Escritor: Thomas Broughton and Erwin Kinsey
Publicado: 20/1/2013


Introducción

Las misiones de Iglesias y otras pequeñas organizaciones no gubernamentales (en este documento en adelante referidas jun­tas como “ONG”) están haciendo parte del trabajo en agricultura y seguridad alimen­taria más efectivo y sostenible en países en desarrollo. Las ONG pueden innovar e incluir un paquete o menú de opciones comunitarias en aldeas/poblados en áreas rurales. Pueden responder a los intereses de las comunidades y pueden promover un modelo sostenible de vacunación rural de aves de corral – algunas veces de manera más efectiva que el gobierno distrital o local solo.

¿En qué consiste un modelo típico de programa de control de la enfermedad de Newcastle (EN) para criadores de aves de corral rurales?

El modelo y cómo funciona

La ONG involucra a las autoridades del gobierno local en el programa de vacu­nación. Una ONG trabajo con el liderazgo distrital y de la aldea o poblado ya sea para generar sensibilización o dar respuesta a una necesidad conocida de controlar la enfermedad de Newcastle. La ONG acu­erda celebrar una reunión en la aldea con un representante del distrito para confirmar con los pobladores su experiencia en pér­didas por muerte debido a la EN, deter­minando en qué estación del año es más prevalente según su experiencia, y gene­rando interés en una solución. En la misma reunión, el modelo abajo descrito (el con­cepto de vacunadores rurales que admin­istran un servicio a sus vecinos tres veces al año con recuperación del costo) es com­partido con los miembros de la comunidad. Al término de esta reunión en la aldea, podría identificarse a los individuos que mejor cumplen con los criterios para vacu­nadores comunitarios (explicados durante la reunión), y ellos podrían ser selecciona­dos para capacitación posterior.

Se involucra a los oficiales de extensión del distrito en una alianza para preparar a la comunidad y participar en la selección, supervisión, monitoreo y elaboración de informes sobre las actividades de los vacu­nadores comunitarios a la ONG y al distrito. Las calificaciones ideales y los papeles del personal de extensión del distrito incluyen lo siguiente:

  • Experiencia técnica (Certificado o Diplo­ma) en agricultura general
  • Preparado para colaborar con ONG en programas de desarrollo agrícola
  • Disposición para promover un esfuerzo de apoyo integral entre cuidadores en la iniciativa
  • Alcance de la vacunación de aves de corral rurales en su situación de trabajo
  • Preparado para aprender y diseminar las nuevas iniciativas en seguridad alimentaria
  • Preparado para brindar ayuda a otras partes interesadas mediante el segui­miento y la vinculación de los actores.

Esta iniciativa tiene que ver con empodera­miento. Se seleccionará, capacitará y movilizará a vacunadores comunitarios para que ayuden a sus vecinos. Los vacu­nadores comunitarios en otras iniciativas han demostrado mejorar en gran medida la adopción por parte de los miembros de la comunidad de innovaciones más amplias. Por ejemplo, han reducido significativa­mente el número de casos de otras enfer­medades de aves de corral en la comuni­dad, han aumentado la tasa de adopción de innovaciones avícolas sen­cillas y han ayudado a focalizar a los participantes necesitados que podrían beneficiarse de las intervenciones de la iniciativa.

Idealmente, al mismo tiempo que se moviliza a los vacu­nadores comunitarios, se forma un comité comunitario de seguridad alimentaria entre los líderes comunitarios y gru­pos existentes. Este comité apoya la difusión de las inter­venciones aumentando la cohesión de sub-grupos y pro­moviendo una participación más amplia. Una fuerte participación del liderazgo de la aldea o poblado local en la selección, capacitación y seguimiento anima a los miembros del grupo a seguir activos o a ser reemplazados. Los comités podrían variar en tamaño y actividades según su interés, pero en general están integrados por cuatro o cinco miembros elegidos basados en su habilidad para llevar a cabo lo siguiente:

  • Movilizar dentro de la comunidad la se­lección de grupos apropiados para ca­pacitación
  • Identificar y supervisar a potenciales cui­dadores rurales de “sub-aldeas”
  • Asegurar la cooperación comunitaria de modo que las familias paguen por las va­cunaciones de los animales
  • Asegurar el bienestar de los hogares más vulnerables a través de la partici­pación, el intercambio y el cuidado entre los miembros y sus familias – haciendo visitas a los hogares
  • Ayudar en la preparación para los instruc­tores (p. ej., alertar a la comunidad, con­seguir un lugar para reuniones, comida)
  • Ayudar con otras actividades, según cor­responda (p. ej., movilizar cuidados en el hogar por cuidadores, apoyo a grupos de VIH+)
  • Ayudar en la coordinación de días de campo y ferias agrícolas
  • Ocuparse de temas ambientales (p. ej., saneamiento, siembra de árboles, etc.)
  • Asignar responsabilidad por equipo (p. ej., bicicletas) utilizado por vacunadores comunitarios
  • Compartir informes de avance y registros de productividad con otros líderes comu­nitarios
  • Identificar y ocuparse de limitaciones (p. ej., mercados potenciales, fuentes de micro-finanzas o insumos agrícolas para miembros del grupo).

