM 1" de Moringa oleifera (el mismo cultivar sembrado en este ensayo) crece bien durante cuatro años, después de los cuales los árboles tienen que reemplazarse (Pasternak et al., 2017). El reemplazo de los árboles es algo que debe considerar si sus árboles más viejos ya no producen tanto material foliar como en años anteriores. En lugar de reemplazar todos los árboles a la vez, podría reemplazar los árboles de bajo rendimiento anualmente, evitando así interrupciones significativas en la producción de hojas.

Sobre la productividad de la moringa con leguminosas 

Nos dimos cuenta de que las leguminosas podían competir con la moringa por recursos como la luz, los nutrientes y el agua. Así fue cuando se intercalaron leguminosas con la moringa por segunda vez (Año Cuatro del ensayo). Creemos que las mayores precipitaciones de principios de temporada en el Año Cuatro beneficiaron a las leguminosas más que a la moringa, haciendo las leguminosas más competitivas. Los doseles de las leguminosas del Año Cuatro tenían generalmente la misma altura (1 m) que los árboles de moringa después de la poda de la primera cosecha; por lo tanto, eran lo suficientemente altas como para dar sombra al nuevo crecimiento de la moringa. No fue así en el Año Dos, cuando los doseles de las leguminosas tenían sólo 0.5 m de altura.

De las cuatro leguminosas, el lablab fue la que más redujo la productividad de la moringa en el Año Cuatro. Los rendimientos de hojas de moringa fue un 59% menor con el lablab que sin intercalar. Las enredaderas de lablab trepaban por los árboles de moringa, compitiendo con ellos por la luz. El caupí y el gandul fueron los que menos afectaron la producción de polvo de moringa del Año Cuatro, pero disminuyeron el rendimiento de la moringa ese año en un 42% y un 28%, respectivamente. Estos resultados arrojan luz sobre algunas formas de minimizar la competencia entre la moringa y las leguminosas:

  • Evitar las leguminosas que son trepadoras fuertes
  • Planificar la siembra de las leguminosas de modo que sea menos probable que compitan con sus árboles
  • Podar sus árboles de moringa a más de 1 m de altura (pruebe con 1.25 m o 1.5 m).
  • Cortar la biomasa de leguminosas para forraje antes de que alcancen la altura a la que se podan los árboles.

Sobre la productividad de las leguminosas bajo la moringa

El lablab y el frijol de espada produjeron más biomasa que el caupí y el gandul. La biomasa podría ser una fuente de mulch para los árboles de moringa o los huertos cercanos, o podría cortarse y llevarse al ganado. Las leguminosas que producen bastante biomasa dan sombra a las malezas, pero también son las que probablemente competirán más con su cultivo principal. 

El frijol de espada produjo la mayor cantidad de granos. Sin embargo, las semillas de frijol de espada no son comestibles sin un cuidadoso procesamiento (Hall, 2019). De las restantes leguminosas, el caupí y el lablab fueron los mejores productores de grano. Nuestro rendimiento de caupí de hasta 360 kg/ha fue comparable a los niveles de producción de 300 kg/ha en Níger, pero inferior al promedio mundial de 610 kg/ha (Rawal y Navarro, 2019). Nuestro mayor rendimiento de grano de lablab, de 525 kg, estuvo dentro del rango de 327 a 612 kg/ha de rendimiento de grano reportado para lablab en Tanzania (Nord et al., 2020). 

Conclusiones

La moringa crece con rapidez y compite por la luz con los cultivos subyacentes. El manejo de las hileras de moringas como seto, por medio de podas periódicas, reduce la sombra para cualquier cultivo subyacente. Hemos visto que las leguminosas tropicales prosperan en la base de los setos de moringa, hasta el punto de reducir la producción total de polvo de moringa durante una de las dos temporadas. Sugiero cultivar la moringa sola, hasta que los árboles estén establecidos. Después usted podría tratar de sembrar bajo sus árboles uno o más cultivos que crea que pueden ser útiles. Es posible que haya ventajas y desventajas. Por ejemplo, usted podría estar dispuesto a aceptar alguna pérdida de productividad de la moringa a cambio de eliminar malezas, mulch y grano extra de las leguminosas.

Si quiere cultivar leguminosas bajo la moringa, pruebe con leguminosas que le interesen bajo algunos árboles hasta que conozca su efecto sobre la producción de hojas de moringa. Tome las medidas mencionadas anteriormente para minimizar la competencia. También puedes considerar el cultivo de no leguminosas bajo la moringa. Otros han tenido éxito con zacate limón (Cymbopogon citratus; Palada et al., 2008) y hortalizas (Pasternak et al., 2017). Si pruebas con hortalizas, considera especies como las de la familia Brassica que toleran la sombra. Confiamos en que la información de este artículo sea útil para planificar su plantación de moringa.

Referencias

Hall, Z. 2019. How to process jack bean (and other types of beans) as human food. A Feed the Future brief. http://edn.link/zgqwfx

Motis, T.N., J.M. Longfellow, A.D. Jani, B.J. Lingbeek, C.J. D’Aiuto, y J.C.J. Bergen. 2017. Productivity of Moringa oleifera augmented with intercropped tropical legumes. Acta Horticulturae 1158:85-95.

Motis, T.N. y S.M. Reader. 2019. Moringa oleifera leaf production with NPK fertilizer and composted yard waste. Acta Horticulturae 1253:405-412.

Nord, A. N.R. Miller, W. Mariki, L. Drinkwater, y S. Snapp. 2020. Investigating the diverse potential of a multi-purpose legume, Lablab purpureus (L.) Sweet, for smallholder production in East Africa. PLOS One 15(1):e0227739.

Palada, M.C. y L.C. Chang. 2003. Suggested cultural practices for Moringa. International Cooperator’s Guide AVRDC (The World Vegetable Center) publication # 03-545:1-5.

Palada, M.C., Crossman, S.M., y O’Donnell, J.J. (2008). Integrating high value crops into agroforestry systems in the tropics with focus on alley copping. General Technical Report (USA: Southern Research Station, USDA Forest Service), 106, 93–101.

Pasternak, D., J.D.H. Keatinge, y Z. Mamoudou. 2017. Moringa research and cultivation in Niger. Acta Horiticulturae 1158:171-177.

Rawal, V. y D.K. Navarro (eds). 2019. The global economy of pulses. Rome, FAO.

Witt, K.A. 2013. The nutrient content of Moringa oleifera leaves. ECHO Research Note 1(1).