Los vacunadores comunitarios son elegi­dos por el gobierno de la aldea o poblado. Para llenar los criterios de selección ellos deben:

  • Estar dispuestos a cooperar con el gobi­erno de la aldea o poblado –el gobierno local
  • Residir en su respectiva comunidad o cerca de ella
  • Estar disponible para emprender campa­ñas regulares
  • Estar dispuesto a llevar un registro de sus actividades y gastos de trabajo (in­cluyendo recibos)
  • Comprometerse a proporcionar servicios a tiempo, según un calendario fijo
  • Acordar y obtener una tarifa justa por los servicios prestados (contrato con las au­toridades de la aldea o poblado)
  • Un mínimo del 50% de los vacunadores deben ser mujeres.

Los vacunadores comunitarios reciben una capacitación de orientación de una semana de duración y van acompañados en sus primeras vacunaciones. Durante esta semana de orientación, los vacunadores comunitarios son capacitados en áreas relacionadas a la salud animal, con énfa­sis especial en vacunación. Temprano en la mañana ellos aplican las sencillas habili­dades de vacunación que han aprendido al vacunar los pollos de los productores agrí­colas en fechas que han sido previamente acordadas en la asamblea comunitaria general.

Idealmente debería cobrarse una tarifa por la primera ronda de vacunas, a menos que a la ONG le preocupe que dicha tarifa desa­nime la participación en la medida en que el beneficio de la vacuna sea menos obvio, haciendo que su adopción sea más lenta. Si se subsidia la primera vez, asegúrese de enfatizar que las vacunaciones posteri­ores tendrán que ser pagadas para cubrir los costos de las vacunas y el tiempo de los vacunadores comunitarios. Después, se anima a los vacunadores comunitarios a comprar las vacunas y vacunar los pollos con ánimo de lucro y que los productores agrícolas paguen por la vacunación.

En Tanzania, por ejemplo, los vacunadores comunitarios compran las vacunas por aproximadamente $6 por vial de 400 dosis, o al equivalente de $0.015 por dosis. Sin embargo, el vacunador comunitario debe cobrar hasta $0.10 por cada pollo vacu­nado, como se acuerde en la reunión comunitaria (la misma dosis—una gota— se da a cada ave, ya sea un pollito o un gallo maduro). A este precio, un vacunador comunitario obtiene una ganancia de casi $35 de un vial, hacienda que valga la pena explorar y dar servicio a los hogares en su área por tres o cuatro días.

El seguimiento es tan importante como movilizar a los vacunadores comunitarios y los comités de seguridad alimentaria. Las capacitaciones de la ONG y la movilización de los grupos de productores locales deben ser apoyadas con la ayuda de personal de extensión del distrito. Esto se vincula con el gobierno local, a nivel de diestrito, ase­gura un nivel de sostenibilidad y prepara­ción para dimensionar programas exitosos. El personal de distrito recolecta los datos de vacunación de los vacunadores comu­nitarios y presenta los informes de avance (p. ej., el número de pollos vacunados en un período dado). Si la ONG lo puede manejar, podrían proporcionarse bicicletas a vacunadores comunitarios con buen des­empeño, para facilitar sus traslados en las aldeas o poblados. Los miembros del per­sonal de distrito podrían recibir un pequeño estipendio cada trimestre como agradeci­miento por su participación en el programa.

Sostenibilidad del modelo

Se ha encontrado que el modelo es exi­toso y sostenible en gran medida. Este éxito del mod­elo se debe a los siguientes factores:

  1. Rentabilidad para los va­cunadores comunitarios. Los vacunadores comu­nitarios obtienen una ga­nancia de esta actividad; además a los que tienen un mejor desempeño se les proporciona una bici­cleta como incentivo adi­cional para ellos. Como resultado, pueden hacer vacunaciones como ne­gocio y como un medio de vida. 
  2. Estructura de informe de tres vías. Los hogares de los productores informan al CFSC (como lo indica la flecha D). El CFSC informa a la ONG (como lo indica la flecha C), y el personal de distrito in­forma a la ONG (como lo indica la flecha B). La estructura de informe de tres vías ayuda a asegurar la confiabilidad de la información, ya que la ONG puede cote­jar comparando los dos informes, y luego puede aclarar las desviaciones y las ra­zones de las mismas.
  3. Participación y moti­vación del personal de distrito. La ONG asegura el apoyo del personal de distrito y líderes lo­cales involucrándolos en el programa de va­cunación. Los líderes locales se involucran en la movilización de los productores agrícolas. Además algunos miem­bros de los hogares de la comunidad son nombrados a los Comités Comunitarios de Seguridad Alimentaria (CFSC por sus siglas en inglés). El personal de distrito monitorea y supervisa las actividades e informa a la ONG. Para motivar, al per­sonal de distrito se le da cierto estipen­dio después de presentar informes a la ONG.

 

Figura 1:
A: facilitación de la ONG del personal de distrito
B: personal de distrito envía informes de avance a ONG
C: CFSC informa a ONG
D: vacunadores comunitarios informan al personal de distrito
E: hogares productores agrícolas nombran a miembros al CFSC
F: apoyo de ONG (p.ej. capacitación) a vacunadores comunitarios
G: apoyo de ONG a CFSC
H: CFSC supervisa a vacunadores comunitarios
I: vacunadores comunitarios vacunan a pollos en los hogares de
los productores agrícolas

Limitations of the modelo

La ONG tiene que coordinar entre el per­sonal del gobierno local (flecha A), el CFSC (flecha G) y los vacunadores comunitar­ios (flecha F), un proceso que puede ser tedioso y que consume tiempo, especial­mente en las etapas iniciales, antes de que todos estén equipados con transporte y se establezca una rutina. Sin embargo, si ellos han sido bien capacitados, los vacunadores pueden, con supervisión de la comunidad, continuar asegurando la provisión del servi­cio después de que la ONG retire su apoyo en dos o tres años.

Estudio de caso: pollos sanos aumentan la prosperidad de los pobladores

Naisula Estomiy es una madre de 36 años con dos hijos que vive en la aldea Olkereyan en las afueras de Arusha en Tanzania. En junio de 2009, Naisula se unió a un grupo de la aldea para asistir a una sesión de capacitación de producción de aves de corral con Global Service Corps– Tanzania (GSC-TZ). Dadas sus inteligentes preguntas y dinámica participación, Naisula fue seleccionada por otros en su grupo para asistir a una capacitación especial para poder ser vacunadora comunitaria de pollos. Ella aprendió cómo vacunar pollos como pequeño negocio de parte del grupo y de la comunidad más amplia.

Con apoyo de su oficial de extensión de la aldea, ella elaboró un calendario regular de sesiones de vacunación de pollos en su “sub-aldea” para proteger las aves de la EN. Antes del programa de vacunación, los pobladores no estaban dispuestos a invertir mucho en la crianza de pollos, dado que la mayoría moría debido a la EN. Raramente alimentaban a sus pollos, y más bien los dejaban que buscaran comida en los desechos. Naisula aprendió cómo aplicar la sencilla vacuna de una gota a todos los pollos, de cualquier edad, a un costo por vacuna de sólo 50 shillings (US$0.03).

El programa de vacunación ha disminuido de manera significativa las pérdidas de pollos. En 48 aldeas donde GSC-TZ ha capacitado a vacunadores comunitarios, los criadores de pollos ahora experimentan mayores rendimientos. Naisula ha aumen­tado su bandada de pollos en un 700% a 90 pollos, y recoge 25 huevos por día (en comparación con la época antes de que aplicara vacunas cuando a menudo tenía una semana entera en la que no había hue­vos para recoger). Naisula también puede cobrar una pequeña tarifa por sus rondas de vacunación (que alcanzó a 3,000 pollos cada cuarto mes), que aporta un ingreso de Tsh 150,000 (US$100) por una semana de trabajo en cada ronda. Recientemente ella pagó por una cerca perimetral con malla de alambre para encerrar su bandada de pollos dentro de su patio. El aumento en sus ingresos por la venta de los pollos y huevos ha significado que puede pagar los aranceles escolares para sus dos hijos y más alimentos para su familia.

Cita este artículo como:

Broughton, T. and E. Kinsey 2013. Participación de Organizaciones No Gubernamentales en el control de la enfermedad de Newcastle. ECHO Notas de Desarrollo n.o 118